Gracias a Dios las cosas suceden de la forma menos esperada. Como me dolían los ojos el día de ayer y el día estaba en verdad horrible, me negue a quedarme sentada esperando que las cosas funcionaran solas, de esta forma reconfirmé la reunión con una amiga. Ella me había cancelado nuestra reunión, pero gracias a ello pude visitar a otra que me necesitaba más, es mas yo la necesitaba. Dicen que Dios nunca se queda menos y me ha dado la mejor respuesta.
Continuando con la reunión en que me decían que "yo no acepto" me he quedado dando vueltas a este asunto y con mi amiga quedé para reunirnos en un café. A los pocos minutos me cancelaba otra mas, "todo está bien?" "no, estoy temblando, debo quedarme en cama" "entonces te voy a visitar si estás enferma" fue mi respuesta. Cuando llegué me ha contado que estuvo a punto de darle un ataque epiléptico y que no perdió la conciencia, consciente pasó toda su crisis y me la describió.
Es curioso como la mente rodea el punto para comprender cómo expresar aquello que le importa. Era necesario encontrar las palabras, el contexto la situación y la parafernalia que me ayudaran a comprender el origen de mi dolor de ojos.
Su respuesta fue clara. "Cada quien tiene un llamado diferente. Estamos en una época de movimiento y cada quien funciona desde otro flanco" Mi interpretación debería ser buscar ayuda de quien si sabe. Finalmente tenía yo las palabras para expresar mi desanimo, mi desasosiego, aquello que vengo pensando y no alcanzo a expresarlo. Mi mente se cierra y se cierra porque no encuentro el camino correcto. Gracias a mi amiga enferma y a escuchar sus palabras, pude proyectarme en ella y resolver mi problema.
Dios nunca se queda chico cuando uno quiere dar una ayuda, hacer una obra de misericordia.
La reacción de mi cerebro fue un sueño muy curioso. Soñé que iba con un hermano menor, aparcábamos los autos en un lugar diferente, aparentemente donde estarían más seguros. Al regresar mi auto estaba desvalijado, roto. Al ver la placa, no era el mío. Pero el mío no aparecía. Se lo habían robado. Cambió la escena en que estoy con un joven y al buscar nuevamente mi auto aparece aparcado junto a uno deportivo color amarillo.
Mi interpretación es la reacción de mi mente de saberse saboteada por el ataque de esas mujeres, estar yo en un lugar aparentemente seguro y al salir encontrarme con que me habían asaltado. Recuerdo que según Jung los móviles somos yo, sea caballo o sea auto yo lo conduzco entonces es yo. Al ir con un guía joven encuentro mi auto en otro lado. El guía me muestra la respuesta que vuelve a armar mi mente mi seguridad y mi estabilidad.
Es maravilloso soñar, sobre todo cuando uno recuerda esos sueños y puede comprender que el cuerpo solo se sana, solamente es cuestión de darle tiempo.
Continuando con la reunión en que me decían que "yo no acepto" me he quedado dando vueltas a este asunto y con mi amiga quedé para reunirnos en un café. A los pocos minutos me cancelaba otra mas, "todo está bien?" "no, estoy temblando, debo quedarme en cama" "entonces te voy a visitar si estás enferma" fue mi respuesta. Cuando llegué me ha contado que estuvo a punto de darle un ataque epiléptico y que no perdió la conciencia, consciente pasó toda su crisis y me la describió.
Es curioso como la mente rodea el punto para comprender cómo expresar aquello que le importa. Era necesario encontrar las palabras, el contexto la situación y la parafernalia que me ayudaran a comprender el origen de mi dolor de ojos.
Su respuesta fue clara. "Cada quien tiene un llamado diferente. Estamos en una época de movimiento y cada quien funciona desde otro flanco" Mi interpretación debería ser buscar ayuda de quien si sabe. Finalmente tenía yo las palabras para expresar mi desanimo, mi desasosiego, aquello que vengo pensando y no alcanzo a expresarlo. Mi mente se cierra y se cierra porque no encuentro el camino correcto. Gracias a mi amiga enferma y a escuchar sus palabras, pude proyectarme en ella y resolver mi problema.
Dios nunca se queda chico cuando uno quiere dar una ayuda, hacer una obra de misericordia.
La reacción de mi cerebro fue un sueño muy curioso. Soñé que iba con un hermano menor, aparcábamos los autos en un lugar diferente, aparentemente donde estarían más seguros. Al regresar mi auto estaba desvalijado, roto. Al ver la placa, no era el mío. Pero el mío no aparecía. Se lo habían robado. Cambió la escena en que estoy con un joven y al buscar nuevamente mi auto aparece aparcado junto a uno deportivo color amarillo.
Mi interpretación es la reacción de mi mente de saberse saboteada por el ataque de esas mujeres, estar yo en un lugar aparentemente seguro y al salir encontrarme con que me habían asaltado. Recuerdo que según Jung los móviles somos yo, sea caballo o sea auto yo lo conduzco entonces es yo. Al ir con un guía joven encuentro mi auto en otro lado. El guía me muestra la respuesta que vuelve a armar mi mente mi seguridad y mi estabilidad.
Es maravilloso soñar, sobre todo cuando uno recuerda esos sueños y puede comprender que el cuerpo solo se sana, solamente es cuestión de darle tiempo.
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