Amanecer hoy me recuerda una canción "amanecer así, como en el mismo aire, amandonos sin voz, amando sin oirnos". Que mañana fría con los pájaros cantando a darme una serenata. Mala madrugada con los moscos intentado devorarme y yo escondida debajo de las sábanas ahogándome y al salir a buscar aire, nuevamente enfentarme a esos insectos de m. Yo creo que vienen de 2 en dos y así si has matado uno te falta otro y si has maado dos y sigues escuchando el radar que implacable te persigue es porque te faltan otros dos. Es una tarea triste la de ser humano para ser devorado por un mosco. Dicen que están inventando una sustancia que vuelve la sangre del humano inapetente para los moscos. Como el mosco hembra es el que pica porque requiere la sangre para alimentar a sus larvas, en poco tiempo se acabarían estos seres molestos, ya que si las hembras no trabajan, los machos no procrean y las larvas no viven. Para nosotros sería maravilloso poder dormir largamente y despertar cuando el despertador decida, mas que el mosco.
De igual forma dormir sin moscos nos hace pasar el día mas felices porque el cerebro al estar descansado produce endorfinas, dopaminas y orexinas que nos ayudan a estar en el día felices. Hay tantas cosas que nos hacen el día feliz en nuestro cuerpo que si lo supiéramos, dedicaríamos mas tiempo a vivir y menos a trabajar. ¿Por qué? Porque si comemos a nuestras horas el cuerpo está fuerte y animoso para trabajar, si dormimos temprano, descansamos lo suficiente para reponernos de un día largo y estresante, si estamos temprano en casa convivimos con los nuestros promoviendo la armonía e inclusive la seducción que también anima al cerebro. Son tantos detalles que existen para darnos tiempo para nosotros que pasamos por alto por la vida estresante que nos ha tocado vivir. Recuerdo la película de Volver al futuro o la de Adan y Eva quienes regresan al pasado en un instante y presentan el tráfico y la vida en esa época. Inclusive cuando uno sale de vacaciones al campo a hacer cacería comprende por que nuestros antepasados vivían para comer y había días en que no lo hacíaan porque no había presa para cazar.
Recuerdo aquella charla con mi amiga cuyo marido es cazador, cuenta que la caza del jabalí es todo un ritual. Es levantarse temprano para poner el fuego en un hoyo, salir a cazar cuando el animal esta en movimiento, antes de que el sol lo obligue a ir a tomar agua y sea presa fácil. Una vez cazado, ya como a las 12, se va a casa, se lo limpia y se lo prepara. Por ahí de las 4 de la tarde ya has comido y solamente has ido a cazar un jabalí. Falta limpiar la casa, lavar la loza, lavar la ropa y traer dinero a casa. Que locura era antes, pero que diferente tipo de estrés. El cansancio era físico, no era necesario ir al gimnasio a endurecer y trabajar músculos, el mismo trabajo de caminar, cazar y limpiarlo eran suficientes para mantenerse en forma. Hasta que un día un león te comía y ya, tu familia tenía que vivir de la recolección de frutos, la viuda salir a cazar, o los vecinos invitarte la carnita o comprar ganado para que paste y poderlo comer dentro de unos años.
Todo lo que puede cambiar uno a razón del bienestar personal, un cerebro sano que levante un cuerpo que puede estar feliz o tirado. No me imagino una mujer, viviendo con la duda si el marido regresa con el jabalí o si no regresa porque se lo comío el león mientras que ella recoge la cosecha, o bayas en el bosqque y espera que los múltiples chicos crezcan para qque le ayuden a levantar la cosecha que es mucha. Ese tipo de estrés debió ser distinto. El tipo que marca la cara, saca arrugas profundas por el sol, pero deja la mirada y el espíritu feliz porque el trabajo físico le hace bien al cuerpo. Hoy con nuestras excursiones en auto o en colectivo, pasando horas sentado detrás de un tren de autos que nos hacen respirar su aires contaminantes, que nos cansan y envenan para llegar a casa agotados tras un día de estar sentados tras un escritorio y un computador sin haber levantado ni una pesa de 10 kg y cansado para no hacer mas que tirarse a ver el televisor y los malos prograamas que emite.
Siempre la tecnología y el mundo moderno nos dan mas comodidad, mas variedad de vida y menos trabajo físico, pero también menos creatividad para desarrollar lo que uno desea. Cuando estás sin ideas, en tu trabajo, lo mejor es ir a lavar la loza, o a una caminadora, o a dar una vuelta que por supuesto no hay tiempo ni se permite en una oficina, para recuperar las ideas y la creatividad. Cuando uno está embotado de trabajo, de actividades, no fluye la creatividad y comete mas errores que si tuviera el permiso de la oficina de tener una actividad diferente para relajar el cerebro.
De igual forma dormir sin moscos nos hace pasar el día mas felices porque el cerebro al estar descansado produce endorfinas, dopaminas y orexinas que nos ayudan a estar en el día felices. Hay tantas cosas que nos hacen el día feliz en nuestro cuerpo que si lo supiéramos, dedicaríamos mas tiempo a vivir y menos a trabajar. ¿Por qué? Porque si comemos a nuestras horas el cuerpo está fuerte y animoso para trabajar, si dormimos temprano, descansamos lo suficiente para reponernos de un día largo y estresante, si estamos temprano en casa convivimos con los nuestros promoviendo la armonía e inclusive la seducción que también anima al cerebro. Son tantos detalles que existen para darnos tiempo para nosotros que pasamos por alto por la vida estresante que nos ha tocado vivir. Recuerdo la película de Volver al futuro o la de Adan y Eva quienes regresan al pasado en un instante y presentan el tráfico y la vida en esa época. Inclusive cuando uno sale de vacaciones al campo a hacer cacería comprende por que nuestros antepasados vivían para comer y había días en que no lo hacíaan porque no había presa para cazar.
Recuerdo aquella charla con mi amiga cuyo marido es cazador, cuenta que la caza del jabalí es todo un ritual. Es levantarse temprano para poner el fuego en un hoyo, salir a cazar cuando el animal esta en movimiento, antes de que el sol lo obligue a ir a tomar agua y sea presa fácil. Una vez cazado, ya como a las 12, se va a casa, se lo limpia y se lo prepara. Por ahí de las 4 de la tarde ya has comido y solamente has ido a cazar un jabalí. Falta limpiar la casa, lavar la loza, lavar la ropa y traer dinero a casa. Que locura era antes, pero que diferente tipo de estrés. El cansancio era físico, no era necesario ir al gimnasio a endurecer y trabajar músculos, el mismo trabajo de caminar, cazar y limpiarlo eran suficientes para mantenerse en forma. Hasta que un día un león te comía y ya, tu familia tenía que vivir de la recolección de frutos, la viuda salir a cazar, o los vecinos invitarte la carnita o comprar ganado para que paste y poderlo comer dentro de unos años.
Todo lo que puede cambiar uno a razón del bienestar personal, un cerebro sano que levante un cuerpo que puede estar feliz o tirado. No me imagino una mujer, viviendo con la duda si el marido regresa con el jabalí o si no regresa porque se lo comío el león mientras que ella recoge la cosecha, o bayas en el bosqque y espera que los múltiples chicos crezcan para qque le ayuden a levantar la cosecha que es mucha. Ese tipo de estrés debió ser distinto. El tipo que marca la cara, saca arrugas profundas por el sol, pero deja la mirada y el espíritu feliz porque el trabajo físico le hace bien al cuerpo. Hoy con nuestras excursiones en auto o en colectivo, pasando horas sentado detrás de un tren de autos que nos hacen respirar su aires contaminantes, que nos cansan y envenan para llegar a casa agotados tras un día de estar sentados tras un escritorio y un computador sin haber levantado ni una pesa de 10 kg y cansado para no hacer mas que tirarse a ver el televisor y los malos prograamas que emite.
Siempre la tecnología y el mundo moderno nos dan mas comodidad, mas variedad de vida y menos trabajo físico, pero también menos creatividad para desarrollar lo que uno desea. Cuando estás sin ideas, en tu trabajo, lo mejor es ir a lavar la loza, o a una caminadora, o a dar una vuelta que por supuesto no hay tiempo ni se permite en una oficina, para recuperar las ideas y la creatividad. Cuando uno está embotado de trabajo, de actividades, no fluye la creatividad y comete mas errores que si tuviera el permiso de la oficina de tener una actividad diferente para relajar el cerebro.
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