Algo que no puedo comprender es como la gente recibe mis beneficios así nadamás. Así, sin pedir, recibe. Solo una pequeña mirada, una pequeña vista a mis profundos sentimientos y mirar nuevamente tu sonrisa honesta y fabulosa. Pareciera que solo una gota de mi mirada fue suficiente para que nuevamente renacieras. Lo que mas rabia me da, es que vos no te des cuenta, que vos no me digas gracias, no me mires ni me prestes atención. En verdad que no eran mis intenciones mirarte, simplemente mi subonsciente se fue hacia lo que era conocido y allí estabas vos. Allí como pez hambriento esperando comer alguna migaja, y eso fue suficiente para resucitarte. Wow. Y yo? Yo que recibo? Estoy descubriendo algunos regalos materiales, como el mejor locker en el club deportivo. Yo puedo entrar y salir del baño y sacar alguna cosa que me haga falta, como poca gente, lo tengo tan a la mano que ese es mi regalo material. Uno que no pedí y allí está cómodamente para que yo pueda organizarme y apurarme a lanzar mis chispas de vida por donde paso.
Me estoy recordando si... nuevamente infantil. Esta es la historia de una máquina que vivía del carbón de la isla de Sodor y ella a su vez cubría las vías con chispas doradas que salían de la fricción de sus ruedas con las vías. Ese polvo servía para que los encargados de la isla pudieran transportarse de un lado a otro como un elevador o una carretera mágica. Esos polvos de pronto desaparecieron. La máquina estaba descompuesta, en algún rincón. Hacía falta polvo de oro y todos la buscaban. Ella tampoco podía moverse porque necesitaba carbón de Sodor, era el único que la haría moverse. Así se hizo el milagro, Thomas le llevó carbón y ella nuevamente circulando por las vías proveía de oro a los guardianes.
De pronto así me veo, como la máquina que va por todos lados aventando chispas. Sin embargo para que me pueda mover necesito recibir porque también se me acaba la energía y la imaginación y sin ella no tengo a donde circular, a donde enviar polvo de oro. Necesito imaginación y animación ver que el camino sigue hacia adelante, ahora me encuentro al borde del risco, bueno no he llegado al borde pero el día está claro, y allí a unos pasos veo el risco que desciende en el mar, ¿habrá algun camino que no he visto? Ojalá haya un camino que se mira al llegar al risco que me lleve al mar, donde me pueda bañar donde pueda enjugar mi llanto y quitarme estas bolsas en los ojos que están llenas de agua y ya no me gustan, he llorado demasiado y es menester exprimirlas. Que habrá más allá del risco?
Me estoy recordando si... nuevamente infantil. Esta es la historia de una máquina que vivía del carbón de la isla de Sodor y ella a su vez cubría las vías con chispas doradas que salían de la fricción de sus ruedas con las vías. Ese polvo servía para que los encargados de la isla pudieran transportarse de un lado a otro como un elevador o una carretera mágica. Esos polvos de pronto desaparecieron. La máquina estaba descompuesta, en algún rincón. Hacía falta polvo de oro y todos la buscaban. Ella tampoco podía moverse porque necesitaba carbón de Sodor, era el único que la haría moverse. Así se hizo el milagro, Thomas le llevó carbón y ella nuevamente circulando por las vías proveía de oro a los guardianes.
De pronto así me veo, como la máquina que va por todos lados aventando chispas. Sin embargo para que me pueda mover necesito recibir porque también se me acaba la energía y la imaginación y sin ella no tengo a donde circular, a donde enviar polvo de oro. Necesito imaginación y animación ver que el camino sigue hacia adelante, ahora me encuentro al borde del risco, bueno no he llegado al borde pero el día está claro, y allí a unos pasos veo el risco que desciende en el mar, ¿habrá algun camino que no he visto? Ojalá haya un camino que se mira al llegar al risco que me lleve al mar, donde me pueda bañar donde pueda enjugar mi llanto y quitarme estas bolsas en los ojos que están llenas de agua y ya no me gustan, he llorado demasiado y es menester exprimirlas. Que habrá más allá del risco?
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