jueves, 30 de enero de 2014

Las Ninfas Seductoras

Cuenta la historia de una mujer que habitaba en los profundos bosques de Sherwood. Esta delgada ninfa vivía de una roca. Todas las ninfas viven en seres vivos, como árboles, agua, pero ésta vivía de una piedra. Su energía la tomaba de la piedra en la que se montaba día a día. Cada noche, en forma de cuclillas se montaba en su piedra, se llenaba de energía para que a la penumbra del día siguiente, con parsimonioso caminar, con lento andar, fuera en busca de sus otras amigas ninfas. Una vivía en un árbol, éste le daba la vida, era milenaria, el árbol llevaba viviendo en ese bosque cientos de años, y su copa no se miraba, tapaba el sol a todos los árboles pequeños, haciendo de este camino junto al que se encontraba, un lugar fresco, frío, pero apacible. Siempre la vida busca la forma de estar, y a su alrededor había pequeños vástagos que funcionaban como cortina para las ráfagas de viento que en ocasiones atacaban este bosque. Esta ninfa era azul. Era la piel necesaria para tolerar el frío de este bosque. Las ninfas originales vivían en Grecia y en Italia  donde el clima mediterráneo, les permitía disfrutar de una desnudez blanca.

Así, la ninfa azul, iba plácidamente por su camino habitual cuando se encuentra con su amiga la ninfa del roble. Esta ninfa era verde. Llevaba el color de la clorofila que albergaban sus venas. Diariamente, azul y verde, se acompañaban en busca de su origen: el agua.

Esa mañana, la ninfa azul se sentía extraña, alguien venía detrás de ellas. El joven distraído había perdido su ruta. Evadiendo su realidad, mirando de un lado al otro, extravió su camino. Iba solo, distraído, seguro en su camino, sabiendo que en algún lugar encontraría quien lo rescatara. El joven distraído era alto y huesudo. Sus carnes eran suaves como el agua, porque siempre había quien lo salvara. El joven de carnes suaves tenía una voz hermosa y centelleante, su voz llamaba a todo aquél que estuviera alrededor. Su amabilidad atraía a todo aquél que él necesitaba para apoyarse. El no tenía la voluntad de salir adelante por si mismo, por eso buscaba a alguien.

En su emoción el joven apuró el paso, al mirar que las ninfas azul y verde iban delante. Amablemente las llamó. La ninfa azul, no pudo evitar turbarse al escuchar su dulce voz. Se detuvo y giró hacia el lugar en que provenía ese hermoso sonido. Miró al joven distraído. Se parecía tanto a otro que alguna vez había pasado por su lado. El joven tomó de la cintura a la ninfa azul, separandola un poco de su amiga, la ninfa verde, la quería para él, no deseaba compartirla con nadie. El joven de carnes suaves, no tenía la voluntad de hacer nada por sí mismo, así, instruyó a la ninfa que lo sacara del bosque, que su destino estaba en otro lado.

Su amiga, la ninfa verde, sintió envidia, el joven de carnes suaves le agradaba, los siguió de cerca y así le arrebató al joven. Él, sin mirar a la ninfa azul, abrazó a la ninfa verde y se dejó guiar, donde ella decidió. Ella con la dulzura de una ninfa, con la juventud eterna de quien no envejece, abrazaba y adoraba al joven,  quien plácidamente disfrutaba de los placeres que la ninfa de clorofila le profería. La ninfa azul, la de la energía de la piedra, seguía su camino. El joven de carnes suaves no le había gustado, le había molestado su órden de sacarlo de allí. Sin embargo, de refilón, de una mirada discreta observó a su amiga, la ninfa verde, disfrutando de gran placer con el joven huésped, sintió envidia y decidió regresar y acercarse a ellos. Ella también podría disfrutar de este festín, había suficiente para todos. Así, él con su hermosa voz la seducía y ellas con sus texturas ninfales, con sus cánticos naturales, dominaban al joven.

Él no podía quedarse allí. Rompía la naturaleza. Su presencia hermosa corrompía la armonía siempre celestial de este frío bosque. Era necesario continuar el camino, pero el joven de carnes suaves, las tenía a ambas y no parecía querer moverse de ese cómodo lugar. Su idea inicial de salir de ese bosque, estaba olvidada, él de pronto se sintió parte del bosque, pero metía su energía pesada, su energía inmóvil. La ninfa azul debía irse con su amiga la ninfa del agua, requería humectar su piel, ya seca por el tiempo que llevaba en tierra. Lo mismo le sucedía a la ninfa verde, su clorofila se secaba, su piel ardía y el joven, no parecía tener intenciones de moverse.

Para este momento, el bosque había despertado, las ninfas verdes, azules y amarillas parloteaban por el bosque y se maravillaban de la hermosa armonía que armaban el joven con las dos ninfas. La ninfa azul volteó a mirar a sus amigas ninfas que miraban y pasaban de largo, como si aquello que miraban era lo más natural. Había una ninfa roja, ella bajaba a veces de las montañas, ella volaba, y podía transportarse a mayor velocidad. Miró con cuidado aquél trío y con fuerza rompió esa armonía. Ella miraba cómo sus ninfas se transformaban en su elemento. El joven de carnes suaves, las disfrutaba, las seducía, y ellas, secándose, se tornaban en piedra y en árbol. Ya no eran más las hermosas jóvenes frágiles, límpidas. Ya no eran las ninfas gráciles que día a día seguían su necesitado camino para llegar al agua. ¿Qué hacer? ¿Cómo romper aquél delicioso placer que las estaba perturbando? El elemento externo las estaba lastimando, pero ellas no parecía molestarles. Ellas daban su esencia con tal de recibir las bondades de el joven de carnes suaves.

La ninfa roja era justa, era consciente, ella también quería festín, pero también amaba a sus compañeras ninfas.  Su justo pensamiento férreo como las montañas que eran dueñas de su espíritu, sus acciones altas como lo es subir una montaña, su personalidad musculosa, se decidió a atacar: "Joven de carnes suaves" se acercó a su oído con voz trémula, necesitamos agua, queremos que nos acompañes hasta el lago, donde todas nosotras podamos hidratarnos y darle a nuestra hermosa piel la felicidad que ella necesita. Vamos acompáñanos a las tres al lago." El joven de carnes suaves rojo de emoción se puso de pie. Sus pies temblaban, la pasión que las ninfas le habían dado no le permitían ponerse en pie. Lo intentó nuevamente, pero sus músculos suaves, no tenían la voluntad de llevarlo donde ellas, sus ninfas seductoras, pudieran sobrevivir. "Inténtalo nuevamente", le dijo la ninfa colorada "cárgalas hasta el agua, donde ellas puedan revivir". El joven lo intentó. Al no poderlo hacer, se dejó acariciar por la ninfa azul, cuya piel rasposa, le hizo brincar. "¡Quítate, mujer de piedra!, ¡me haces daño!" gimió el joven con voz déspota. Todo el bosque se volteó en su contra, sus ninfas amigas estaban muriendo por su causa, y él era incapaz de sacrificar algo por ellas, más aún, las criticaba por su misma esencia.

La ninfa del agua acudió en su ayuda, inhundó el bosque para permitir que sus amigas pudieran vivir. El joven sintió miedo, su único apoyo era ahora su enemigo. El no había mostrado humanidad al criticarlas por su misma esencia, el había sido un ente frío invasor, un ente amargo, egoísta. Él un ente distraído que el azahar lo había llevado hacia ese hermoso paraje, se miraba un ser disminuído, frágil, un ser cuya presencia deshacía lo existente. No era aquél que aportaba para beneficio de todos, era un ser dependiente, sin carácter ni voluntad, un ser a quien el miedo lo había hecho una sanguijuela que lo hacía terminar con aquello que tenía enfrente. Él un hombre fuerte, bien parecido, con hermosos dones, no era más que un ente destructor de la armonía.

File:Nymphes dansant (painting).jpgLas ninfas humedecidad por la ninfa del agua, disfrutando de la inhundación del bosque, se incorporaron, descubrieron el miedo, conocieron el temor de morir por nada, y se aferraron a la vida. Abandonaron al joven a su suerte. Otras ninfas se acercaban, pero la ninfa colorada, guardaba el lugar, no permitía que nadie se acercara, ya conocían al joven de carnes suaves, que no hacía nada por sí mismo, que comía ninfas y en ellas se apoyaba. Sabían que el joven no se movería a buscar su propia vida, se quedaría esperando a que alguien viniera a rescatarlo....

Ninfas danzantes

domingo, 26 de enero de 2014

La piel que habito

En este momento, y desde hce varios días, me viene el pensamiento recurrente de la película "La piel que habito".  Cuenta la historia de un cirujano plástico que tiene una hija enferma de alguna enfermedad mental, un joven la viola en una fiesta, a la que había acudido con su papá, poniendo de manifiesto su impotencia para cuidarla y su irresponsabilidad manifiesta; después de esta escena, la chica pierde la conciencia y nunca vuelve a ser la misma o creo que luego muere. El padre en venganza, secuestra al chico y le hace una serie de cambios. El doctor se especializaba en cambiar la piel, elegía tejidos de cerdo que eran bien aceptados por el humano, y al joven le deja una piel, suave y tersa. El final es impresionante, como todas las obras de este afamado director. Sin embargo me proyecta  el mensaje, sobre que el joven tiene que ser violado para vengar lo que sufrió su hija y el hecho de que tenga que cambiarse de piel.

Creo que mas de una mujer quisiera cambiar su piel, una vez que la encuentra arrugada, sin brillo, ajada, envejecida. ¿Por qué quisiera yo cambiar mi piel? ¿Acaso me veo vieja? Tal vez sean las apariencias lo que quiero cambiar, como cuando uno se siente sucio y se talla con fuerza para quitar esa impureza que le ha provocado ese evento. Tal vez sea la apariencia de presentarme como otro tipo de persona, como la escencia que no puede uno cambiar, como aquello de lo que estoy hecha y que ya no hay vuelta atrás. Tal vez si me hiciera una operación de piel, pudiera cambiar en cierta forma, pero me parece difícil, la gente cambia su forma de actuar; pero sólo si cambia su forma de pensar, podrá hacer algo diferente.

Tal vez sea una expectativa alta que tengo en un evento que se presentará próximamente. Llevo varios días con la mente en cambiar de piel. Entonces me recuerdo que  el curso de PNL me ha solicitado llevar ropa cómoda. Mi mente se va a recordar una frase "habrá ejercicios que su ropa quedará tan traspirada, que no se podrá volver a llevar". Seguramente será un evento tan importante, que mejor llevar aquello que quiera desechar, para cambiar de piel, para desechar aquello que ya no requiero usar más, y que tal vez, si lo usara, me hiciera recordar y regresar a aquello que ya he superado y que se ha quedado atrás. Tal vez esa expectativa, sea muy real, tal vez, efectivamente, pueda cambiar de piel, pueda mover mi escencia a algo más favorable a mi nueva realidad.

La piel que habito me habla de un hombre enfermo de experimentación. Tal vez sea que este mentado director, quiera ridiculizar a los hombres, ya que el es homo, y quiera presentar a un hombre normal, bien parecido con la presencia de Antonio Banderas vestido en un hermoso traje negro y camisa blanca impecable, brillante, incapaz de comportarse con decencia y valores. Banderas, con su obsesión por la presentación impecable, termina haciendo cosas impensables para un hombre como el que está representando.

Pienso que hay mucha gente que quisiera cambiar y no puede. Proyecta su problemática en la sinergia de la casa donde vive, y quisiera escapar, pero no lo consigue. Nunca unas vacaciones serán suficientes para descansar de aquello que te persigue, de aquello que te eriza la piel, de aquello que quisieras resolver y no podés. Tampoco creo que cambiando de casa, se pueda cambiar aquello que vos llevas dentro, aquello que desde pequeña te ha venido lastimando, te ha venido corroyendo. Dicen que cada quien elige donde quiere vivir, e inconscientemente hace todo aquello que le lleve a la situación que debe trabajar. Ella no se ha dado cuenta que está cayendo en aquello que debe mover, en aquello de lo que ha venido huyendo desde joven, y al confrotnarse con ello, se queja y se altera, se atreve a usar palabras que no corresponden a su educación, pero que le dan sentido por lo que ha vivido en este momento de su vida. Es todo aquello a lo que se ha enfrentado que nuevamente la llevan a hacer aquello que detona el resultado que espera para resolver su problema, sin embargo ¿Cómo puedo yo ayudarle cuando ni ella misma se ha dado cuenta que está pidiendo ayuda? Esta solicitando ayuda de la forma más burda, más básica, mas grave que es la que ocupa un pequeño molesto con su madre que espera que ella le reproche su acción. ¿Estoy yo en el papel y la situación de confrontarla? ¿Saldría yo beneficiada, o terminaría siendo quien cargara sus penas, porque ella no tiene la capacidad ni la educación para hacerlo? No es mi obligación responsabilizarme de aquello que ella está padeciendo, y dudo que ella sea capaz de cargar su responsabilidad.

Cuánta gente desearía cambiar de piel, para que así, de una vez por todas, poderse deshacer de todas las penas y dolores que la actual lleva.


sábado, 25 de enero de 2014

Desesperanza Aprendida II

La desesperanza aprendida, surge cuando a un chico le negás todo, cuando debe esforzarse demasiado para conseguir algo y prefiere después no hacer nada con tal de no conseguir aquello tan difícil. La desesperanza aprendida, es una educación mal estructurada, mal guiada, mal dirigida, donde lo único que se consigue es que la persona no avance.

¿Es la educación de hoy diferente? ¿Acaso se consigue algo mejor hoy que ayer? Hoy  se aprende de forma positiva, hoy los chicos son más acertivos y osados, tienen empeño por la rebeldía porque está en el ambiente, porque se permite, porque si no sos rebelde, no conseguís tu objetivo. Tal vez hoy la deseseperanza aprendida, no sea un estilo de vida, sino un error superado. Sin embargo los adultos de 40 y más, fueron enseñados con la forma desilusionante que se usaba antes. Antes se pensaba, que si se esforzaba mucho la persona, valoraría lo que se le daba, y como cada persona es diferente, no con todas funcionaba. La deseperanza aprendida, es el resultado de una educación dura, y era un común denominador, que en algunas personas funcionaba para despertar su rebeldía, su empuje, su deseo de superar ese obstáculo, porque ése era su tipo humano. El tipo humano también se estimula de manera diferente. La desesperanza aprendida, veo que es como una plaga que ha cubierto, que ha hendido los mercados de gente insatisfecha, que no tiene la certeza de hacer bien las cosas, que no se atreve a equivocarse, so peligro de que le den un reglazo, una mala cara,  un castigo. La desesperanza aprendida, amenaza todos los corazones emprendedores, porque no tienen la voluntad de sobreponerse al fracaso. Ellos son los que más se han beneficiado con las nuevas formas de enseñanza y aprendizaje de "vivir positivo".

Aquellos, cuyo carácter férreo estimuló el estilo castigador, amenazante y exigente de antaño, son hoy grandes empresarios y gente que domina las cúpulas empresariales de todo el mundo. Ellos han podido vivir y disfrutar de la belleza que trae la exigencia y la disciplina militar. Ellos que sobreponiéndose a la dureza de una educación por demás estricta, son hoy personas impresionantes, admirables. Son personas en verdad inteligentes que mueven al mundo de una forma que me fascina. Me fascina cómo son genios, creativos; cómo llevan a cabo sus ideas y las logran materializar, cómo  pueden dar órdenes y revisar que se cumplan, y tener a su cargo muchas personas; que pueden mover empresas grandes y manejarlas en los  diferentes niveles que una empresa importante requiere.

Éllos, que sobreponiéndose a una dura disciplina militar, supieron rebelarse y encontrar el camino correcto para ser hoy gentes que mueven al mundo. Creo que se han convertido o han hecho al mundo un poco material, porque la dureza con que fueron enseñados, les hizo matar los sentimientos de la bondad, la benevolencia, la humildad y todos aquellos sentimientos que hacen del mundo algo justo, un lugar hermosos para vivir lleno de pájaros y campos soleados. Me parece que ellos han tornado al mundo en uno práctico, sin yuyos, sin verde y sin sol, porque es lo que su estilo militarizado ha conseguido. Sin embargo, pese a ellos y a su mundo material gris, yo los admiro, porque han podido superar todas las tristezas que implica la dureza de una educación militar.

Viendo la cara opuesta de la moneda ¿Qué hay de aquellos que no han podido superar esa educación férrea, dura? Son aquellos que viven la desesperanza aprendida. Van por el mundo gris, sufriendo el recuerdo de aquel maltrato y aquella dureza. Van dudando cada paso que dar, porque no están seguros si ese paso sea el correcto, o deberán comenzar los deberes nuevamente y recomenzar todo de nuevo. Son esas personas que han descubierto atajos de corrupción, atajos que han encontrado útiles para superar esas dureza, esa deseperanza aprendida que los ha llevado a no ser los dueños del mundo, a sentir gran envidia de aquellos que si lo son. En su forma de sobrevivientes, pienso que están los segundos en el escalafón del mundo presente. Ellos consiguen lo mismo que los dueños del mundo, pero con trampas, con coimas, con malos pensamientos. Son como el demonio del mundo. Son el hermano molesto del rey león. Mientras el Rey León era justo y admirado, su hermano era tramposo y envidioso, era admirado por el bajo mundo y alabado por él, alabado por las hienas y loos zopilotes carroñeros.. Estas segundas personas  que supieron acomodar su personalidad a la dureza no superada de su educación, son quienes nos provocan dolores de cabeza. Son ellos los que aprenden y muestran el camino fácil, del dinero fácil y sucio. Son ellos los que ponen de cabeza a los gobiernos quienes quieren enderezar al país, o abusar de  él, y son ellos, los que con sus trampas, le provocan dolores de cabeza a los presidentes, gobernadores y regidores. Son ellos los que vengan a toda la población de los abusos de los gobernantes.

Son ellos los que admiramos los de más abajo, porque los vemos igual que nosotros, pero con un poco de astucia. Los dueños del mundo estan muy arriba, pero los de abajo están más cerca, son más sencillos de emular y alcanzar.

La deseseranza aprendida ha inculcado en la gente normal, sensible, que no le gusta el mundo material, la duda y el consistente fracaso. El totro grupo que resulto de esta dureza de educación, ha formado gentes espirituales, que no les importa el dinero ni la opulencia material, porque la deseperanza aprendida, les ha puesto el obstáculo para llegar a él, y ellos a su vez, se ha convertido en la parte soñadora de la sociedad, en la parte positiva, que formula las reglas y los cambios sutiles para formar una sociedad más justa. Una sociedad que acepte a todos aunque no tengan millones en el banco, sean dueños del mundo o corruptos, son ellos losque humanizan al mundo, los que se atreven a sembrar una plantita, sabiendo que el medio la ahogará, pero uq se arriesgan, pese a la inminente sedesaarición de ésta. Aquellos espirituales, o inmateriales que no supieron superar la educación dura, son ahora, los simples, los que le dan vida y sentido al camino, los que uno se encuentra por la calle, y les saca una sonrisa. Aquellos que mueven a pensar si lo que se hace es correcto o no, si lo qque se realiza día a día es bueno para la persona o es solo vanal, e implica gasto material innecesario.

La deseperanza aprendida ha lastimado mucho al mundo, porque hay mucha gente que pudo tomar mejores decisiones, si hubiera tenido la certeza y la seguridad de que se vale equivocarse, de que siempre hau otros caminos que ayudan a llegar al mismo lugar. La desesperanza aprendida ha convertido a mucha gente en personas desilusionadas, que no tiene voluntad de subir, porque no saben si allí donde llegarán, será el lugar correcto. Tiuene tantos problemas que hoy ha presentado nuevos retos para comprender por qué no todos han tenido éxito y para elaborar otras formas de enseñanza, que ayuden al mundo a ser un lugar más habitable, en donónde los que no soportan la dureza militar, puedan vivir felices con la certeza de que su vida tiene un sentido, de que su mundo y su forma de ser le da un valor y forma parte de un todo. Que equiilibra la balanza para que  auello que han aprendido no sea un constante sufrimiento y quejarse sobre lo que no pudieron lograr como los dueños del mundo.



jueves, 23 de enero de 2014

Desesperanza Aprendida

Siempre es un tema comenzar algo. Siempre hay que poner cierto empeño extra para comenzar aquello que tal vez ya nos salió mal muchas veces. Tal vez ya lo intenté de una forma, y no me salió bien, después lo vuelvo a intentar, y nuevamente me sale mal. Así una y otra vez, a esto se le llama Desesperanza Aprendida.

Se hizo una prueba entre dos grupos, uno de ellos empezó a contestar una serie de preguntas, y muchas de ellas, las contestaron mal. Más adelante, dando al otro grupo un poco más de tiempo y preguntas más sencillas, una y otra la contestaron correctamente. Cuando al grupo que inició equivocándose le volvieron a preguntar algo fácil, ellos dudaron, contestaron más lentamente y con menos certitud que los otros, que no se habían equivocado nada. Con el tiempo de pruebas, aquellos que empezaron con errores, terminaron muy atrás de aquellos que empezaron con los pies bien plantados.

Sin embargo aquí no hablo de empezar con desesperanza, hablo de comenzar una historia, siempre empiezo con "esta mañana" y eso suele parecerme rutinario, aburrido.

Regresando al tema de la deseperanza aprendida, me refiero a aquellas épcas en que se enseñaba a los chicos al estilo militar, con la dureza de pensar que con "lágrimas" entraban los conocimientos. Esas épocas en que la gente en verdad estudiaba, tenía que desarrollar métodos de estudio y memorizar hojas y hojas de información inútil. Tal vez por eso la olvidaban tan fácilmente, porque lo aprendían de manera triste, con descalificativos.

Hoy en día, siento que el aprendizaje se ha ido al extremo contrario. Todas las preguntas en un exámen son de opción múltiple,  para que al  corregirlas puedan meter un scanner y éste les corrija si ha estado bien hecho.

Escuchaba de las diferentes generaciones, que si la hay X, la hay Y y la hay Z, la hay Milenia y Baby Boomers. Estos Baby Boomers, que fueron los directores a sus escasos 30 años, fueron tal vez la primera generación que se salvó de los reglazos y de "el aprendizaje con lágrimas" y tal vez por eso, crecieron rápido y con esa presteza consiguieron puestos importantes a joven edad. Tal vez esos jóvenes de entonces, vivieran mucha benevolencia, y felicidad en la escuela, porque en Europa hacía muchos años la guerra había terminado, ya habían sanado las heridas y comprendieron que había otras formas de enseñar. El método de María Montessori que hacía un siglo se había establecido, se empezó a expandir, y así esta primera generación se benefició de todos estos nuevos temas. Estos hombres y mujeres osados, que al igual que exploradores, entraban en tierras inhóspitas  y desconocidas, abriendo brecha con sus ideas bien cimentadas por padres estrictos, pero desarrolladas, limpiamente por mentes sanas, mentes limpias, cerebros estimulados y gente que en su época era colocada en el lugar correcto. Esos jóvenes que fueron una muestra para las sociedades venideras, fueron la muestra de lo que implica el cambio. Fueron ellos, los que recibieron injurias de sus padres, y al querer ser ellos benévolos, y buenos con sus hijos, se fueron al extremo de quitarse el pan de la boca, para que "sus estomaguitos" no sufrieran; fueron ellos los que tuvieron que esperar el último turno después del padre, y nuevamente esperan el último turno después de los hijos. Estos hombres y mujeres no sufrieron desesperanza aprendida, porque tuvieron los nuevos métodos al alcance, y gracias a su exploración en todos los campos, hoy podemos vivir de expatriados trabajando en otro país.

Después, las siguientes genereciones sólo se fueron distinguiendo y diferenciando por la tecnología, unos además por ecologistas, otros por el rechazo a las marcas, pero los X se molestaban si no había televisión. Todo el día estaban pegados a ella, porque era lo más cercano a la tecnología que había, la generación Y (o no recuerdo el nombre) quería teléfono y la generación Z "que haya" internet, wi fi, ipod, ipad, y todos los i´s a discreción porque no saben vivir desconectados de ella.

Es esa generación a la que todos nos estamos acercando. Todo aquél que vive con las redes y el celular en la mano, es generación Z, a la que la gente no le importa. A la que no le interesa tomar un café con un amigo porque está en chat con 100; él que en un café, deja a la amiga mirándolo charlar por el teléfono unos buenos minutos porque el asunto "urge". Es la generación que tal vez aprendió con muy poca desesperanza, pero por lo mismo la más insensible, la más inhumana, la más superficial.

Se dice que para aprender algo, uno debe hurgar en la memoria, en las definiciones y en los mapas mentales, para que toda la información entre en las capas profundas del cerebro, para que las neuronas se vayan llenando y haciendo más convoluciones en el cerebro. Sin embargo, la generación Z, no aprende nada profundamente, todo lo tiene en los navegadores marcados con un color diferente en aquellos temas que ha investigado, y es la máquina, no su cerebro, quien recuerda el lugar preciso donde ha estudiado aquello que ha olvidado. De la misma forma que aprenden, superficialmente, son sus relaciones, superficiales. Son aquellos osados que han inventado las prácticas sexuales más extrañas, y desvalorizadoras de los seres humanos. Han sido ellos, quienes en su constante aburrición, han buscado experiencias extremas, que sentir en sus cuerpos, porque su superficialidad no les permite algo más profundo que la corteza cerebral.

Es verdad que cada generación ha vivido sus positivos y negativos, que tan mal estaba la idea del "aprendizaje con lágrimas" como lo está la "opción múltiple" para responder los exámenes. No es lindo vivir los extremos, creo que lo importante es no olvidarse de los sentimientos de la gente, de mirar a cada una a los ojos y leer aquello que te está intentando decir. Cuando la persona se vuelve solo un número de teléfono o un rostro en una fotografía, será momento de evaluar qué tan valioso es ser parte de una generación de gran tecnología y cero corazón. 

miércoles, 22 de enero de 2014

La dispersión de un año 8

Este día nuevamente tengo fiaca, el día ha comenzado tarde y eso sí, muy productivo. Finalmente, estoy logrando un propósito del año pasado, que es meter aire al placard. Con los años, uno va guardando chiches, que aparentemente son muy útiles, y se olvida uno que los tiene. A veces tiene uno mucho de lo mismo y cómo deshacerse de ello. Así, va uno guardando y guardando, apilando y apilando, y de pronto, ya no hay lugar para meter nuevas chiches. 

Es de fiaca porque hay que remover y revisar, toma mucho tiempo y  labor, pero al ver tanto aire en un espacio tan pequeño, tras terminar la labor, se siente uno muy complacida. 

Es que hay cosas que en un momento fueron buenas, que en un momento fueron útiles, chiches que alguien inventa y regala y son muy lindas, pero por alguna razón ahí están y no se mueven. Sin embargo es momento de compartir. Si yo tengo tantas cosas iguales nuevas, puede haber alguien que descubra aquello que yo tengo de más, como algo maravilloso para su propia vida. 

Así es como me veo empezando mi año 8. El año 8 es el del poder, de la fortuna de la riqueza material, de recibir y recolectar cosecha. Todo aquél que sus números de nacimiento y mes sumen 8, vivirán este año de riqueza. Parte de la riqueza, está en compartir. 

Como he dicho tantas veces, cuando lo que se ha trabajado, ha sido espiritual, no hay manera de recolectar algo material, o sea, nada de plata, solo de amor y chiches del placard. 

Es curioso, cómo la energía de cada año personal, se va dando sola. Cuando la persona se deja llevar por "la voluntad de Dios", las cosas llegan solas. El problema es que no sepas qué es lo que Dios te va a mandar. Por eso me parece más práctico esto de los números. Este año, pinta en verdad para recolectar muchas chiches, el pequeño negocio que erróneamente inicié el año pasado, va dando buenos frutos, la gente se engancha con el producto y lo compra, algo que nunca en mi vida me había pasado. Por eso comprendo que este año es material. 

El próximo año será de cierres, terminar aquellas malas relaciones, aquellos malos negocios, y Dios proveerá. Seguramente quedará algún buen cliente de este año, y me quedaré con el resquicio de una buena idea, que deberé reestructurar dentro de 2 años, en mi año 1. Entonces Dios me proveerá con la creatividad, la gente y todo aquello que me ayude a  plantar bien el negocio que hoy es "de papel". 

El año 8 me ha quitado toda la creatividad para ver resultados, ahora llegan. Antes yo miraba un símbolo, ahora el símbolo se materializa en algo que puedo tocar y ver, que es tangible y procesable. No es suficiente lo que yo diga para que alguien comprenda de qué estoy hablando, lo único que puedo decir es que cuando una persona vive en su centro, en la confianza de que las cosas son  y de que Dios no te desampara, entonces, comprenderemos que la energía material viene sola y mueve lo que debe mover. 

En fin que la dispersión es lo que me esta llevando el 8, la ventaja es que al darme cuenta, tendré que mirar la forma en que yo la domine a ella, y pueda sacar beneficio. 

Tampoco tengo tiempo de escribir y terminar mis relatos de viajes, ellos están en la fila, esperando a continuar. 

Si empiezo a observarme, puedo decir que estoy en etapa de "vagotomía" tras mucho tiempo de stress, el cuerpo y el cerebro necesitan relajarse, y por eso no quiero escribir nada. Tal vez por esa razón, la dispersión llena mis escritos, por esa razón, vuelvo a asirme de aquello que conocía, vuelvo a extrañar a mi corazón, que hace tiempo no aparece. La dispersión personal no debería ser en un año 8, porque si no recuerdo donde he dejado las medias, no podré concentrarme para ir a levantar la cosecha, pero espero que pronto se vaya. 

martes, 21 de enero de 2014

Haciendo algo diferente

He aprendido algo nuevo algo que me puede abrir el mundo. Sin embargo mi memoria me dice que hable de algo más importante, porque tal vez eso que acabo de aprender, ya lo sepa, solamente que tiene otro nombre.

Recordaba la película de "Bernard, salva la Navidad" es una película de dibujos animados, supuestamente enfocada para chicos, pero digamos que ellos no entienden nada. De manera que si ellos no entienden, es porque lo único infantil era el duende, Papa Noël y los dibujos animados. El tema, me ha parecido por demás enriquecedor.

Trata de un duende inventor, que quiere entrar a trabajar a la fábrica de Santa pero resulta que sus inventos son poco precisos y las cosas le salen al revés. En esta ocasión, inventa un "recordador de memorias felices" se coloca un sombrero con antenas y la persona recuerda aquellas cosas hermosas que vivió en el pasado, que en el momento del presente, le puede ayudar a superar su tristeza. Como todos los duendes quieren probarlo, se llena de energía el lugar, jala mucha electricidad, y se va la luz en la aldea de Papá Noël. Bernard, sale muy triste de la fábrica, se dirige a su trabajo, a limpiar renos y en ese momento entra Santa claus, quien le muestra su reloj del tiempo. "Hay que tener mucho cuidado para usarlo, ya que los eventos no pueden cambiar" En ese momento no comprende el mensaje.  A los pocos minutos, llegan unos invasores que quieren terminar con la navidad, y usar el principio de Papa Noël, para vender su producto. Cuando a Bernard lo atrapa la policía, descubre que fue su invento el que hizo que quedaran a la vista en el radar, y fue ese instant que no hubo electricidad en la aldea, que provocó que los invasores los vieran.

Bernard decide usar el reloj de Santa para evitar ir a esa cita, lo retrasa unas horas. Lo intenta varias veces, sin lograr evitar que lleguen los invasores.

A Papá Noël lo aprisionan, sacan su trineo a la calle y le piden que les muestre cómo hace para llegar a tantos lugares al mismo tiempo.Papá Noël, que no puede mentir, se queda callado, compungido. En ese momento, Bernard sale al rescate. En alguno de sus intentos por regresar el tiempo, logra esconder el preciado reloj de Santa Claus y en su lugar coloca su invento. Los invasores recuerdan cosas hermosas de sus navidades y así perdonan a Papá Noël y le permiten que funcione la navidad como ha correspondido desde siempre. Se van los invasores, no sin antes probar otro invento de Bernard que los hace olvidar la ubicación de la aldea de Papá Noël.

El mensaje que Papa Noël quería darle a Bernard, era que no perdiera el tiempo intentando cambiar el pasado. Ése debe quedar en donde inició, es a partir de las herramientas del presente, donde podés actuar y resolver lo que mas deseás.

En este caso, Bernard aprovechó su pequeño tamaño para esconderse de los soldados y usar su propia estrategia que salvara a Papá Noël. Se hacía responsable de su error, y mejoraba por otras formas su cara ante Papá Noël, quien al ver la eficiencia de su duende, mira la forma de agradecerle y de aprovechar su talento.

Esta película me ha mostrado como los seres humanos somos siempre iguales, no importa que estemos en un país nuevo, en una compañía nueva, al final terminaremos haciendo las cosas de la misma forma. No hay manera de hacerlo diferente, porque no nos hemos hecho conscientes. Una vez que uno ha descubierto el principio del error, podrá responsabilizarse de sus actos y hacer las cosas diferente. Sólo así se puede crecer. Por lo tanto ese cliché que se usa ahora tanto de: Hacé las cosas diferente, para recibir un resultado diferente, es muy complicado llevarlo a cabo. Hay que observarse, una y otra vez para descubrir el origen del error y conscientizarlo para cambiarlo. No hay manera de hacer algo diferente si no se hace desde la consciencia. Dios me ha dado 10 dedos, y para hacer algo diferente, requiero 11, o hacer que uno de esos 10, actúe diferente.

Esos clichés, son cargosos, son complicados, son demandantes, pero una vez que he encontrado la puerta, puedo decir que hice algo diferente. Sin embargo, aquí no hay recetas, cada quien sabe qué hace mal, y qué provoca el resultado que recibe. Los clichés por eso molestan, porque no llevan mayor información que la que todos usan. 

lunes, 13 de enero de 2014

Eneagrama - el Jovial

En este momento del día, me he quedado paralizada. no puedo tomar decisiones, no puedo hacer nada. porque mi mente divaga sobre lo aprendido.

Me molesta conocer y estar con gente dispersa, que no me ayuda a cerrar ni aterrizar, hubiera querido salir de allí con la mente clara, con un objetivo en mente, y sin embargo, eso ya lo sabía, es como si en este momento se le pusiera un nombre a aquello que hace tiempo vengo aprendiendo y sabiendo, como si yo antes le llamara vida, y ahora se llamara PNL, como si antes yo lo llamara organización para un proyecto de vida y ahora se llama establecer 3 objetivos. No estoy feliz, no me fascina el resultado de estar 3 horas sentada, observando a una mujer dispersa contar sus experiencias, explicar lo que para ella es una vida maravillosa. En mi punto de vista, la mujer no traía un objetivo, un cómo cuándo y dónde. Ella sólo hablaba y hablaba, y le venían temas y temas que en realidad no me han informado nada. A cada punto nos ha cortado por la mitad, para introducir uno nuevo y empezar con otro como si todos supiéramos de qué hablaba. Esta mujer no puede ser más que una jovial desorganizada.

Un jovial es una persona con mucha energía, mucho gusto por las cosas, pero incapacidad total de cerrar a manera de que todos comprendan. Nos ha dado tres objetivos que es debido revisar cada semana, nos ha dicho que  compremos una agenda y en ella anotemos los tres objetivos, a terminar en 3 meses, y después le ha faltado el decir cómo los revisamos, cómo estaremos seguros que vamos por un buen punto. Es tal la dispersión que de pronto ha dicho "bueno, creo que ya terminamos" tal vez sus conocimientos sean tan grandes, tan vastos que pueda darse el lujo de decir "ya terminamos, tiene alguna pregunta?" ¿Acaso alguien dijo "yo"? Claro que nadie ha tenido pregunta alguna, porque ha ido saltando de temas, en libros y de historias en historias. Lo único que ha estado bien expuesto son las historias de libros de autores organizados que ha citado, es lo único que creo que haya quedado claro  no lo que ella hay nos vaya a hacer ganar y a trabajar, ha explicado algunos puntos, pero me ha dejado con tantas lagunas, que yo en verdad voy a tener que prepararme para hacer una serie de preguntas que orienten a todo el grupo hacia un comienzo correcto.

Nos han dado una relajación. Me ha dado tanto frío. En vez de entra en calor, como se esperaba, solamente me ha dado frío. Tal vez sea el miedo. Los ojos me ardían y debía cerrarlos, será que aquello que voy a ver me duele? Tal vez mi subconsciente si ha trabajado y esta es la reacción a ello  y ahora me encuentro frente a una mesa en la que no puedo tomar una decisión sobre qué haré de comer o si mejor me ocupo de organizar mi mente. Tal vez el trabajo es tan pero tan interior que mi subconsciente no me deja hacer en consciencia y por eso me he venido a escribir. La sincronicidad no me ha llevado a nada interesante, sólamente que me han hablado aquellas personas en quienes he pensado, pero no me han dado nada importante, nada plausible. Despues la radio, un tema en verdad interesante que tal vez me pudiera ocupar un rato de la noche, sobre cómo hacer el amor correctamente. Jajaja esto es curioso, ¿acaso hacer el amor me traerá cordura y comprensión? ¿Es acaso correcto que me den tantos temas que laburar que deba primero mirar una flor azul?

No tengo tiempo de cerrar lo que ella no ha hecho, pero creo que he encontrado el camino, el primer punto se llama recuerdo genético. No es posible, todo me regresa al inicio. a aquél principio que pensé cerrado, y no lo está, solamente está latente, esperando a ser revivido en cualquier distracción.

Aquí debo dejar mi relato, debo tomar decisiones en la armonía de un recuerdo genético, de un regresar al origen una y otra vez.

Los eres humanos somos seres  cíclicos, comoetemos los mismos errores una y otra vez y cada vez o cierto tiempo regresamos al punto de partida, pero en un escenario deiferente. Es como los recuerdos genéticos. Hay quien los llama vidas pasadas, pero para comodidad de un presente me parece más lógico racional usar un recuerdo que fue heredado en mi genética. Si por ejemplo ....

Lo sé,  no he dicho nada, así de divagada estaba la charla de este curso primer capítulo en el que me he sumergido. 

viernes, 10 de enero de 2014

El aroma de un lirio

Esta mañana me he encontrado un trío de flores, cuyo nombre no recuerdo. Son esas flores que al abrirse parecen una fuente, de pétalos largos, que sueltan un hermoso perfume de color lila. La palabra que me viene es Gerbera, pero esa no es, es un lili de lirio, pero a ellas las he visto por cientos. Era una hermosa que empezaba a abrirse. Como una fuente en su primer momento, en que empieza a preparar el brinco, en ese momento, la lili me miró y me hizo sonreír, me hizo sentir emoción en el estómago, esa emoción de cuando está a punto de suceder algo y uno espera porque el chorro todavía se está preparando para saltar a su máximo esplendor. Junto a él había otra lili ya abierta en toda su magnificencia, ya era un chorro grande, decidido, un logro de la naturaleza que muestra su máxima presunción, su más hermoso perfume para deleite de los sentidos. La vista que mira ese hermoso chorro de la que fue hecha una pequeña flor lila, llama al olfato a aspirar ese perfume discreto, que es de un momento, porque al poco tiempo se torna rancio. Es un aroma dulce, hermoso, una aroma suave, perfumado a flor de lirio. Es un aroma que te transporta a la elegancia al placer de la comodidad, al placer de quien vive un momento dulce agradable, estimulante, embragiante. Ese que puede traer una pasión repentina. De cuando uno se cruza con esa persona que te pone a temblar, la  mirás de nuevo, y te subyuga su sonrisa, te exalta su aroma, su presencia, su caminar, que al mirarte a vos se ha tornado pausado, armónico. El perfume que te invita a ignorar el reloj, y con una mirada, invitar al repentino placer, a acercarse  a vos, a regresar sus pasos y decirte "sos tan hermosa como esta flor, y en ese momento te compra un ramo con lo que vos te llenás de placer, aquél que un hermoso aroma muliplicado por miles de sensaciones te lleva a relajarte y a saberte adorada, admirada. El placer repentino de mirarlo alejarse, porque ha cumplido su misión, la de pasar un momento lleno de gran placer, para nuevamente marcharse. Ese placer repentino que esta hermosa lili despierta, tan solo olerla.

Este lugar me hizo detenerme, se escuchaba un lejano pajarilo que gorjeaba con el sonido de la primavera, con el cantar de quien espera una vida que se abre a sus pies, sus polluelos acaban de salir del nido y hay que buscar gusanos para que todos ellos coman. Un  aroma y una sensación llena de placeres repentinos, y efímeros, que se terminan en el tiempo de una flor, pero cuya presencia ha traído cientos de pimpollos que están por florecer alrededor.

No hay manera de igorar que el tiempo pasa y hay que aquilatarlo por instantes, para dejarlo que produzca, que se reproduzca dejando una hermosa descendenia que hará que eternamente tengamos el placer repentino y efímero de su compañía, de alentarnos a seguir adelante porque así nos animaremos a
seguir buscando aquello que nos merecemos y deseamos para enorme placer. 

miércoles, 8 de enero de 2014

Istanbul - Eyüp

Amanecía lluvioso, el Bósforo tenía una triste cara grisácea llena de lunares de lluvia que lo cubrían en toda su inmensidad. El día era frío, ya se había ido el verano, dejando el clima frío, húmedo del otoño. Aunque aquí el clima es muy regular todo el año, cuando llueve, baja la temperatura. No me gusta cuando llueve y menos de viaje, se mojan los zapatos, y va uno para acá y allá pescando una linda gripe.

Cuando Meltem, nuestra guía nos pasó a buscar, no llovía, había cesado un rato, mi campera de lluvia llevaba un gorro, que me ayudaría a resolver en parte la humedad. De manera que con este clima nos dirigimos a Eyüp. Aquí entre nos, me parece que era el favorito de la guía, porque cada día nos mencionó algo sobre este lugar, ya fueran los mármoles, o el lavador de pies, o algún detalle que veríamos más adelante, al llegar acá.

Nos encontramos con un pequeño barrio muy limpio, calles estrechas, empedradas, un poco escarpadas por estar montadas en una montaña. Con cuidado, descendimos del transporte y caminando observamos una hermosa plaza hecha con piso de mármol. Aunque llovía y estaba nublado, se podía observar con detalle la armonía del lugar. Algunos establecimientos pequeños que vendían souvenirs, o algo más para la gente que habita cerca. Me llamó la atención la fuente a la altura del piso. El chorro cae haciendo cúpulas de agua en el vacío, para volver a surgir nuevamente de ese lugar al que cayó. Parece una pequeña copa de árbol en el suelo, toda hecha de agua. Está rodeado por árboles verdaderos. Cuenta la tradición que el profeta tuvo un sueño: una rama seca de la que surgían hojas frescas. Al encontrar la señal de su sueño en este lugar, decidió que aquí edificarían la mezquita suplente de la Meca. Cuando los fieles no pueden ir hasta allá, pueden venir aquí a cumplir la obligación que todo musulman tiene, de ir por lo menos una vez en la vida.

A diferencia de otras mezquitas, aquí se respira silencio, paz. Aquí se siguen las reglas del islam con mucho más rigor que en cualquier otro lado.

En la entrada de una gran verja llena de árboles, está el cementerio. Enormes figuras, de estelas posan sobre cada cripta; un placer a los ojos mirar esculturas y mausoleos que se pierden hacia la izquierda. Siguiendo el camino a la derecha, está la rama con las hojas de la señal del profeta y más adelante tras caminar por un camino cubierto de árboles y un poco escondido, se llega a la enorme explanada con el lavatorio de pies. Aquí vi algunos más que en otras mezquitas lavando sus pies, y a otros más haciendo oración. Nos pidieron que cubrieramos la cabeza con un pañuelo, nos descalzamos y guardamos los zapatos en unos plásticos. Entramos en la enorme mezquita, que al igual que las otras tenía medidas enormes. Aquí no se podía hablar nada, ni en voz baja. Me ha gustado tanto este ambiente, es la única mezquita que me llamó a orar. Por supuesto que lo hice estilo occidental, en silencio, de pie, cerrando los ojos y contemplando aquella inmensidad de volúmenes y espacios.

Me ha dejado una agradable sensación al salir de aquí. A lo lejos, vimos unos hombres y mujeres, vestidos en lino blanco, que según la guía, se dirigían a La Meca.

Eyüp se sitúa en la zona del cuerno de oro. Aquí se fundó el Imperio Bizantino y Constantinopla. En el cuerno de oro las embarcaciones se encontraban más seguras de ataques sorpresivos. Es un paso natural entre el Bósforo y el mar de Mármara, y tal vez por su ubicación, o por la forma de cuerno es que le denominaron así.

Rodeamos la mequita, entramos en un camino de ripio y subiendo un poco, llegamos a un teleférico que nos ayudó a cruzar la barranca hacia el otro lado. Aquí llovía copiosamente, y me he encontrado a la venta un hermoso paragüas rosado transparente. Lo abrí y cerré, y me gustó el estilo, resistente y  frágil, dado el precio que pagué por él. Por lo menos, me ayudaría a pasar el día, pensé. Para mi sorpresa, el paragüas me ha durado muchos años. Subiendo por una escalinata, llegamos a la antigüa casa de Pierre Loti. Hoy es un museo, y un lugar donde venden las obras de este autor que durante años viviera en esta pequeña casa, esperando a que cada día llegara Aziyadé, una esclava de un harem, que lo conquistó.

Tomamos te de manzana, típico de Istanbul, o tal vez de



Turquía, y unas masas duras, o pan o algo así. Nada delicioso que haga a mi mente recordar.  

El castillo de palabras

Para mi escribir se me está haciendo un vicio. Así como quien fuma un cigarrillo cada momento que tiene oportunidad, o como quien bebe de igual forma, para mi, escribir se me está haciendo una necesidad. Hay momentos que quiero escribir largas páginas, otras en que sólo quiero tres líneas, pero no encuentro otra forma de expresarme.  Cada vez que me dispongo a laburar, necesito primero escribir unas páginas, organizar mi cabeza y así ya podré continuar con todos los planes. Es como quien requiere agua para pensar, yo primero requiero sacar de mi mente todo aquello que se ha formado como un castillo que a la larga viene a ocupar toda mi mente, mi intelecto, mis emociones. Yo necesito cada día, tirar ese castillo de palabras guardadas en mi mente. Pero no puedo expresarlas oralmente, esas palabras son ideas truncadas, pensamientos inconclusos, diálogos en preparación. Hay tantas palabras formando el hermoso castillo en mi cerebro, que desgraciadamente lo tengo que tirar. Ese castillo es como una pared que me limita con el mundo exterior, ésta me deja dentro de mi, me impide comunicarme y hablar con la gente, me limita a quedarme sólamente de observador, sin ser actor.

Ahora que hablo de castillo, me recuerdo la película de Frozen. La hermana grande que tiene el don de congelar todo, tiene el don de construir desde su imaginación. Esa escena en que ella ha huido a la Montaña del Norte y desesperada, y feliz al mismo tiempo, empieza a lanzar sus rayos formando paredes hermosísimas de hielo, las mismas que se forman en el Perito Moreno, por supuesto que hecho más habitable en dibujos animados. Esos castillos eran hechos de hielo, sin embargo, los de mi cerebro, están hechos de palabras, las que salen a toda velocidad sin sentido de mi boca y que la gente al oírme me mira extrañada sin comprender un ápice de lo que intento decir. Esos mismos castillos son los que debo deshacer cada día con mis letras.

Es algo que adoro. No imagino cómo pasé toda mi vida, sin este blog que me permite escribir y escribir. No hay una birome que ya no funcione y no tenga más tinta. No hay block que se termine y me obligue a ir en busca de otro, interrumpiendo mi diario placer. Es en verdad algo hermoso estar aquí, en esta hoja simplemente expresando y conociéndome. Cuántas cosas desconocidas de mi, que ahora hallo. Me facilita encontrar el camino de una mente superior. Las mentes superiores son las que se dedican a hacer funcionar el mundo, pero se encuentran con una serie de contrariedades, como las que me topaba yo antes. Hoy, puedo, formando mi castillo de palabras, liberar todas ellas para hacer de mi mundo algo mejor, algo hermoso, un lugar donde me gusta vivir.

Charlando con una amiga, a la que si le tocaron muchas expresiones sin sentido, me doy cuenta de qué útil me ha sido esta herramienta, antes lloraba y no encontraba una salida, me quedaba en lo mismo días y semanas. Pero gracias a estas páginas esos castilllos que me impedían resolver, los puedo quebrar diariamente, sin miedo de que aparezcan nuevamente, porque de igual forma, los puedo romper, e incluso modificar. Cuántas historias divertidas me han surgido con los ladrillos de este castillo. Cuántos momentos de placer han surgido tras tallar y desenterrar todo el oro que hay debajo de ese castillo de palabras. 

martes, 7 de enero de 2014

El negocio-amor

¿sabes una cosa? te quiero y te deseo....
Ojalá que todas las historias terminaran en este tipo de inicio. Claro que pueden iniciar así, "te quiero y te deseo" y dentro de 3 años, "ya no te soporto". ¿Por qué es tan difícil la convivencia humana? ¿Por qué alguien que hoy te fascinaba, mañana no lo soportás? ¿Por qué no puede el amor durar eternamente? El sentimiento,debería funcionar por años y años porque ya existió y porque ya era, es sólo cuestión de vivir. Debería ser un instrumento o un elemento del ser vivo, uno que no se descompone con el uso, sino que por el contrario, se modificara, como lo es todo lo vivo pero no se descompusiera.. Que el amor que naciera entre las personas, entre los hermanos, permaneciera como el único sentimiento, que no fuera suplido por otro más intenso como el odio. Debería ser como la piel. Que se regenera, siempre se recupera y  vuelve a funcionar y a hacer su tarea de cubrir la carne y protegerla de cualquier contrariedad. Ojalá que el sentimiento permaneciera sobre cualquier otro, sobre cualquier necesidad, porque es algo que ya apareció, ya existió y así permanece.

Tristemente no es así. Los sentimientos son como la química. Están hechos de reacciones  e influencias externas. Si al H2O la ponés en un elemento de calor, entonces hierve, y si en el freezer, se pone tiesa. Desgraciadamente, son los sentimientos elementos que reaccionan al contacto del medio ambiente. Ojalá que cada día y tras pasar los años los sentimientos permanecieran idénticos para todo el mundo, y así el odio siempre quedarse para unos y la tristeza para otros y el amor para quien lo necesita y lo ha decidido.

Dicen que el amor dura de 6 a 8 años, cuando es por la persona y solo 6 meses cuando es puro. Por ejemplo, para un bebé el amor de sus padres les dura puro muchos años, mientras que a la pareja unos cuantos meses, el tiempo suficiente para que otro sentimiento venga a destronarlo. La pareja debe fundarse en otra cosa que no sea el amor, si se funda en un objetivo de trabajo, de riqueza, de algo material con un objetivo a largo plazo, lo que suceda en el camino, que se llaman hijos, adversidad o cualquier cosa desagradable, pasará porque el objetivo final no era amarse sino hacer un negocio. Sin embargo me imagino que tampoco es muy duradero porque si es sólo la conveniencia, siempre habrá un socio más productivo que haga que el negocio se sustente con mayor fuerza.

Me viene a la mente la película de la Reina Victoria: Ella siendo reina adolescente, huérfana, conoce a un príncipe alemán se enamoran y como sucede, se casan. Él estaba aburrido en el castillo, la Reina y la poderosa, era su esposa y a él le convenía quedarse quieto en casa, sin embargo empiezan a haber problemas entre la pareja porque el hombre lleva en sus genes al guerrero, al cazador y estar sentado de amo de casa, era muy aburrido. Entonces se ocupa de limpiar el castillo, se mete a todos los rincones, manda limpiar las ventanas, porque seguramente en su casa estaban muy limpias y porque era tal su aburrición que necesitaba mirar el jardín, y la suciedad se lo impedía. Desde entonces, las ventanas de ese castillo estuvieron siempre limpias. También se mete con los sirvientes, y descubre que todos los días hacen comidas elegantísimas para el Rey Jorge III que murió hace como 10 años y ellos tienen a bien comer lo que el rey dejaba, o sea, toda la comida era para ellos. Se involucra en tantos detalles del castillo que lo hace eficiente. Pasan los años y el negocio- amor sigue prosperando, vienen los hijos, los educan, sobre todo él, porque la reina tiene mucho trabajo rigiendo Inglaterra, y el matrimonio perdura. Al cabo de unos muchos años, muere el consorte de la Reina, ya para entonces, ella le había permitido compartir su oficina poniendo su escritorio al lado del de ella, él le aconsejaba según sus conocimientos y nuevamente, el negocio-amor prosperaba.

No me sé la historia verdadera y yo solamente vi la película, pero me parece un buen principio, casarse por negocio con una persona que verdaderamente amas, hará que la pareja y el amor permanezcan. 

lunes, 6 de enero de 2014

El regalo de Jiménez

"Hoy he llegado emocionado al árbol de natale, y con desconcierto, me he encontrado una carta de los reyes, he sido un niño tan desconsiderado que no me he ganado ningún regalo. Mi regalo que yo esperaba, se ha quedado en una bodega esperando a que yo me porte bien. Yo había pensado que los Reyes perdonaban todo y no veían, y he descubierto con tristeza que no es así, que ellos si ven y si cobran lo ofrecido y que si no me he portado bien, efectivamente, no me traen nada. 

¿Por qué? ¿Por qué los reyes no se acuerdan de mi si yo soy solo un niño pequeño con buenos sentimientos? A mi me han enseñado que portándome mal, siendo desobediente, haciendo enojar a papá y a mamá, es como puedo recibir algún beneficio, y así lo he aplicado, pero los Reyes no lo han entendido así, y no me han traído nada". 

Cuenta Jiménez a su psicóloga tras esa sesión de hipnosis. Jiménez habla como chico, se expresa como chico. Se le llenan los ojos de lágrimas como si todavía tuviera 7 años. Jiménez se queda callado, mira al piso, se da cuenta de sus lágrimas, y avergonzado se las enjuiga con la mano. No se atreve a mirar a su interlocutora, quien impávida le alcanza un pañuelo.  
" Es que yo quería regalos, y no me los han dado. Yo quería algo lindo, y no he recibido nada. Desde ese momento, me fui fraguando en una mala persona. Fui fraguando aquello que me tornaría en un ser malo. ¿Por qué comportarme como ser honesto? ¿Por qué ser bueno si me habían enseñado a ser malo? Mis padres siempre peleando mi padre siempre abusando de su autoridad, mi madre defendiéndose de mi padre. Ella siempre me tuvo fé, ella me apoyaba. Pero no importaba qué hiciera ella por mi. Las madres están para eso, para hacer todo por un hijo, mientras uno hace lo mismo que su padre. Yo aprendía que mi padre era abusivo, y yo aprendí a ser así, yo aprendí que mi padre era violento, y yo aprendía a tratar así al mundo."
"Pero, me decías que tu madre sí te apoyaba"
"Ella si, la quería mucho, pero no podía comportarme como una mujer si yo era un hombre, yo debía hacer lo que los hombres, como mi papá. No podía actuar como mi mamá, si ella es mujer."

Al fin la psicóloga rompió el silencio "¿Vos pensás que un regalo no dado amerita todo este mal comportamiento? Yo creo que ya lo podés superar. Si ya has comprendido que la culpa es de un regalo, anda, compralo y pedí que te lo envíen por mensajería, de parte de los reyes magos para vos". 

Jiménez triste salió del consultorio. Tenía que ir a firmar a la cárcel, tenía libertad condicional y algo en el fondo le quedaba que un alma bondadosa entendió el origen de su problema y lo liberaron con la condición de que firmara cada semana. El verdadero reclusorio vivía en el corazón del hombre, no había celda material capaz de mantener a semejante hombre cerrado. El un hombre joven, de tan solo 30 años, un hombre siempre aventurero, siempre en busca de algo nuevo, de algo que le hiciera sus ojos, entonces sonrientes, lanzar un chispazo. Su boca mediana, semi formada, el labio inferior grueso, de una persona noble, el labio superior delgado de una persona enojona. Su altura no lo dejaba pasar desapercibido, su gran tamaño y grandes manos, hacían que por donde pasara la gente le cediera el paso. Jiménez un hombre hermoso, con un corazón secuestrado, con un corazón endurecido por la maldad recibida en una infancia mal terminada. Jiménez un gran hombre, con un hermoso corazón que había tenido que cerrar por encontrarlo inútil de utilizar. Sólo la fuerza bruta, la fuerza dotada a esa medida enorme de su persona, le ayudaba en la tierra. Sólo esa fuerza bruta y maciza le hacía moverse y continuar por el mundo. Sólo esa fuerza bruta era lo que quedaba de un chico, que no hubiera recibido un regalo en el día de reyes. 

sábado, 4 de enero de 2014

Istanbul - Haghia Sophia

Visitar la mezquita azul fue curioso, había demasiada gente, parecía un bazar más que un lugar de oración. Al mirar las fotos, me ha faltado describir los ventanales y curiosamente mis ojos vieron detalles que la camara no ha podido retratar. La cámara ha tomado un todo que mis ojos han visto como un detalle.

Istanbul inició como el Imperio Bizantino, fue famoso porque allí estaba Constantinopla. En algunas zonas antigüas, todavía quedan rastros de la enorme muralla de piedra amarilla clásica de las construcciones de esa época. En un principio, todos los habitantes eran de religión ortodoxa y una de las principales construcciones que tiene Istanbul es Haghia Sophia, que significa Santa Sofía, que no tiene nada de santo sino que se refiere a la "Divina Sabiduría". Esta enorme construcción se hizo como iglesia ortodoxa, los venecianos dorados forman imágenes y pasajes de la biblia hermosos.

Nuestra guía nos ha mostrado con gran cuidado las caras santas que tienen los actores de las paredes. Más adelante, Istanbul fue conquistado nuevamente y se hizo musulmana, entonces, Haghia Sophia se convirtió en mezquita islámica, cubriendo los hermosos mosaicos dorados con paredes pintadas con algún grabado. Tiene hermosos mármoles de colores que durante años seguían las normas musulmanas. En algún momento de mayor población, los ortodoxos reclamaron su iglesia, querían que les fuera devuelta para su uso, considerando que ya había suficientes mezquitas. Como no se pusieron de acuerdo, el presidente de entonces, Atatürk, la tomó para el estado y la hizo museo. Hoy está siendo remodelada y escarbada para buscar los antigüos diseños ortodoxos y se ha ido hallando en algunos rincones. Así, esta enorme iglesia muestra una combinación de estilos: mármoles hermosos de colores y pasajes de la biblia y de la virgen con venecianos dorados. Lo más impresionante es que aquí, por ser iglesia con otro fin inicial, su construcción es de dos plantas, con una galería que permitía tomar la misa desde arriba, para los que recién iniciaban, y desde allí hemos podido observar claramente a nuestros ojos y escala humana , hemos podido apreciar las medidas gigantescas de ésta y compararla con las otras mezquitas. Pareciera que el gigantismo barroco es la medida que se ha tomado para construir en esta ciudad.

Haghia Sophia es hermosa por fuera también, es monumental y está rodeada de árboles y grandes explanadas. Antigüamente había cerca de allí un






hipódromo, que hoy se ha sustituído por un hermoso parque 

El adulto chico

Hoy no sé en qué sentido escribir. Veo imágenes simpáticas e infantiles, una muñeca abandonada en una fotografía, una pequeña que juega constantemente con todos sus juguetes, con sus muñecos. Les saca fotgrafías, les organiza festejos, todo lo que para una pequeña es formativo para sentirse grande. Cuán importante es ser grande, pero, es más aún que esa adultez como se conoce realmente el ser grande, vaya acompañada de una actitud en verdad de convencimiento, de quien acepta que ya no es más un chico, que pese a que la actitud hacia la vida debiera ser de chicos, es preferible tomarla como adultos, vivir la vida como un adulto.

¿Qué es vivir como adulto? Es no buscar sólo diversión. Los pequeños, con toda seriedad juegan con sus coches, con sus muñecos. Con toda seriedad salen de viaje y tienen conversaciones que les van formando una idea de lo que es el mundo, y los adultos, deberíamos mirar el mundo con la misma seriedad que ellos nos observan, pero con la comodidad que lo hace un chico, con la libertad y apertura, con la ligereza de quien puede cambiar de juego, sin ansiedad, sin corrupción, sin todas las telarañas que tenemos los adultos para actuar. Esa parte de las telarañas me proyecta. Siento que las telarañas, son todas las enseñanzas que hemos tenido y que las tomamos y utilizamos sin elaborarlas. Si nuestros padres nos han enseñado que vestido de azul es como se va al laburo, no pensamos si es correcto ir vestidos de azul, así vamos eternamente sin pensar si el azul es el color que más me conviene. Si los padres han enseñado que antes de un asunto importane uno debe gruñir a todos y ponerlos nerviosos, así lo efectuamos, sin considerar que esa actitud está de más. Son esas telarañas las que nos afectan como adultos, las que nos obligan a querer ser chicos nuevamente. Los chicos quieren ser adultos porque parece maravilloso, pero los adultos admiramos la libertad, la poca responsabilidad y demás virtudes que un pequeño tiene y de esa forma suelen comportarse algunos.

Algunos adultos viven embriagados, o con alguna pequeña dosis de alcohol en la sangre, mostrando que no han superado la etapa infantil, mostrando la irresponsabilidad que un pequeño le corresponde y es de su época. Un adulto sabe beber, poco y con medida, sabe festejar, con la mayor diversión, sabiendo que al terminar ese festejo, se ha terminado y no vamos a seguir jugando como chicos, esperando que mami nos despierte o que un adulto se venga a responsabilizar de nuestra mal terminada fiesta.

Ser adultos es maravilloso, yo no quisiera ser pequeña por nada. Yo soy pequeña, soy chica en muchas formas, mi manera de actuar y de pensar, sin embargo es la parte divertida de mi. A mi me gusta ser adulta,  porque soy responsable, madura, porque se el momento en que la fiesta ha terminado o por qué no quiero ir a la fiesta. Ya no tengo que pedir permiso a mami o a papi, ya no tengo que esperar que alguien tenga el sí final. Esas ventajas son las que ven los chicos y por la que desean ser como nosotros. Yo se que esto suena a abuelos, pero cuando empieza el año, uno debe evaluar el camino que ha seguido y hacer modificaciones al respecto.  Yo sé que es aburrido escuchar las frases repetitivas publicitarias de "aprendé de los errores y seguí adelante" es muy desagradable escuchar que la gente las usa como una letanía. Creo que está bien, si se siguen y se toman en cuenta, si en verdad uno aprende el por qué la fiesta debe terminar al cerrar la puerta y por qué conviene beber sólo lo suficiente para estar felices mientras ésta dura. Ser chicos es lindo para disfrutar el momento. Bueno, ser un chico como el de antes, cuando lo más cool era tener plumines nuevos. Vivir el momento lentamente como si fuera una experiencia nueva, pero vivirla como un adulto que sin telarañas que le distraen su verdadero objetivo sabe comportarse como él ha decidido y no por el miedo, por el gruñido, por el extraconfort o por el móvil con que ha sido educado. 

viernes, 3 de enero de 2014

Istanbul - Mezquita Azul

Decía que me gustaría escribir una novela de Istanbul, algo que me lleve al misterio, a la duda del pensamiento islámico, a la cultura musulmana. Es una cultura que yo no comprendo. El pensar que se inmola uno al matarse por Alah. El matarse como hombre bomba en medio de una plaza, matando a otros cientos consigo, porque eso va a purificar al mundo. No lo comprendo, es como el nazismo, que pretendía aniquilar a los judíos por no ser puros. Otro punto es llevar a la mujer velada, ¿es para que no escandalice, o es porque no existe? Tal vez sólo sea una máquina de dar bebés para poder inmolar y por eso la llevan velada y minimizada. Es algo que tampoco comprendo. Vivir en un harem conviviendo con otra mujer que comparte la misma carne cada noche, tampoco. Me imagino la competencia entre las favoritas, quién tiene más trucos para ganarse el gusto del sultán. Cada noche inventar algo nuevo para que al día siguiente el la elija a una. El enojo de la rival por verse destronada y que sólamente le quede una noche para permanecer como favorita, o se irá a la fila de repuestos. El enojo de pasar a segundo término porque el sultán se ha cansado de mi. Tal vez no tenga que ver con su estado corporal, tal vez haya algún problema importante en el país y él quiera estar solo, la está rechazando a la mujer de turno, y eso seguramente la conflictúa. Son detalles que mi pensamiento occidental, no logran captar.

De esta forma, continuando con el tour por Istanbul llegamos a la mezquita azul. Se le llama así por tener en su interior mosaicos blancos pintados en azul, verde y detalles rosa. Son grabados, minúsculos que forman enredaderas que se van ensanchando hasta cubrir 5 cm, para volver a limitarse a una sencilla línea. Aparentemente no significan nada, pero dado el misterio de la cultura musulmana, asumo que esos grabados surgieron por su misma letra, los mismos gráficos que ellos escriben en su lenguaje escrito, los han impreso en las paredes de esta bella mezquita. Es algo hermoso, seguir con la vista la inmensidad y la grandeza de este trabajo. Éste se repite a lo largo de toda la mezquita, en paredes y techos. Son espacios ipresionantes. Entre cada pared, hay alguna columna de pata de elefante, con una circunferencia de 10 m. cuando menos. Es un espacio tan grande que es difícil calcular su medida, si el salón de fiestas de Dolmabahçe mide 200 metros cuadrados, ésto siendo mezquita y con ese tamaño de columnas, puede bien medir 400 metros. El techo es de doble cúpula.

Desde el atrio uno admira una hermosa cúpula redonda muy grande, que desde dentro pasa uno varios segundos siguiendo la línea hasta llegar al centro de ella. Como decía, el atrio es también enorme. Este es más fácil de medir porque es abierto, tiene en el centro un pequeño kiosko de unos 20 metros de circunferencia, donde están los lavaderos de pies, pueden bien albergar 10 hombres que deben purificarse antes de entrar descalzos en la mezquita. A los turistas nos permiten entrar descalzos con unas bolsitas en los pies. Llevar los zapatos en la mano porque no hay un espacio para colocarlos. Yo imaginaría que al estar los pies descalzos, este lugar olería muy mal, pero no es así, huele a incienso o a algún aroma arabe con sentido musulmán.

Ya que se ha uno acostumbrado a las enormes dimensiones de este lugar, se fija en los detallles, al lado izquierdo hay una especie de altar con columnas. Realmente mi curiosidad no fue tanta como para ir el viernes a observar una misa musulmana, no hubiera podido, siendo mujer hubiera debido quedarme tras las celosías. Las alfombras llevan unas líneas que en cierta distancia se rompen por  un tulipán, donde se coloca el hombre que va a hacer su ritual. El tulipán es una flor sagrada, aparentemente por su pronunciación. Es una lilácea y al pronunciarlo en árabe suena a lelah, algo así como Alah. Entonces, la alfombra rojo claro dibujada con líneas que alternan tulipanes en todo lo largo, puede albergar a miles de hombres allí dentro, con un espacio grande y suficiente para poder agacharse, hincarse y tomar la posición de alabanza. Las celosías, donde las mujeres deben colocarse, son estrechas, me las imagino hacinadas, como en una trinchera, haciendo los mismos movimientos pero pegadas unas con otras para poder caber en ese lugar pequeño.

Las torres no se aprecian desde dentro, sólamente en el atrio se miran las 6 torres, como palos largos, larguísimos que se van adelgazando, terminando con un  tope de acero que acaba en una sencilla aguja, una aguja que se introduce en el cielo, como una inyección que quisiera absorber aquello en lo que se desintegra y traer el cielo hasta la mezquita, inyectarle al cielo, y absorber de él la pureza que la mezquita requiere para alabar a Alah. Desde la distancia parecen hilos de agua que se desdibujan en el cielo. Es como una fuente redonda con sus chorros que suben y bajan y vuelven a subir, para tomar impulso y volver a subir. Es una imagen hermosa en la distancia, una fuente de cemento, rodeada de arboles y fuentes de agua, que se pierde en un hermoso
cielo azul cobalto, brillante, limpio. El cielo de Turquía es hermoso, azul claro.

Auch

Hay días en que las modificaciones conductuales del cuerpo, le descomponeen todo el día. Eso me ha pasado ayer. Cada día he tenido una situación que me hace perder algunas horas de las pocas que tengo para entretenerme. A veces es una discusión, otras un retador, ayer fue un dolor de estómago. Yo fui a almorzar temprano, al regresar a casa, sentía una bola en el estómago que no me permitía respirar. Era una bola dolorosa, que me tenía hinchado el abdómen. En ocasiones me recuesto boca abajo y eso me apacigua el dolor. Aquí como no tenía aire, me recosté con la cabeza pendiendo de la cama, un poquito más y me caía de cabeza. Me he tomado varias tisanas de camomila y el dolor no ha cedido sino hasta varias horas después.

Creo que la mezcla de lácteo y gluten es letal para mi  organismo, es como un veneno, como de crustáceo. Yo había pensado que ya estaba repuesta, y me paraba para continuar el día, pero nuevamente el dolor me mataba. Alguna vez escuché, que un remedio para el estómago era el café. Evalué que a esa hora, una taza de café me mantendría despierta hasta altas horas en la noche, pero me arriesgué. Tomé un café, y... si me curó y no me dió insomnio, me pude dormir temprano.

Es molesto cuando las situaciones adversas a uno le entorpecen la vía rápida y el llegar al punto esperado, pero me dejé llevar por los ojos. Me habían descrito el postre como con láminas de chocolate, y yo me dejé llevar por la curiosidad. Al final era un pastel imposible, ese que uno coloca la masa de pan arriba y el flan abajo y al final de la cocción esta invertida la posición por el peso específico de cada materia. Si estaba delicioso, pero ha sido letal.

Veo oscuridad en el fondo de un asunto, es como si ese dolor fuera el principio de otra cosa. Hay que ver al doctor. Creo que es el intestino con el colon, nuevamente hay que tratarlo. En fin, que es desagradable cuando uno se enferma sabiendo que hay productos de que no deben comerse. 

jueves, 2 de enero de 2014

Istanbul - Horacio

Esa primera noche en Istanbul fue de lo mejor. Ese país te seduce, tiene ese encanto que hace que te sientas feliz, lleva el misterio de aquello que uno supone será maravilloso. Caminar por esa calle peatonal llena de jóvenes hombres y mujeres, la mayoría locales. Era jueves, y la calle estaba llenísima, yo pensaba que por ser jueves, los locales la usaban como día de paseo, pero no era así, también en martes estaba repleta de jóvenes. Istanbul tiene un alto porcentaje de su población en jóvenes menores a los 30 años y se nota en las calles.

La cultura está muy europeizada, yo esperaba ver mujeres de todas edades, veladas. Pero no. Las jóvenes, no llevan ningún velo, ni muestran sólo los ojos como se podría percibir en Irán,  o en otros países musulmanes. Vimos muchas mujeres iraníes de todas las edades, esas sí, con su Burka o como se llame la sotana que les cubre de cabeza  a pies. Pese a la gran influencia eurpea, los jóvenes turcos, se ven recatados y bien comportados, y parece que uno está en cualquier ciudad de Europa por la vestimenta que llevan.

Uno de nuestros compañeros de viaje, se llamaba Horacio. Él tiene esa simpatía, esa forma de hablar, que no importa lo que diga, seguramente parecerá una broma. "Mirá aquí le llaman Koafer. Mirá pero si es un coiffeur, solamente lo disfrazan para que parezca turco". Había que cruzar una calle donde confluían varias otras calles, había que pararse en medio de cada una permitiendo que pasaran los autos. Una vez que dominamos el cruce de esa calle, dice Horacio: "Mira ya somos turcos, ya cruzamos igual que ellos". Había uno como conventillo donde cada casa era un restaurante. Entre todos pagaban el alquiler y el show. Desde la primera noche que pasamos por enfrente de éste, entramos a investigar cómo era. Cada vez que pasábamos por enfrente, nos quedábamos un poco más de tiempo, cada día tomábamos una copa, otro día comíamos y así, la última noche que pasamos por allí, le he preguntado si no ibamos a pasar al lugar predilecto, se me quedó mirando y con la voz de quien tiene todo seguro, me respondió "no, ya soy socio". Tal vez al comentarlo no suene tan simpático, sin embargo en ese momento, no pude más que tirarme a reír. Ese hombre en verdad sabía mantenerme en estado de risa etílica.

Al siguiente día visitamos el Castillo de Dolmabahçe. Es un lujo grandioso el de este lugar. Los jardines bien cuidados, las rejas ya cerradas, pero entonces abiertas a la navegación por el Bósforo, cada rincón de este castillo tiene una ventana a este hermoso río cuyos colores cambian según la hora del día y el sol que le esté pegando. La guía nos describía con detalle el uso que se le daba a este castillo, eran las oficinas del sultán. Aquí recibía a los jefes de estado, y presidentes que tenían a bien visitarlo. Los salones son inmensos, con techos altísimos, la decoración repleta de oro y espejos, de cuadros valiosos y alfombras hermosas. En forma curiosa, observamos que los muebles no estaban desgastados, que las sillas eran muy pequeñas para el alto de la mesa, y, nos contaba la guía, que ellos usaban el suelo para sentarse, los muebles eran sólo pantalla para los visitantes. El castillo era sólo de hombres. Ninguna mujer podía pasar ni disfrutarlo, si acaso podía mirar a traves de las celosías, para que nadie las viera.

También pudimos conocer el Harém. Esta guía maravillosa nos describía con detalle las costumbres y organización de éste. La mujer más importante, era la madre del sultán, aquí no había papá sultán y el descendiente, todos morían para poder dejar el trono al heredero. La madre tenía pase directo a cualquier rincón, me parece que ella era la única que podía visitar el castillo. El harém era donde el sultán vivía y trabajaba, el castillo era sólo fachada. Aquí el sultán vivía con sus 10 concubinas. La madre las elegía y entre ellas, el sultán podía elegir a 4 favoritas. Éstas permanecían como favoritas, siempre y cuando, el sultán pasara con ellas durante 4 o 5 noches seguidas, si alguna ya no recibía ese privilegio, debía cambiarse de habitación. Las habitaciones eran grandes, cada una tenía 3 o 4 dormitorios y una sala, eran como pequeños apartamentos para la concubina y sus hijos. Entre ellas convivían en los lugares comunes, y los chicos se desarrollaban como hermanos en este grandísimo lugar. También la servidumbre tenía sus rangos. Las empleadas domésticas principales tenían una pequeña habitación, y las de menor rango, solamente una cama. Era aquello un hervidero de gente, 10 mujeres con todos sus hijos, 4 ó 5 por cada una, además la servidumbre superior y la menor. Todas ellas mujeres. Los hombres eran negros y eunucos, para que el sultán tuviera la supremacía sobre toda la población de su casa.

Esa noche Horacio, durante la cena, soñaba con ser un sultán y tener un harém. Ese restaurante tenía una decoración especialmente de sultanes, porque tenía pintados en las paredes hombres en ricos trajes, todos congregados, de una forma elegante y de importancia. Mirando las pinturas en las paredes, Horacio imaginaba . "¿Qué sería tener cuatro mujeres para mi solo?" Mientras su mirada vagaba en la distancia y su sonrisa mostraba placer y un poco de picardía, el representante de África contaba que su cultura les permitía tener las mujeres que pudieran mantener, que a veces el rey tenía conflictos porque no sabía con cuál de sus concubinas viajar, que seguramente ambas lo servían muy bien, y estando complacido con ellas, alguna vez tuvo que viajar con ambas, tras la incertidumbre y la indecisión de no querer herir los sentimientos de ninguna.

Así transcurrió la comida, cada representante contando la usanza de sus culturas y haciendo bromas sobre lo que las otras culturas apreciaban de ello. Una vez terminados, estábamos por levantarnos de  la mesa "falta tu mujer, Horacio" le dijo uno de la mesa "no importa, se puede quedar, aún tengo otras tres de reserva". Había sido una velada tan divertida y creativa. Nuevamente nos dirigimos a dormir cruzando calles "al estilo turco" como diría Horacio, percibiendo el aroma de los marrons que venden en los carritos en las calles, escuchando el llamado de las 10 de la noche, última llamada a rezar entre los musulmanes.

Ese sonido característico de la llamada, suena como un concierto de elefantes levantando sus trompas. Varias veces al día, cada cuatro horas se repetía esta faena, escuchar los elefantes durante 15 minutos balar con sus trompas al aire, para continuar con el silencio de una vida rutinaria de turistas.

Cuántas veces he intentado escribir una novela sobre Istanbul, sin suerte. No me puedo meter en esa cultura islámica tan diferente a la occidental, con costumbres opuestas completamente. El escritor Pierre Loti, quien viviera en Istanbul durante 20 años, escribió un pequeño libro de sólamente 100 hojas, en donde en algunas páginas da una ligera visión de la cultura, de la forma en que él se infiltró y de lo que el destino le tenía. Fue una mujer, la que lo dejó aparcado allí todo este tiempo. Él era militar y había tenido una asignación en Turquía, donde conoció a Aziyadé, una esclava hermosa que de alguna forma se cruzó por su camino. Como tenía dueño, ella por medio de un mensajero, le hizo saber que pronto llegaría a Istanbul, que allí la esperara, y ella le enviaría un mensaje. El hombre la esperó por meses, deseando que el llamado de sus superiores, no le hiciera moverse de Istanbul. El se hizo mercader como tantos otros turcos y aprendió a mezclarse con todos ellos. Una vez a la semana venía Aziyadé entre las sombras, para que al amanecer, sin todavía haber despuntado el sol, salir cautelosa para regresar al harem, a esperar otra larga semana que los acercara.

Intentando escribir una novela me pierdo, al igual que Pierre Loti, entre la confusión de culturas. Entre lo prohibido del islam y la cultura velada que seguramente estará bien controlada entre sus seguidores.


miércoles, 1 de enero de 2014

Istambul

Cada vez que inicia una semana y me doy cuenta que no he hecho mi labor, me lleno de espanto. ¿Cuánto tiempo puedo pasar organizando y dándome cuenta que no aterrizo nada de lo que he iniciado? Tengo muchas razones. No quiero más levantarme de madrugada, estoy agotada. Terminar el Mago, en que durante 15 días seguidos trabajé de 4 a 11 de la madrugada, y luego reiniciar el día normal para terminar a las 9 de la noche, me ha dejado con cero energía, cero ganas de levantarme, de escribir nada.

Por otro lado he estado realizando otras cosas que habían quedado pendientes. Me he dedicado a sacar las fotos sin acomodar de aquél viaje a Istanbul. Ha sido lindo recordar y refrescar todos los símbolos que han creado a Zafiro Azul, todos aquellos detalles que me han hecho terminar aquella obra de arte que soy ahora.

Recordaba aquel hombre en la calle de Ishmin Shiklal. Él tocaba un instrumento extraño, como una guitarra con muchas cuerdas. Debe ser uno típico de ese lugar del mundo. El cantaba y yo lo filmaba. Me agradaba su voz, me la iba absorbiendo por cada parte del cuerpo, mediante lo escuchaba cantando. Él al percatarse de mi presencia y mi  filmación, se puso a flirtear con los ojos, su entonación se hizo más dulce. Aquello iba hermoso, hasta que alguien vino a distraer mi atención, y se perdió el instante. El hombre terminó de cantar, yo ya no filmaba, sólamente me quedé  a escuchar el final de su melodía para continuar mi camino.

Aquella primera comida en las alturas, cerca del puerto. Todas las vueltas que dimos varias veces, buscando un nombre que pocos conocían, o que sabían quedaba cerca, pero no precisamente. Dimos vueltas y preguntábamos. Vimos una hermosa edificación, de la embajada de Holanda, que en ese momento tenía una fiesta. Todas las luces encendidas mostrando detalles de los acabados de la piedra, unos acabados que detallan símbolos importantes para los musulmanes. Otros lugares llenos de música y buen ambiente, pero ninguno se llamaba como el que buscábamos. En un último intento, a punto de darnos por vencidos, encontramos quien nos orientó correctamente y llegamos a nuestro destino . Era un hermoso lugar en un segundo piso: una terraza, con vista al puerto, donde un par de barcos estaban aparcados para pernoctar en Istambul. No recuerdo la comida, seguramente algo turco, lleno de especias, delicioso. Lo mejor era la compañía. Gente amigable, divertida, con historias curiosas y una cultura vasta, llena de experiencia y vivencias acumuladas.

Recordar la visita a las mezquitas. La mezquita azul, Haghia Sophia, y todas las discrepancias amainadas por Atatürk. Ese gobernante que hizo el cambio en Turquía, ése que la tornó de una ciudad antigüa y llena de pretenciones provocadas por las creencias religiosas, a una ciudad europea. Una ciudad que conservando sus tradiciones islámicas, podía comulgar perfectamente con la cultura del continente donde se encuentra emplazada.

Aquí debo dejar mi relato. Se termina la pila de mi descompuesto electrónico, todavía debo revisar los errores, y cuando la pila dice "se acabó" no hay plazos que alargar, hay que hacer lo que el aparato ordena.