Esta historia cuenta la de tantas personas parecidas al sol y a la luna. El sol es engreído, quiere que todos se le acerquen, sobre todo en un día de invierno, todos lo buscan y lo asedian, el se siente lo más importante. Este día amanece con la autoestima tan alta que el sol exige, no pide, exige que se le atienda, exige que se le resuelvan los problemas, no le importa si la luna se queda a pie, el sol le quita el auto porque el es lo mas importante y el no es capaz de pensar que la luna tiene cosas que hacer. El sol engreído pasa por delante pidiendo las cosas de mala manera, trata a la luna como una madre benévola quien se deshace por su hijo, esa madre que le da todo a su hijo porque es su obligación es su deseo que su hijo crezca y se desarrolle y se convierta en un ser fuerte y elegante. El sol, quiere tratar a la luna con severidad como si ella tuviera la obligación de darle su totalidad como una madre se la da a su hijo. ¿Quien mas grande que el sol? El hace todo bien, el por donde va ilumina y es recibido con emoción, pero ¿Quien le da gusto al sol? Nunca nadie será mas poderoso, ni mas amable, ni mas simpático, ni mas dadivoso, ni más .... nunca nadie le dará al solo lo que necesita, porque el sol es un engreído. La pobre luna se siente enojada, proque pasan sobre ella sin piedad, porque no le da gusto. Se siente angustiada porque quisiera estar con él, y el solo le responde con agriedad que nunca será lo que el necesita. Ella genera angustia, en verdad se desmorona porque ama al sol y este no la mira con el valor que ella misma tiene.
Sin embargo la luna es controladora, ella decide quien se enamora ese día, ella con su luz inspira a los enamorados a llenarse de energía, ella controla las fuerzas del mar, ella hace que suba la marea y se siente poderosa. Ella también hace la víctima dependiente. Ella hace la pobrecita incapaz de hacer nada, como solo está en el cielo y es solamente una bolita de luz que debe pelear con la noche se siente pequeña y débil. La luna manipula al sol, la luna como es dependiente de la luz del sol hace sentir mal al sol porque ella, tan débil lo necesita a su lado todo el tiempo. El sol a su lado se siente enojado, solo ella sabe hacer las cosas bien, solo ella termina las cosas como corresponde, ella lo arrolla con su decisión controladora y él se siente angustiado porque no le puede dar gusto, porque aunque quiera y aunque sea maravilloso el no hace las cosas tan bien como ella. La dependencia de la luna provoca la desesperación del sol, provoca que la considere menos, que la considere inútil que la considere solamente un estorbo para su desarrollo personal.
Así la luna y el sol al igual que tantas parejas viven sin darse cuenta el daño que le generan a su pareja con sus actitudes. Cada uno enferma por el trato que el otro le da, y van haciendo una relación triste y desgastada. Sobreviven por su enfermedad, por la reacción que el otro le provoca mas que por su fuerza mas que por su escencia personal. El sol podría proteger a la luna y acercarse y preguntarle si todo está bien, mirarla y hacerle sentir que está con ella aunque el sea tan importante. La luna por su parte tan controladora y autosuficiente, tan débil y víctima podría acercarse al sol para darle compañía y ayuda, aceptar que el sol hace las cosas como aprendió y también quedan bien aunque no al gusto exacto de ella. Todos tenemos ayuda que dar, todos tenemos la forma de complementarle hasta al mas engreído pero no vemos más allá de nuestras necesidades y no miramos a la persona de al lado con el cuidado correspondiente. Si en algun momento el sol comprendiera que la luna es controladora, el con su fuerza solar, con su engreimiento la aplaudiría y le diría que todo lo hace bien y que quiere aprender a ser tan perfecto como ella. Ella tan controladora podría mirar al sol y como una madre simplemente abrazarlo y admirar sus dones. Le tenemos tanto miedo a la fuerza de la gente que no nos atrevemos a usarla a nuestro favor. Nos falta capacidad para mirar esa fuerza y aplicarla para que así juntos vayamos por la senda que la vida nos ha trazado sin necesidad de generar enfermedades que solamente nos merman la felicidad de vivir.
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