Hoy duele, duele y se me está cayendo la costra. Hay esta historia de Jorge Bucay que compara la pérdida con una herida.
Es un joven que va corriendo jugando fútbol, va descalzo sobre el césped y no se percata de una piedra enterrada por su camino, debe meter el gol e ignora que se ha tropezado con ella, no ha pasado nada, es la ETAPA DE LA NEGACION cuando sientes que la situación está igual que siempre, que es solo tu percepción. El joven mete el gol y termina de jugar, pero el dolor lo está molestando y es cuando se va a mirar la herida y ve que sangra ETAPA DE CULPABILIDAD en que uno se dice que fue tonto al no fijarse de cómo no la vio venir. Después el joven sigue mirando su herida, culpa a la piedra por estar allí y que por su causa ahora el sufre y debe cuidarse el pie, debe dejar sus otras actividades para dedicarse a cuidar su herida ETAPA DE ENOJO cuando el culpable fue el otro, no yo, yo no hice nada y fui solamente la víctima del mal momento que aquella persona me hizo pasar. Las otras etapas no las recuerdo que se asemejan a la costra y a dejar la herida sin moverla ni tocarla. Si insistes en tocarla, te duele, si tocas la costra te duele, mejor ir ignorando la costra hasta que el dolor y las molestias se vayan. Es lo que ha pasado conmigo, he ignorado la costra y ya se está cayendo pero todavía me duele recordar este evento. La última etapa es la de la cicatriz que queda, como recuerdo de aquello que vivimos, de aquello que nos enseñará en el futuro sobre aquello que hicimos y que debemos aprender para no volverlo a cometer. Mi cicatriz aún no se ha formado, aún me pica la costra y aún me duele recordar.
Me duele ser tan ingenua, me duele dejarme engañar por la sincronicidad. Sin embargo yo me pregunto qué hubiera hecho si no me hubiera aferrado a ella. Como el joven alpinista que se aferra a la cuerda y en ella muere, así me aferré yo a la sincronicidad engañadora, a mi me convenía esa mentira a mi me convenía creer que la sincronicidad era la que me mostraba que no estaba equivocada, que aquella persona estaba equivocada y finalmente regresaría y cuando regresara sería una nueva etapa, pero juntos. ¿Qué habría yo hecho sin esa falacia vivida?, ¿como hubiera yo pasado tantos años sin esta cuerda?. Seguramente me hubiera yo encontrado otra cuerda con la que colgarme, no podía yo aguantar mas dolor, no era humano vivir sobreviviendo en tanta tristeza, en tanto dolor constante que día a día me lastima, que día a día me hace ver lo horrible que he vivido y lo espantoso que es no tener a quien acudir, y como no hay solución más que viviendo de una fantasía. Gracias a esa falacia pude ver una salida, pude encontrar un espacio para respirar para desahogarme y forjar esto que me ha hecho volver a vivir.
Hoy lloro porque veo que no hay apego bueno, que no hay felicidad eterna, no hay quien siempre te quiera, no hay quien siempre sea para ti, no hay nada consistente y perseverante. Tal vez por eso prefiera quedarme en la soledad de mi introspección, porque no hay ser humano que yo pueda decir es mío y confío en él, yo trato de ser amistad perseverante y segura. Mis amigos pueden encontrar en mi una columna, saben que no cambio, que pese a un presente errático, yo vivo recordando aquello que nos unió en el pasado y por eso solo me actualizo, usando los cimientos de ese tiempo. Hoy la gente parece no tener cimientos. Si hubo un pasado ese no cuenta, solo cuenta lo que hoy siento y lo que hoy me has dicho y hecho, si en el pasado fuiste gran amigo eso fue antes, hoy ya no eres porque no ha habido presencia. Cuanto me cuesta escribir esto, no creo que el mundo virtual superficial haya hecho a la gente sin sentimientos, que la haya hecho dura y volátil. Yo creo en la gente, pero ese es mi error. Debo creer en aquellos que me han demostrado que puedo creer en ellos, no en todos. No todos se merecen mi perseverancia y mi consistencia, yo sabré que solo aquellos en quienes puedo confiar, que hoy no es ninguno, son quienes pueden recibir mi ayuda y mis dones.
Que frío, pero es un hecho que todo aquél que a mi se acerca, recibe la felicidad de que al poco tiempo endereza su vida, encuentra aquello que busca, recibe lo que necesita. Gracias a mi personalidad amiga, ellos reciben tanto y yo a cambio solo recibo una espalda. Es un hecho que me den por hecho y el problema está en mi, en ser una persona fuerte y confiada, tal vez ciega. Yo tengo que ser más reacia y mas lejana, mas superficial y una vez conocida la persona, le puedo dar algo. Afortunadamente la vida sigue y mañana estaré feliz, como si nada hubiera sucedido.
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