jueves, 11 de abril de 2013

Actitud

Vaya mañana la de ayer, yo empezaba el día tan triste, tan enojada y pedía a  Dios me sacara del hoyo. Yo me imaginaba recibiendo un cable que me sacaba de adentro de la calle. Durante el día me fui recuperando y poniendo alegre, todo lo estaba haciendo bien y funcionando. Para el final del día fui descubriendo que el mago me feticheó. El mago estaba necesitando mi atención, tal vez recordaba aquello de mi que yo no podría darle, o tal vez imaginó iría conmigo o no se, qué asunto le pasó por la cabeza. Posiblemente es el enojo de saber que no quiere acercarse, el caso es que me cayó muy mal su fetiche, porque su energía es ahora muy desagradable, es ahora muy negativa, y hace corto circuito con la mía. Cualquiera diria que fueron espiritus negativos, pero yo se que fue un fetiche. Lo bueno es que vi a mi Corazón, me entristece lo mal que se ve, no está feliz, no está encontrando aquello que busca y no esta satisfeho. Se nota que su estado actual es muy malo, me necesita, pero si no me lo pide, no me puedo acercar.

Recordaba el tema de Actitud que hoy todos utilizan. En la radio todos hablan de actitud, de positivismo y nadie sabe de qué está hablando. Esta palabra yo la aprendí cuando leí el Libro de Viktor Frankl, el hombre en busca de sentido. Cuantas veces menciona en sus relatos que su actitud, su presencia es lo que lo salvara de la muerte. "Siempre se nos requería estar rapados y afeitados, esa era la limpieza del campo y yo la acataba perfectamente, yo no quería dar razones para que se me huillara, pero a cambio, mi actitud era siempre altiva y segura- No era prepotente con los alemanes, tampoco retraído ni servil, simplemente obedecía y mi persona les mostraba respeto.

Con el tiempo de estancia me vino un período de flaqueza, me empece a enfermar y mi estado físico no era muy bueno. Me mandaron a las galeras, allí es donde mandaban a todos los sentenciados a muerte, ese trabajo era tan pesado, que poca gente resistía, y a partir de allí era muy seguro que en ese momento te mataran. Estabamos empujando tronco, (o algo que no recuerdo) y yo no aguanté y casi me desmayo. Todos mis compañeros me trataron de ayudar pero el oficial se percató. Me miró a los ojos y con firmeza me dijo que ese lugar no era para mi, que me fuera a la cocina, que mi estado físico no me permitiría trabajos más complicados que ese. Yo sudaba frío, no podía creer que el mismo oficial que sería mi verdugo, me perdonara y me mandara a mi salvación, donde además podría alimentarme mejor.

Ellos mismos reconocían entre nosotros a la gente poderosa, a los que podrían admirar. Entre tanta tristeza y desaliento, siempre buscaban incluso ellos que eran los líderes, alguien que les subiera el ánimo, y yo, mi actitud y mi historia cumplían ese cometido. Hoy cuento esta historia, vivo, habiendo sobrevivido un campo de concentración porque yo me lo había propuesto, porque yo dije que debía sobrevivir para contar mi historia y que a partir de ella mucha gente aprendiera." Fue este hombre el que describió y alentó la palabra actitud, que hoy se usa sin sentido ni comprensión. Lo noto porque se ha convertido en un slogan superficial, que no explica. Hay palabras que merecen explicación por la profundidad de su significado.

Recuerdo otra escena de la película el pianista cuando el protagonista Spielmann encuentra un piano en una casa abandonada  y empieza a tocarlo. Un soldado alemán lo escucha y éste en terror lo mira suponiendo que sería su fin. Sin embargo el alemán, le pide "continua, esto que tocas es hermoso". Que tiempos de tristeza, donde el deseo y la fuerza personal de sobrevivir, los hicieron  anhelar y apreciar un rayo de sol.

No hay comentarios:

Publicar un comentario