jueves, 1 de agosto de 2013

La vida de un pájaro

A veces pienso que el enojo no es necesario pero es algo tan incontrolable como el ser humano,  es una de las emociones que rigen al mundo. Uno quisiera que la vida fuera todo color de rosas, que la gente que nos rodea nos proteja, pero no es así, siempre es el más cercano el que mas te decepcionará, te hará enojar, La persona en quien mas confías, es la primera en darte la espalda, en hacerte sufrir y en provocar tu llanto. Hay esos momentos en que uno quiere sentarse a mirar la vida, en que quisiera apoyarse en alguien que es en quien confías y que es la primera y única que te da la espalda y te provocará los peores sentimientos, porque no sabe querer.

Noocomprendo como puede alguien lastimar a quien debiera querer, es como si de infante no hubiera recibido toodo el amor que le corresponde de los adultos, no hubiera recibiddoo la atención que un pibe requiere y el cuando adulto, solo sabe apoyar como se sintió apoyado el mismo. Lo triste es que hay personas que no merecen recibir ese desamor, ese malestar, porque cuando uno quiere sentarse a descansar, resulta que es como quien se sentara en una bomba. No comprendo como hay quien no puede amar sin dar golpes y decir que eso es el gran amor que sabe dar. 

Este era un pequeño pajarito que despertaba al mundo como cada día, ya no era tan pequeño, ya era grande pero no había crecido lo suficiente para hacerse notar. Así el pajarito miraba al mundo desde su alta rama y veía colores hermosos, el sol que salía resplandeciente brillaba. De pronto, era momento de dejar la casa paterna, el confiaba que simplemente con los ojos cerrados, al igual que su mudo, su compañera de viaje sería maravillosa. Simplemente abrir los ojos se encontraría con una compañera hermosa. Abrió los ojos y la miró de frente, ahí estaba, pero, no era tan maravilllosa como esperaba como le prometía el bosque en el que vivía. Se contaba que en ese bosque había un ser maligno,  que disrazado de hermosa mujer en un beso seductor, asfixiaba a sus víctimas, el pajarito pensaba que aunque esa mujer existía, no era para él, no se acercaría a ella, porque el merecía todo lo que miraba cada mañana al vivir en su hermoso bosque.

Esperó mas días y al despertar, la misma compañera fea lo esperaba, no era lo que el buscaba, no se parecía a lo que el había soñado, pero la trataba por educación. El tonto pajarito no se daba cuenta que era menester que cambiara de mundo si quería encontrar otra compañera mas a su gusto, pero el confiaba en que el Creador le daría algo lindo para seguir continuando la especie. Así el pajarito al no ver otra mejor opción, empezó a hablar con la pajarita y aunque le seguía molestando su presencia, había algo que le gustaba y disfrutaba de ella. Así, charlando con la pajarita, llegó el momento de emprender el vuelo, y por educación se fue con la pajarita que lo acompañaba. Fundaron su casa y tuvieron pajaritos, pero el pobre pajarito no era feliz, esa pajarita era tan fea por dentro como  por fuera, su aparente forma desagradable era un hecho, no había nada que hacer. Cuando intentaba escapar de ella, la pajarita se ponía linda, lo manipulaba y  terminaba convencido que no era tan mala. El pajarito vive hoy, buscando una salida. Recuerda con horror que aquella leyenda de la mujer víbora, se le hizo realidad en aquella horrible compañera, que no le quedó mas remedio que aguantar. 

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