jueves, 8 de mayo de 2014

EL CEREBRO: DISPLACIA CORTICAL II

Esta mañana de paseo con la gente me encontré, al lechero al cartero, al policía saludé, con más gente  que vi, vi mucha gente que antes, ni siquiera la vi,, Por eso viva la gente, la hay donde quiera que vas,, viva la gente, es lo que me gusta más.

Esta canción la aprendí en algún momento de mi vida, y cada vez que digo "esta mañana", me distrae a mis pensamientos reales. La indigestión no me deja, sigo sin aceptar aquello a lo que estoy destinada, porque ello no me genera felicidad, porque con ello nací, y ya no me genera placer; me genera felicidad hacer lo que mi mente y mi personalidad y mi nueva realidad han forjado. Sin embargo, a veces pienso, ¿Vale la pena arriesgar la salud, por seguir un sueño? ¿Será que mi sueño está muy lejos de mi realidad? No comprendo todavía qué y dónde, cómo y cuando, tal vez todavía se encuentre muy lejos, y yo estoy presionando para que sea una realidad inmediata. Hay cosas que no se pueden cambiar, sólo aceptar y esperar.

Continuando con la historia de la displacía cortical en el cerebro, nos habíamos quedado en la formación, en los primeros 10 días de concepción del bebé, cuando aún la madre no sabe que está embarazada, es cuando las células se extienden, para formar la corteza cerebral. Cuando alguna célula no hace su trabajo, de extenderse al unísono con las otras, ésta forma una costra, o una dureza que promueve  que la parte del cerebro que origina esa célula, salga descompuesto. Esa región cerebral, quedará deforme como una pared que no está fuerte.

Cuando el bebé nace, las partes que primero se desarrollan son las de movilidad, que están en la parte superior de la cabeza, lóbulo superior. Si la displacía se presentó en esta parte, el niño no aprenderá a caminar bien, o le costará tomar las cosas con sus manitas, o se retrasará su desarrollo natural.  Tal vez sea este momento, donde los padres empezarán a visitar neurólogos, para resolver el problema de movilidadd de su pequeño.

Todo el primer año de vida, se desarrolla esta parte superior de la cabeza, los lóbulos frontal y parietal, sse  requieren más adelante   dentro del desarrollo del pequeño, y los problemas de la displacía, se mostrarán después del primer año de edad.

Cuando observo un adulto en silla de ruedas, pienso cuál será el camino que siguieron sus padres hasta que terminó guardado, allí en una silla donde solo recibe la miseriordia de la gente, y desde allí aprende a desarrollar una personalidad maravillosa, como la de un físico nuclear que algún día estudié, o la de un pobre mendigo que no encontró la orientación correcta para hacer de él una gran persona. 

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