Un día mas en que de pronto todo es enojo, ¿qué puede suceder que provoque que todo salga al revés? ¿por qué de pronto todo ha de ser enojo?
Cuenta la historia de un pueblo oprimido, vivía oprimido por sus dirigentes, oprimido por sus líderes, oprimido por no tener la valentía ni la audacia de oponerse a todos ellos que debieran cuidarlos y protegerlos, cada vez que alguno intentaba levantarse, venía una autoridad y lo oprimía, sin embargo bastara llamarse "parte del gobierno" "representante del gobierno" "representante de los oprimidos ante el gobierno" para que el gobierno no los tocara. El gobierno los protegía, las leyes los protegían, aquellas que estos representantes incumplían no contaba en ellos. Sin embargo los mismos miembros del gobierno se sentían disgustados, ellos sabían que no debían oprimir a sus dependientes y al hacerlo solo provocaban que ellos se sintieran peor porque en el fondo su conciencia les decía que estaban equivocados al hacerlo.
Los miembros del gobierno abusadores, los servidores públicos estaban cansados de que sus jefes tampoco hicieran nada y así el poder se les subía. Ya no había mas forma de abusar de los ciudadanos y así les robaban sus pertenencias y aquello que con su esfuerzo habían conseguido.
Ese es el enojo que estoy sintiendo en este momento, es aquella prepotencia de quien actúa sobre los débiles y la impotencia del débil que no sabe ni puede moverse. Sabe que si acusa a los poderosos, estos le tomarán venganza, sabe que si se opone directamente a la autoridad, esta la llevará presa. Es la impotencia de quien no se puede mover y aunque quisiera, no encuentra para donde. Me siento como en el suelo, escondida tras una barda, si me muevo las balas me pueden pegar, algún policía prepotente me puede ver y solo me lastimará, es el enojo que no me permite moverme porque no tengo tampoco hacia donde dirigirme. Ya hice todo aquello que como ciudadano me corresponde, ya interpuse la queja, ya me formé en la fila y no tengo mas por hacer, ya no está en mis manos resolver y sin embargo no veo resultados.
El enojo de un pueblo oprimido es lo que en este momento siento, lo que en este momento me aqueja, y sin embargo, tengo un espacio abierto, por donde nadie vigila, sin embargo temo que al levantarme para dirigirme hacia allá, no sea mas que un espejismo o una salida aparente. Es el enojo de la inacción, de la meditación, de quien le falta el camino para encontrar un camino que seguir.
Cuenta la historia de un pueblo oprimido, vivía oprimido por sus dirigentes, oprimido por sus líderes, oprimido por no tener la valentía ni la audacia de oponerse a todos ellos que debieran cuidarlos y protegerlos, cada vez que alguno intentaba levantarse, venía una autoridad y lo oprimía, sin embargo bastara llamarse "parte del gobierno" "representante del gobierno" "representante de los oprimidos ante el gobierno" para que el gobierno no los tocara. El gobierno los protegía, las leyes los protegían, aquellas que estos representantes incumplían no contaba en ellos. Sin embargo los mismos miembros del gobierno se sentían disgustados, ellos sabían que no debían oprimir a sus dependientes y al hacerlo solo provocaban que ellos se sintieran peor porque en el fondo su conciencia les decía que estaban equivocados al hacerlo.
Los miembros del gobierno abusadores, los servidores públicos estaban cansados de que sus jefes tampoco hicieran nada y así el poder se les subía. Ya no había mas forma de abusar de los ciudadanos y así les robaban sus pertenencias y aquello que con su esfuerzo habían conseguido.
Ese es el enojo que estoy sintiendo en este momento, es aquella prepotencia de quien actúa sobre los débiles y la impotencia del débil que no sabe ni puede moverse. Sabe que si acusa a los poderosos, estos le tomarán venganza, sabe que si se opone directamente a la autoridad, esta la llevará presa. Es la impotencia de quien no se puede mover y aunque quisiera, no encuentra para donde. Me siento como en el suelo, escondida tras una barda, si me muevo las balas me pueden pegar, algún policía prepotente me puede ver y solo me lastimará, es el enojo que no me permite moverme porque no tengo tampoco hacia donde dirigirme. Ya hice todo aquello que como ciudadano me corresponde, ya interpuse la queja, ya me formé en la fila y no tengo mas por hacer, ya no está en mis manos resolver y sin embargo no veo resultados.
El enojo de un pueblo oprimido es lo que en este momento siento, lo que en este momento me aqueja, y sin embargo, tengo un espacio abierto, por donde nadie vigila, sin embargo temo que al levantarme para dirigirme hacia allá, no sea mas que un espejismo o una salida aparente. Es el enojo de la inacción, de la meditación, de quien le falta el camino para encontrar un camino que seguir.
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