HOy es de esos días neutrales, ni frío ni calor, ni aire ni calmo. Cuando el mundo se torna como uno no espera, cuando las cosas simplemente se dan y uno no puede hacer nada, cuando el esfuerzo es inútil es cuando no hay nada por hacer, dejar que el viento pase porque hablando no conseguis nada. Yo intento hablar, pero me encuentro frente a una pared, frente a un abuso, frente a un mutismo que no me deja nada en claro. ¿Como saber que el camino es el correcto?
Pasaban los días y Martha iba creciendo, Martha era un dinosaurio herbívoro, solo se alimentaba de sentimientos, el dinosaurio se hacía del tamaño de una casa pese a que no le correspondía. Tenía el apoyo del perro ladrador. El perro ladrador se paraba enfrente de todos y les ladraba, nadie se acercaba al perro porque en verdad no valía la pena, era un perro loco ladrando sin razón, era un perro que sentía que con su ladrido agarraba fuerza y poder, pero no se percataba que lo único que conseguía era darle fuerza al dinosaurio. Martha crecía y crecía, Martha lastimaba con sus feroces dientes y el perro ladrador no se daba cuenta que rompía su casa, que el la dejaba entrar a su propia casa y ella destrozaba todo a su paso, no cabía en ella, pero el insistía en dejarla entrar, solo imaginemos la casa de un perro albergando un dinosaurio del tamaño de Martha, no era un T-rex, pero no importa el tamaño. Era uno de esos herbívoros enormes que miden 8 metros, pero este era miniatura y solo no cabía en la casa del perro. Era tan fuerte ese dinosaurio que no sabía controlarse. El perro ladrador le daba la fuerza que necesitaba para destrozar todo a su paso. El pensaba que hacía bien, que estaba cuidando el ambiente del perro, el perro se sentía protegido por ese gran dinosaurio y no veía todo lo que `perdía por cederle todo el poder a este gran dinosaurio.
Pasaba el tiempo y el perro disfrutaba el quedarse sin casa. No hemos hablado de los habitantes de la casa del perro. Estos eran personas normales, tenían un perro que los cuidaba, en quien confiaban plenamente porque una persona compra un perro para que le de felicidad y lo acompañe para que cuide la casa y los reciba moviendo la cola al llegar a su casa. El perro ladrador no se daba cuenta que martha estaba rompiendo la casa de sus dueños. La casa de los dueños se fracturaba y se llenaba de tristeza, no comprendían qué estaba sucediendo con el perro ladrador que siempre los había cuidado como si fueran lo más importante.
Ahora que el dinosaurio estaba alrededor, ya no los cuidaba, solo ladraba, y con cada ladrido Martha se hacía más grande, el dinosaurio rompía su casa y el perro no se percataba, sus dueños pensaban en sacrificarlo. Pero ¿que injusto sería eso? ¿Si el perro había sido tan buen animal, por qué ahora sacrificarlo? Era una decisión fuerte, si dejaban al perro, el dinosaurio seguiría rompiendo la casa. ¿Como deshacerse del dinosaurio sin dañar al perro que en algún momento fue amado en esa casa? El perro ladrador corría peligro y no se daba cuenta del daño que hacía al cuidar al dinosaurio ignorando a sus dueños. El dinosaurio era dueño de esa casa, el dinosaurio rompía y un dinosaurio no entiende, si come sentimientos no entiende porque no tiene cerebro, es solo un dinosaurio sin cerebro. el perro está hecho para acompañar a sus dueños, y se podría esperar que el perro ladrador apoyara un poco más a sus dueños en vez de ladrar para hacer al dinosaurio crecer y volverse mas fuerte.
Yo me pregunto cuanta gente está hecho perro que debiera ser amable y mover la cola, pero las influencias externas lo convierten exactamente en lo que no se espera de el. Al volverse ladrador pues simplemente el pobre perro muestra todo el miedo que tiene y cree que por lo menos ladrando el mundo le temerá. Lo que es peor es perder el rumbo. cuando un perro al ladrar apoya a un dinosaurio nocivo es cuando todo se complica porque ha perdido el objetivo de su vida que es cuidar una casa. Está cambiando sus valores por apoyar aquello que es muy grande y que realmente lastima y hiere. Aquello que parece grande pero lo es porque no tiene sentimientos, todo lo malo viene en envases gigantes: el ogro de Juanito de los habichuelas,. el gigante egoísta, el dragón de maléfica, el Kniberbocker de la reina de corazones de alicia en el país de las maravillas. Todos los malos se hacen peores cuando algún perro ladrador los apoya olvidando el objetivo para el que fue hecho.
Pasaban los días y Martha iba creciendo, Martha era un dinosaurio herbívoro, solo se alimentaba de sentimientos, el dinosaurio se hacía del tamaño de una casa pese a que no le correspondía. Tenía el apoyo del perro ladrador. El perro ladrador se paraba enfrente de todos y les ladraba, nadie se acercaba al perro porque en verdad no valía la pena, era un perro loco ladrando sin razón, era un perro que sentía que con su ladrido agarraba fuerza y poder, pero no se percataba que lo único que conseguía era darle fuerza al dinosaurio. Martha crecía y crecía, Martha lastimaba con sus feroces dientes y el perro ladrador no se daba cuenta que rompía su casa, que el la dejaba entrar a su propia casa y ella destrozaba todo a su paso, no cabía en ella, pero el insistía en dejarla entrar, solo imaginemos la casa de un perro albergando un dinosaurio del tamaño de Martha, no era un T-rex, pero no importa el tamaño. Era uno de esos herbívoros enormes que miden 8 metros, pero este era miniatura y solo no cabía en la casa del perro. Era tan fuerte ese dinosaurio que no sabía controlarse. El perro ladrador le daba la fuerza que necesitaba para destrozar todo a su paso. El pensaba que hacía bien, que estaba cuidando el ambiente del perro, el perro se sentía protegido por ese gran dinosaurio y no veía todo lo que `perdía por cederle todo el poder a este gran dinosaurio.
Pasaba el tiempo y el perro disfrutaba el quedarse sin casa. No hemos hablado de los habitantes de la casa del perro. Estos eran personas normales, tenían un perro que los cuidaba, en quien confiaban plenamente porque una persona compra un perro para que le de felicidad y lo acompañe para que cuide la casa y los reciba moviendo la cola al llegar a su casa. El perro ladrador no se daba cuenta que martha estaba rompiendo la casa de sus dueños. La casa de los dueños se fracturaba y se llenaba de tristeza, no comprendían qué estaba sucediendo con el perro ladrador que siempre los había cuidado como si fueran lo más importante.
Ahora que el dinosaurio estaba alrededor, ya no los cuidaba, solo ladraba, y con cada ladrido Martha se hacía más grande, el dinosaurio rompía su casa y el perro no se percataba, sus dueños pensaban en sacrificarlo. Pero ¿que injusto sería eso? ¿Si el perro había sido tan buen animal, por qué ahora sacrificarlo? Era una decisión fuerte, si dejaban al perro, el dinosaurio seguiría rompiendo la casa. ¿Como deshacerse del dinosaurio sin dañar al perro que en algún momento fue amado en esa casa? El perro ladrador corría peligro y no se daba cuenta del daño que hacía al cuidar al dinosaurio ignorando a sus dueños. El dinosaurio era dueño de esa casa, el dinosaurio rompía y un dinosaurio no entiende, si come sentimientos no entiende porque no tiene cerebro, es solo un dinosaurio sin cerebro. el perro está hecho para acompañar a sus dueños, y se podría esperar que el perro ladrador apoyara un poco más a sus dueños en vez de ladrar para hacer al dinosaurio crecer y volverse mas fuerte.
Yo me pregunto cuanta gente está hecho perro que debiera ser amable y mover la cola, pero las influencias externas lo convierten exactamente en lo que no se espera de el. Al volverse ladrador pues simplemente el pobre perro muestra todo el miedo que tiene y cree que por lo menos ladrando el mundo le temerá. Lo que es peor es perder el rumbo. cuando un perro al ladrar apoya a un dinosaurio nocivo es cuando todo se complica porque ha perdido el objetivo de su vida que es cuidar una casa. Está cambiando sus valores por apoyar aquello que es muy grande y que realmente lastima y hiere. Aquello que parece grande pero lo es porque no tiene sentimientos, todo lo malo viene en envases gigantes: el ogro de Juanito de los habichuelas,. el gigante egoísta, el dragón de maléfica, el Kniberbocker de la reina de corazones de alicia en el país de las maravillas. Todos los malos se hacen peores cuando algún perro ladrador los apoya olvidando el objetivo para el que fue hecho.
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