Nuevamente regresando a las decisiones. Cuantas decisiones que aun sin ser tomadas, cansan y dan un mensaje.
Esta mañana amaneci cansada dicen que la narcolepsia es no aceptar, y no enfrentar lo que se te presenta.Yo no tenía narcolepsia, solo mucho sueño, mucho cansancio pero no encontraba la razón. De pronto me vino mucho sueño, sobre todo de día. Era muy difícil mantenerse despierta y despierta, el cerebro durmiendo en pleno sol, no era normal en mi. Siendo domingo descansé dando rienda suelta a mi cansancio, hasta que éste cediera. No fue sino hasta la reunión nocturna donde pude evaluar mis pensamientos.
Aquella aventura en que me quiero meter, es de mucho trabajo, o sea genera cansancio. Mi cuerpo me avisaba que era arriesgado que era cansado, sin embargo al querer comprender e interpretar, no quería aceptar que mi interpretación era correcta. Uno quiere lanzarse a laburar, a hacer aquello que piensa es correcto, no quiere que algo aparente un miedo o una fiaca o un bloqueo propio que no permite que uno tenga el éxito que busca. Yo por eso no quería interpretar el cansancio como un "no es buen negocio, no conviene y es demasiado trabajo para aquello que vos queres intentar". Sin embargo yo sigo con esa idea en la cabeza. Me duermo y despierto tan animada, la respuesta correcta era esa "no es buen negocio" finalmente se había resuelto. Mi asunto es ahora ¿qué tanto conviene invertir en publicidad? Mi instinto natural me llevó al miedo. Sin embargo el miedo es la reacción a lo desconocido. Me sitúo en ese lugar, promoviendo mi producto y mi reacción es en la garganta, es náusea, es no poder hablar, es asco. Entonces ¿mejor no me animo? Mejor me quedo buscando otra alternativa? Sería maravilloso que las opciones gritaran, ¡Hola, seguíme! Sin embargo no es así. Bueno, en parte si. Cuando uno invierte en algo que solo llega, que fluye que da lo que espera, es uno que llama, pero si solamente es un bloqueo tras otro, entonces tal vez me esté dando el mensaje y yo lo estoy comprendiendo.
No estoy segura, veo una gran persona, una que se ha recuperado de un año para acá, una persona llena de luz, rodeada de verde y azul, de verde intuitivo y azul de razón.
Aparentemente hay que buscar nuevas estrategias, atraer aquello que le ayude a mi proyecto a funcionar. Recuerdo la historia que mi hermano me contaba. Su amigo siempre fue un gran empresario, de joven, tenía una camioneta grande, fabricaba cierto alimento que no recuerdo, y lo ofrecía en hospitales, en restaurantes, y lo vendía. A partir de este negocio tuvo mucha plata y aunque este lo dejó, continuó en otros negocios que le aportaron todo lo esperado. Creo que corresponde seguir escuchando al cuerpo, seguir moviendo y comentando, sin olvidar el proyecto. Recuerdo a un joven que me encontré en una oficina de gobierno, me ha contado una historia tan similar a la de alguien que conozco. Su historia contaba sobre una experiencia escolar, una que su amiga había tenido y que al final del ciclo escolar con sus ganancias, había ganado un pequeño regalo, que ella se había comprado con sus propios recursos y su trabajo. Me pregunto si esta joven siguiera en su negocio, siguiera con el mismo curso de las cosas, si pudiera una vez terminada la carrera, montar ese pequeño negocio en grande, bien establecido. Me pregunto si eso le funcionara.
Yo simplemente intento hacer lo que toda la gente, haciendo lo que nadie hace. Inventando un negocio a partir de intuición, me está haciendo falta elementos, materiales, escenarios. Podría seguir en el intento de montar y desmontar, atrayendo a la gente correcta en el momento indicado.
Esta mañana amaneci cansada dicen que la narcolepsia es no aceptar, y no enfrentar lo que se te presenta.Yo no tenía narcolepsia, solo mucho sueño, mucho cansancio pero no encontraba la razón. De pronto me vino mucho sueño, sobre todo de día. Era muy difícil mantenerse despierta y despierta, el cerebro durmiendo en pleno sol, no era normal en mi. Siendo domingo descansé dando rienda suelta a mi cansancio, hasta que éste cediera. No fue sino hasta la reunión nocturna donde pude evaluar mis pensamientos.
Aquella aventura en que me quiero meter, es de mucho trabajo, o sea genera cansancio. Mi cuerpo me avisaba que era arriesgado que era cansado, sin embargo al querer comprender e interpretar, no quería aceptar que mi interpretación era correcta. Uno quiere lanzarse a laburar, a hacer aquello que piensa es correcto, no quiere que algo aparente un miedo o una fiaca o un bloqueo propio que no permite que uno tenga el éxito que busca. Yo por eso no quería interpretar el cansancio como un "no es buen negocio, no conviene y es demasiado trabajo para aquello que vos queres intentar". Sin embargo yo sigo con esa idea en la cabeza. Me duermo y despierto tan animada, la respuesta correcta era esa "no es buen negocio" finalmente se había resuelto. Mi asunto es ahora ¿qué tanto conviene invertir en publicidad? Mi instinto natural me llevó al miedo. Sin embargo el miedo es la reacción a lo desconocido. Me sitúo en ese lugar, promoviendo mi producto y mi reacción es en la garganta, es náusea, es no poder hablar, es asco. Entonces ¿mejor no me animo? Mejor me quedo buscando otra alternativa? Sería maravilloso que las opciones gritaran, ¡Hola, seguíme! Sin embargo no es así. Bueno, en parte si. Cuando uno invierte en algo que solo llega, que fluye que da lo que espera, es uno que llama, pero si solamente es un bloqueo tras otro, entonces tal vez me esté dando el mensaje y yo lo estoy comprendiendo.
No estoy segura, veo una gran persona, una que se ha recuperado de un año para acá, una persona llena de luz, rodeada de verde y azul, de verde intuitivo y azul de razón.
Aparentemente hay que buscar nuevas estrategias, atraer aquello que le ayude a mi proyecto a funcionar. Recuerdo la historia que mi hermano me contaba. Su amigo siempre fue un gran empresario, de joven, tenía una camioneta grande, fabricaba cierto alimento que no recuerdo, y lo ofrecía en hospitales, en restaurantes, y lo vendía. A partir de este negocio tuvo mucha plata y aunque este lo dejó, continuó en otros negocios que le aportaron todo lo esperado. Creo que corresponde seguir escuchando al cuerpo, seguir moviendo y comentando, sin olvidar el proyecto. Recuerdo a un joven que me encontré en una oficina de gobierno, me ha contado una historia tan similar a la de alguien que conozco. Su historia contaba sobre una experiencia escolar, una que su amiga había tenido y que al final del ciclo escolar con sus ganancias, había ganado un pequeño regalo, que ella se había comprado con sus propios recursos y su trabajo. Me pregunto si esta joven siguiera en su negocio, siguiera con el mismo curso de las cosas, si pudiera una vez terminada la carrera, montar ese pequeño negocio en grande, bien establecido. Me pregunto si eso le funcionara.
Yo simplemente intento hacer lo que toda la gente, haciendo lo que nadie hace. Inventando un negocio a partir de intuición, me está haciendo falta elementos, materiales, escenarios. Podría seguir en el intento de montar y desmontar, atrayendo a la gente correcta en el momento indicado.
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