Es impresionante lo que la mente puede hacer. Es hermosísimo descubrir que con solo intentarlo puedes llegar a donde te lo propones.
Esta mañana yo lloraba, extrañaba, quería estar cerca y no lo conseguía. De pronto el sentimiento amedrentador se alejaba y yo ya iba tranquila por la vida. ¿Que descubrí? Miedo ajeno. Miedo y a la vez, emoción en mi. Aquello por lo que he esperado, al fin se ha liberado, pero ¿que puedo hacer yo con eso? Me da tanto temor no comprender mi intuición Esos miedos son a veces fetiches a veces propios, pero ya no se si son mìos o son ajenos, eso es lo que me confunde. Es que soy una dualidad. Vivo en dualidad con otro ser, que a veces me domina y a veces yo lo domino. Cuando vivo feliz soy yo, cuando vivo temerosa soy la otra mitad. Quiero ser siempre yo, pero controlar y concientizar la ubicación de la otra mitad.
Yo hacía a mi otra mitad en Mar del Plata y resulta que esta en un pequeño pueblo de Misiones. Me asusta no saber la ubicación exacta porque no puedo controlar mis movimientos. Por lo menos, ya encontre a mi dualidad, por lo menos ya supe su exacta ubicación. Pero me molesta no haber comprendido nada de lo visto. No estoy haciendo las preguntas correctas y estoy en la etapa 1 todavía. Sigo sin comprender algunos símbolos que yo creo me llegan directamente, y resulta que no son míos. Es todo un trabajo intentar comprender lo que no tiene nombre ni apellido. Antes era mas sencillo, antes los símbolos tenían un sentido y yo los reconocía. Parece que debo sentarme a hacer los deberes y encontrar los símbolos que corresponden a esta nueva realidad.
Soy soluciones, soy fuerte y sociable, y escucho voces de gente que juega, un viento fuerte que trae una fuerte lluvia y un gran huracán que se forma en el mar, El viento se detiene pero es fiel muestra de que el frío llega a mi vida y cerca de mi. El frío que me lleva al miedo y a la inseguridad, sobre las decisiones. La mejor decisión es la que estoy tomando, pero debo brincar, debo atreverme a soltar aquello que me sobra, si salto al vacío algo encontraré, que me sostenga, nunca cae uno en descalabro, nunca cae uno sin sostén. a diferencia del cuerpo físico, el cuerpo energético siempre encuentra de donde asirse, pero no encuentro el precipicio para aventarme. Necesito un espacio y un lugar para saltar, para hablar, para reencontrarme, y no lo veo. Encuentro bloqueo externo, no de mi parte, yo sigo de frente, a pesar de que no parezca, yo sigo de frente pese a que la gente no esté feliz. Si yo basara mi camino en la felicidad de aquellos bloqueadores, no me movería, ya aprendí a ignorar a los bloqueadores. Pero hay gente cuya educación ha sido no aguantar groseros, no aguantar malas caras, ser tan sensible que molesta hasta el más simple enojo, es una forma de ser y que yo debiera aprender. Si yo pusiera barreras a las malas caras y malos modos, las cosas me saldrían mejor, porque educaría a esas personas malencaradas, a actuar como corresponde a lo que yo deseo.
Estoy muy dispersa, las cosas no parecen dirigirse a donde espero, el frío de los brazos me lleva y me controla, ¿Como ignorar ese frío? ¿Como hacerle frente? Usando una fachada. Hace mucho la tengo y solo es cuestion de colocarla correctamente.
Esta mañana yo lloraba, extrañaba, quería estar cerca y no lo conseguía. De pronto el sentimiento amedrentador se alejaba y yo ya iba tranquila por la vida. ¿Que descubrí? Miedo ajeno. Miedo y a la vez, emoción en mi. Aquello por lo que he esperado, al fin se ha liberado, pero ¿que puedo hacer yo con eso? Me da tanto temor no comprender mi intuición Esos miedos son a veces fetiches a veces propios, pero ya no se si son mìos o son ajenos, eso es lo que me confunde. Es que soy una dualidad. Vivo en dualidad con otro ser, que a veces me domina y a veces yo lo domino. Cuando vivo feliz soy yo, cuando vivo temerosa soy la otra mitad. Quiero ser siempre yo, pero controlar y concientizar la ubicación de la otra mitad.
Yo hacía a mi otra mitad en Mar del Plata y resulta que esta en un pequeño pueblo de Misiones. Me asusta no saber la ubicación exacta porque no puedo controlar mis movimientos. Por lo menos, ya encontre a mi dualidad, por lo menos ya supe su exacta ubicación. Pero me molesta no haber comprendido nada de lo visto. No estoy haciendo las preguntas correctas y estoy en la etapa 1 todavía. Sigo sin comprender algunos símbolos que yo creo me llegan directamente, y resulta que no son míos. Es todo un trabajo intentar comprender lo que no tiene nombre ni apellido. Antes era mas sencillo, antes los símbolos tenían un sentido y yo los reconocía. Parece que debo sentarme a hacer los deberes y encontrar los símbolos que corresponden a esta nueva realidad.
Soy soluciones, soy fuerte y sociable, y escucho voces de gente que juega, un viento fuerte que trae una fuerte lluvia y un gran huracán que se forma en el mar, El viento se detiene pero es fiel muestra de que el frío llega a mi vida y cerca de mi. El frío que me lleva al miedo y a la inseguridad, sobre las decisiones. La mejor decisión es la que estoy tomando, pero debo brincar, debo atreverme a soltar aquello que me sobra, si salto al vacío algo encontraré, que me sostenga, nunca cae uno en descalabro, nunca cae uno sin sostén. a diferencia del cuerpo físico, el cuerpo energético siempre encuentra de donde asirse, pero no encuentro el precipicio para aventarme. Necesito un espacio y un lugar para saltar, para hablar, para reencontrarme, y no lo veo. Encuentro bloqueo externo, no de mi parte, yo sigo de frente, a pesar de que no parezca, yo sigo de frente pese a que la gente no esté feliz. Si yo basara mi camino en la felicidad de aquellos bloqueadores, no me movería, ya aprendí a ignorar a los bloqueadores. Pero hay gente cuya educación ha sido no aguantar groseros, no aguantar malas caras, ser tan sensible que molesta hasta el más simple enojo, es una forma de ser y que yo debiera aprender. Si yo pusiera barreras a las malas caras y malos modos, las cosas me saldrían mejor, porque educaría a esas personas malencaradas, a actuar como corresponde a lo que yo deseo.
Estoy muy dispersa, las cosas no parecen dirigirse a donde espero, el frío de los brazos me lleva y me controla, ¿Como ignorar ese frío? ¿Como hacerle frente? Usando una fachada. Hace mucho la tengo y solo es cuestion de colocarla correctamente.
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