domingo, 6 de enero de 2013

Te lo dije cantando

Que maravilloso el día de ayer, mi introspección fue tan buena qque decidí que eso es lo que haré cada día, me la pasé planeando horarios y actividdades para hacerla igual. Claro que el problema que se me enfrenta es la hora es muy sencillllo hacerla cuando  el día amanece a las 7.00 que cuando aamanece a las 5 de la mañana porque bien me toma 1 hora revisar el sueño, mi actividad, mis pensamientos, es tanto tiempo que solo me alcanzará si me levanto mucho mas temprano. Ya veremos si es posible.

Me sentía tan bien, que todo iba maravilloso, mis actividades salían bien y centrada. Pero de pronto, la hora del almuerzo algo cambiaba. Me descubrí pensando en algo, pero sentía como que alguien me poseía como que no podía ccontrolar eso que me pasaba. La música sonaba de hombres, diferentes temas, pero todos con hombres tenores, y también tipludos. Así tratando de descubrir que era aquello que me estaba sacando de mi, me descubrí pensando en un hombre. ¿Cómo es éste tan fuerte que puede llegarme a poseer? Seguí pensando y recordando sus actividades y de a poco se iba desarmando su fuerza, dejando lugar al verdadero hombre fuerte dueño de las escenas extrañas en mi vida: mi corazón. Entonces todo daba sentido vino la canción de Alejandro Fernández "canta corazón" Te lo dije cantando, te lo dije de frente, volverías conmigo volverías porque no quieres perderme.. Esa canción sonaba justo cuando descubrí que era mi corazón quien provocaba todas esas sensaciones raras, y todos esos sentimientos.

Yo me sentía volando, como que no estaba en el lugar, como si me quisieraa escapar, pero al mismo ttiempo quedarme allí disfrutando del placer de una compañía deliciosa que te dice, te cuenta aventuras, te mantiene entretenida y con la conciencia feliz de saberte acompañada. Esa sensación me encantaba me sublimaba, me podía controlar al nivel de que no estaba yo sola y eso me fascinaba. Una vez que supe quien era el causante de mi extraña sensación empecé a recordar las últimas escenas juntos. Hace mucho que no se nada de él, cada quien en su rincón del mundo haciendo su vida, yo ya no lo busco, si he descubierto que no me quiere, ¿para que echarle leña al fuego? Cuando no te quieren pues mejor quitarse y dejar que se consuma lo poco que había en mi, dejar  que todo el sentimiento se torne en cenizas y olvidar y dejar que el tiempo haga su trabajo para que ya todo quede en un recuerdo mas de la vida. Yo pensaba y recordaba, así le dije "conque me extrañas, verdad?" _"si ya hace un mes que te alejaste y ya no he sabido nada de ti" me respondía el a manera de recordar que es el tiempo que decidí alejarme -"es que si no me quieres, para que quedarme, no sirve de nada intentar buscarte si no hay sentimiento para mi de tu parte" Yo sentía delicioso, esa compañía energética que te tiene acompañada y presente. Sin embargo, al decir "es que no me quieres", se fue desintegrando y desapareciendo la energía de compañía dejándome sola en mi mundo  real. Me dio tanto gusto que me buscara, tanto gusto saberme interesada, porque siempre es halagador que alguien que es importante para ti venga a saludarte. Yo seguí en mi vida, ya la música era salsa, música de ruido nada que ver con aquella que simboliza y que me acerca a este querido corazón.

Es tan lindo vivr así. Pasan tantas cosas que uno no cree que sea el mismo día. Cuando es la rutina siempre pasa lo mismo a la misma hora, ya sabe uno  lo que va a suceder, ya sabe uno que día es y que momento de la semana está viviendo. Sin embargo, ahora que no  es rutina, no recuerda uno que día de la semana es, con frecuencia piensa uno en el calendario, en el momento en que uno debe registrar en la mente una cita acordada, o un suceso diferente. Vivir sin agenda hace el día mas largo y mas emocionante. Es como regresar a las épocas en que nadie llevaba reloj, ni tenía actividades en una ciudad, en que los autos eran guiados por caballos y que todo era descubrimiento personal. Solo se descubría que el sol se movía haciendo sombras, que a cierta hora hacía mas calor y que en otra ya se metía el sol, cuando nada era mecánico sino que uno debía hacer su ropa, con el algodón y pasarse el día aprovechando el sol y su luz. Así es como me siento cuando vivo  sin agenda, solo viviendo lo  que corresponde y no lo que debo.

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