TODOS queremos saber que el paso que vamos a dar es el correcto, queremos estar seguros que la mano elegida tendrá el premio. Sin embargo siempre es un riesgo. Recuerdo las gitanas en Recoleta, "le leo la suerte" me dicen. Si sabe tanto de suerte, ¿Cómo es que ellas siendo gitanas no han encontrado la suerte que profesan? ¿Por qué tiene que vivir miserablemente, si saben el futuro si tienen la respuesta verdadera? Tal vez porque solo siguen su instinto y su escencia o porque no les importa ser más millonarias, o porque es la fachada de su trabajo. Tal vez viven en Martínez y tienen un auto lujoso. Yo aprendiendo a leer los símbolos positivos, muchas veces no los interpreto correctamente. Como el caso del mensajero. Yo había visto la derrota, el fracaso, pero no supe interpretar correctamente. Fui en busca de otro símbolo que significaba otra cosa, siendo que el símbolo clave lo vi y lo pase por alto. Solamente al mirar en retrospectiva encontras el error.
La respuesta está en mi intuición. En lo que mi olfato adquiere, en lo que mi olfato comprende. Esta mañana hice un experimento. Estoy tratando de espesar una salsa. Hace un par de días lo hice en una olla especial de acero, pero no espesó. Yo tratando de usar las ollas correctas que no produzcan alergia me equivoqué, y hoy intentando con otra olla, más normal, espesó la salsa. El secreto está en usar las técnicas conocidas, las ollas conocidas, no esperar que los experimentos me den el resultado indicado con una olla desconocida. Sin embargo es necesario experimentar para lograr algo nuevo, algo que yo creo es un gran logro, algo que produzca un producto, valga la redundancia, que cumpla con mis expectativas.
Recapitulando, si uso los materiales conocidos, llegaré a un resultado conocido. Sin embargo yo quiero algo novedoso. Debo usar las técnicas y materiales conocidos y solamente experimentar en la materia prima.
Este es la historia de un joven que quiere conseguir un beneficio. Quiere recuperar un tesoro. El tesoro que lo hace vivir y estar contento, el tesoro que lo ayuda a convivir con el mundo. Es tal su angustia por querer lograr esto, que hace exactamente lo contrario a lo que se le pide. Su orgullo y su método, su testarudez, no le permite ver que si ayuda a otros, que si hace el bien a otros, su tesoro llegará solo. No se percata que si sigue las instrucciones correctamente, conseguirá el tesoro tan anhelado. ¿Por qué el joven no quiere seguir instrucciones? Porque se ha puesto un límite. Sus expectativas son a corto plazo, llevan un solo camino pero su actitud le lleva a no recibir lo que quiere, lo conseguirá a largo plazo porque hace exactamente lo contrario a lo que se espera.
Cuando el joven no recibe lo que espera a corto plazo, su actitud lo lleva a cerrarse, su rebeldía es tan grande que no vive el castigo que el mismo se ha impuesto, no aprende de su error. La angustia de lograr aquello que busca lo lleva a hacer lo que no debe. ¿Quién le puede decir que el camino tomado es lo que corresponde? Hay demasiada distracción, que me evita mirar el objetivo que deseo. Yo quiero una respuesta exitosa y el símbolo que veo es un mensajero ausente, que da su informe y se marcha, un mensajero que en primer momento me dijo lo que debía saber, y después regresó para convertirse en una estacion. Sin embargo fue una estación productiva, superarlo me ha llevado a encontrar caminos adyacentes, a encontrar actitudes y personas correctas. Sin embargo ¿cómo podría yo aplicar este símbolo a mi pregunta?
Ahora la pregunta es si vale la pena experimentar? Veo una familia a la que este joven pertenece. Cada uno vive como se le ocurre como le toca, como le corresponde cada uno dejando un lugar en el mundo pero me lleva la imagen al abuelo. ¿Cuánto puede saber el abuelo que me de la respuesta? Esta es la historia del gato con botas. Nadie le daba una mirada al gato inteligente. El gato inteligente tenía gran elocuencia. El gato se acercó al rey de parte del Marqués de Carabás, y así el rey supo de este Marqués. El gato le dijo al joven que se tirara al agua, mientras el le decía al rey que unos ladrones habían robado sus ropas. Así el rey conoce al marqués de Carabás, el rey solo mide su poder y fuerza material a través de lo que el gato le muestra. El rey no usa su conocimiento ni a sus sabios para investigar si el tal marqués es conocido, es rico y es lo que dice ser. Cuando uno confía en aquél a quien ha mirado como el joven en el gato, todo sale bien.
Experimentar esperando el éxito, es para lo que hemos sido llamados. No podemos vivir cada día en el paso a paso sin introducir algún proyecto novedoso, algo que nadie haya logrado. Hayq ue saber mriar a la gente correcta y observar las medidas certeras que le indiquen a uno el camino hacia donde desea ir.
La respuesta está en mi intuición. En lo que mi olfato adquiere, en lo que mi olfato comprende. Esta mañana hice un experimento. Estoy tratando de espesar una salsa. Hace un par de días lo hice en una olla especial de acero, pero no espesó. Yo tratando de usar las ollas correctas que no produzcan alergia me equivoqué, y hoy intentando con otra olla, más normal, espesó la salsa. El secreto está en usar las técnicas conocidas, las ollas conocidas, no esperar que los experimentos me den el resultado indicado con una olla desconocida. Sin embargo es necesario experimentar para lograr algo nuevo, algo que yo creo es un gran logro, algo que produzca un producto, valga la redundancia, que cumpla con mis expectativas.
Recapitulando, si uso los materiales conocidos, llegaré a un resultado conocido. Sin embargo yo quiero algo novedoso. Debo usar las técnicas y materiales conocidos y solamente experimentar en la materia prima.
Este es la historia de un joven que quiere conseguir un beneficio. Quiere recuperar un tesoro. El tesoro que lo hace vivir y estar contento, el tesoro que lo ayuda a convivir con el mundo. Es tal su angustia por querer lograr esto, que hace exactamente lo contrario a lo que se le pide. Su orgullo y su método, su testarudez, no le permite ver que si ayuda a otros, que si hace el bien a otros, su tesoro llegará solo. No se percata que si sigue las instrucciones correctamente, conseguirá el tesoro tan anhelado. ¿Por qué el joven no quiere seguir instrucciones? Porque se ha puesto un límite. Sus expectativas son a corto plazo, llevan un solo camino pero su actitud le lleva a no recibir lo que quiere, lo conseguirá a largo plazo porque hace exactamente lo contrario a lo que se espera.
Cuando el joven no recibe lo que espera a corto plazo, su actitud lo lleva a cerrarse, su rebeldía es tan grande que no vive el castigo que el mismo se ha impuesto, no aprende de su error. La angustia de lograr aquello que busca lo lleva a hacer lo que no debe. ¿Quién le puede decir que el camino tomado es lo que corresponde? Hay demasiada distracción, que me evita mirar el objetivo que deseo. Yo quiero una respuesta exitosa y el símbolo que veo es un mensajero ausente, que da su informe y se marcha, un mensajero que en primer momento me dijo lo que debía saber, y después regresó para convertirse en una estacion. Sin embargo fue una estación productiva, superarlo me ha llevado a encontrar caminos adyacentes, a encontrar actitudes y personas correctas. Sin embargo ¿cómo podría yo aplicar este símbolo a mi pregunta?
Ahora la pregunta es si vale la pena experimentar? Veo una familia a la que este joven pertenece. Cada uno vive como se le ocurre como le toca, como le corresponde cada uno dejando un lugar en el mundo pero me lleva la imagen al abuelo. ¿Cuánto puede saber el abuelo que me de la respuesta? Esta es la historia del gato con botas. Nadie le daba una mirada al gato inteligente. El gato inteligente tenía gran elocuencia. El gato se acercó al rey de parte del Marqués de Carabás, y así el rey supo de este Marqués. El gato le dijo al joven que se tirara al agua, mientras el le decía al rey que unos ladrones habían robado sus ropas. Así el rey conoce al marqués de Carabás, el rey solo mide su poder y fuerza material a través de lo que el gato le muestra. El rey no usa su conocimiento ni a sus sabios para investigar si el tal marqués es conocido, es rico y es lo que dice ser. Cuando uno confía en aquél a quien ha mirado como el joven en el gato, todo sale bien.
Experimentar esperando el éxito, es para lo que hemos sido llamados. No podemos vivir cada día en el paso a paso sin introducir algún proyecto novedoso, algo que nadie haya logrado. Hayq ue saber mriar a la gente correcta y observar las medidas certeras que le indiquen a uno el camino hacia donde desea ir.
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