jueves, 29 de mayo de 2014

CEREBRO: HIPOCAMPO, PLASTICIDAD NEURONAL

Desde que yo aprendí sobre las células en la escuela, se decía que las únicas células que no se regeneran, son las neuronas, que ellas una vez que mueren, ya no se reproducen. 

Nacemos con una cantidad estratosférica de neuronas. Podemos observar que los bebés avanzan día con día desde que nacen, tienen la necesidad de hacer muchas sinapsis, es importante para su organismo formar todo el cerebro, porque es el tiempo en que  éste va conformandose haciendo muchas sinapsis.. A la edad de 3 años, inicia la exterminación del exceso de neuronas y se extiende hasta los 6 años, edad en que definitivamente quedan las que hicieron sinapsis dejando espacio para que a partir de éstas el cerebro crezca y se extienda en todo el espacio que existe. Por esta razón,  toda la información del aprendizaje de estos primeros años, quedará ahí guardada para cuando se requiera. Recuerdo que yo cuando leí esto, decidí que mis hijos tendrían muchas actividades para poder desarrollar su cerebro, pero cuando me percaté del tamaño real del chico, de las grandes expectativas que uno tiene, cambié de opinión, los chicos aprenden lo que corresponde a su edad. Aunque les presentaba vídeos que desarrollan las partes del cerebro, y los dejaba escuchar música de Mozart, Beethoven y otros que se dice estimulan el cerebro, no los registré en miles de cursos, ya que comprendí que los agobiaría con actividades que les impedirían enfocarse en una sola cosa y promover la concentración. Además un chico que de pequeño estuvo abrumado de actividades, de adolescente,  les viene una pasividad existencial, donde no tienen deseo de hacer nada, como respuesta al exceso de exigencia en sus primeros años. 

Aunque las neuronas no se regeneran, hay una única zona donde sí lo hacen. Hay estudios recientes, en unos peces, que ignoro la razón que han elegido el cerebro de ellos para compararlas con el humano, en que las fotografías muestran que las neuronas hipocampales si se regeneran. La función del hipocampo es, además de recordar las impresiones de la amígdala, darle precisión a nuestros movimientos. Con la ayuda de este órgano podemos hacer trabajos puntuales, como aparcar el auto sin pegarle al de atrás o adelante, pasar por un espacio estrecho sin lastimarnos, apreciar los instrumentos en una pieza musical. También es la zona de los sentimientos, es la que se conecta con el corazón. Tiene una función tan delicada, que el ser humano se quedaría sin sentimientos si muriera el hipocampo o si no estuviera completo. La función del sentimiento, sólo la puede realizar este órgano con eficacia  y por esta razón, estas células sí se regeneran. 


martes, 27 de mayo de 2014

DISPLACIA CORTICAL: AMÍGDALA E HIPOCAMPO

Etoy regresando nuevamente al tema que me había interesado comentar, sobre la displacía cortical. Es un tema bastante joven, recién se descubrió en 1971, cuando muchos de nosotros estábamos iniciando la vida, o tal vez ni siquiera estábamos en proceso, pero no son muchos años antes de que estas generaciones nacieran. No estamos hablando de 1800, o 1900, son solamente 4 décadas las que han transcurrido desde este descubrimiento, cuando le llegó el momento al cerebro, ser motivo de estudio.

Las paredes del cerebro y redes neuronales deben ser armónicas, funcionar con sincronía para que el cuerpo reciba esa información con precisión y funcione correctamente, para que se pueda  mover como corresponde. Hay dos pequeñas piezas en el cerebro ubicadas a la altura de las orejas llamada hipocampo y amígdala.. Este par son los sensores de entrada de las emociones, del peligro, de los aprendizajes de movimiento, de lo que nunca olvidamos por ser traumático. A ambos lados izquierdo y derecho, tenemos una amígdala y un hipocampo. La amígdala, recibe la emoción, y pone al cerebro en acción, lo pone a la defensiva para que se prepare ante cualquier acontecimiento. Tal vez el sentido recibido fué un ruido altísimo, de altos decibeles, entonces la amígdala se pondrá a la defensiva, la adrenalina se dispara, los músculos se tensan y los sentidos se agudizan para resolver el sentido de superviviencia para que está preprado este órganito. Supongamos que el ruido provenía de la calle, nuestros pies irán corriendo a comprobar qué es ese ruido y de dónde proviene, cuando veamos que a lo lejos, el sonido es de una construcción que se le ha roto un vidrio, el hipocampo aprenderá que ese agudo sonido corresponde a un evento que, si no está cercano a mi, no me generará algún problema, pero se quedará grabado por si me sucede de cerca y recordar que eso es peligro porque me puede cortar. El hipocampo guarda en su espacio las emociones que recibe la amígdala.

Cuando queremos encestar una canasta al jugar baloncesto, o aparcar el auto, o tocar un instrumento musical, también entra en acción el hipocampo. Éste recibe la orden del cerebelo de que debe funcionar, le envía las señales y empieza a laburar con esmero hasta ver la tarea terminada. También se empiezan a hacer conexiones o sinapsis para aprender, para que la próxima vez que queramos repetir el ejercicio, funcione como esperado. Como se vió en el capítulo anterior, si la displacía cortical se ubica en esta zona del cerebro, al requerir realizar una sencilla actividad como escribir, vendrá una convulsión porque la zona no tendrá la sensibilidad  para que funcione correctamente , y es aquí donde el anticonvulsivo atiende el mal. La persona aprenderá con mayor lentitud y todas las actividades de precisión, las hará con mucho cuidado por lo que se tardará mucho mas tiempo en controlarlas, por el mal que existe en su cerebro. Felizmente tenemos muchas neuronas, y mucho espacio desaprovechado, y aquello que no hace esa parte lo hará otra neurona, es lo  que se conoce como plasticidad cerebral, cuando una parte del cerebro aprende a hacer algo que no es de su conocimiento pero apoya para "el beneficio de todo el equipo."

viernes, 23 de mayo de 2014

HERIDAS DE INFANCIA:TRAICION -INUSTICIA

Esta mañana el sueño no me suelta, hace horas que mis sentidos están despiertos, pero mis ojos quieren continuar cerrados, como una negación que se avecina. Es una situación muy triste y demandante pero que es necesario realizar. Son dos círculos que se presentan, es un patrón que se repite, es un destino bien marcado que solo aparece, permanece para después apagarse y desaparecer hasta que se vuelva a repetir la operación para mirar de cerca o para tocar base, para encontrar seguridad de que lo que se hace está correcto, que no hay equívoco. Sin embargo, a veces pareciera que esa línea me fuera a acompañar como indicando que cierto camino es importante seguirlo al pie de la letra, so peligro de caer en el olvido.

Cuenta la historia de una princesita que tenía un abuelo al que ella adoraba. Ella lo admiraba tanto, podían pasar horas juntos charlando, él la llevaba al cine, a comprar helado;tenían  a tantas actividades que en verdad cumplía la misión que cualquier chica de esa edad, tener un abuelo que recordar toda su vida. Había tantas historias que contar juntos, miraban la tele, y había un comercial que les parecía gracioso, entonces, ella con su voz pequeña imitaba las voces de éste, el abuelo moría de emoción al escucharla en su imitación. También le decía que no creciera, que se quedara así, pequeña. La princesita no sabía que al abuelo no le gustaba la gente grande. Los adultos le molestaban, éstos eran como una piedra en el camino y simples seres que ya no tenían nada de divertido.

Pasaban los años, y la princesa creció, y el abuelo dejó de quererla. Ya no había paseos por un helado, ya no había paseos al cine, sólo había un ceño hosco que le decía "si no tenés nada que hacer, no lo hagas aquí". Ella no sabía qué hacer, era su abuelo, aquél que la había acompañado, aquél que la había entretenido durante tantas horas; por más que se acercaba, él la rechazaba. Ella como pequeña había sufrido una traición, una traición profunda recibida de aquél hombre al que ella admirab, al que ella quería. 

En las heridas de infancia, la traición lleva a la injusticia. La persona que de infante recibió una traición del progenitor del sexo opuesto, buscará recibir una injusticia para quedarse en el dolor infantil subconsciente que aquello le ha provocado.

La chica, al crecer inconscientemente decide resolver el asunto pendiente con su abuelo y encuentra un hombre que físicamente tenía gran parecido con su abuelo traicionador. Era simpático, era divertido, la llevaba a pasear a restaurantes elegantes, a eventos importantes, recibía de este hombre parecido a su abuelo, lo mismo que recibía de él. Al sentirse identificada, y descubrir que este hombre cumplía el patrón que ella requería, se casó con él. Ella ahora cumpliría su sueño de ser amada por su abuelo, de resolver el conflicto que le había quedado pendiente desde su segunda infancia. Para su impresión, el marido amoroso que ella esperaba, no lo era, al igual que su abuelo, la trataba mal, le hacía lo mismo que recibía del abuelo, la misma ignorancia y las mismas malas poses que le recordaban su infancia.

Ahora era momento de decidir el camino que tomar. Primero que nada, quedarse qieta, había develado una herida infantil y no estaba preparada para resolverla, era tan infeliz como cuando era pequeña, pero tenía plena conciencia del error en que había caído.

Fue así como ella, confrontando su realidad se acercó a su marido, con todo cariño le agradeció su compañía y le puso un ultimatum, "si no te convertís en el príncipe que yo conocí, mejor te podés largar, el mundo es muy grande y todos cabemos en un espacio diferente". El hombre, el marido tan parecido a su abuelo, sabía que ella estaba demente, contaba con su pericia vocal que siempre le llevaba a ganar cualquier negociación. Como era un hombre inteligente, le pidió que ella le recordara cuando se comportab como su abuelo, que entonces él cambiaría por un momento para curar su corazón herido. Ella no comprendía, debajo de ese hombre hosco y fuerte que era su abuelo y hoy también su marido, existía el príncipe que había permanecido escondido por temor a parecer frágil, a aparentar debilidad, a aparentar ser femenino. Así la chica vivió inmensamente feliz y vivieron felices para siempre. FNNFN

lunes, 19 de mayo de 2014

Heridas de infancia: injusticia-rigidez, víctima

Es curioso cómo todo sucede de la forma más inesperada. Hace tiempo me angustiaba porque mi pasado me había alcanzado, aquello que yo había eludido, nuevamente estaba junto a mi. Las chicas de una etapa escolar, a las que dejé de ver por pesadas, porque no había relación cercana o afinidad, de pronto se convirtieron en mi compañía.

Recuerdo con pesar, cómo sufro cuando he de confrontar aquello que me lastima como estas personas. Cuando una herida de infancia surge, uno sufre igual que cuando lo vivía de pequeño. Si lo que sufría era abandono, se apega a las relaciones para no volver a vivir ese dolor. En mi caso era injusticia, una persona que sufrió la injusticia, vive haciendo la víctima y en rigidez, para que la herida no cierre, para que uno no crezca. ¿Por qué? ¿Por qué queremos permanecer en la infancia? Porque aunque hayamos tenido eventos muy tristes, era la época en que alguien nos miraba, nos mimaba, nos mantenía, estaba al pendiente de nosotros, y por eso al crecer inconscientemente queremos, deseamos, anhelamos regresar a esa época. Como eso ya no es posible, porque el tiempo nos ha dado responsabilidades, y obligaciones, entonces recurrimos a las actitudes infantiles que eran importantes y definitorias para nuestro estar. Recurrimos a nuestras heridas que por lo menos nos recuerdan la infancia que añoramos. Dicen que al descubrirnos metidos en una herida y reaccionando ante ella, debemos quedarnos quietos, no mover, no quejar, no hablar, no actuar, porque cualquiera de esas actitudes, hará que nos envolvamos en el papel de víctima en este caso.

Es un efecto impresionante, descubrir la injusticia y quedarse quieto. Me dio ocasión para esperar y analizar a cada mujer que recordaba. Incluso me trajo un ejemplo, una injusticia más. Una amiga reciente, me ha enviado un mensaje de felicitación, cuando ella fue quien me negó ayuda, una mano, una mirada, todo me lo quitó, y su entrada triunfal inició con "las grandes amistades superan cualquier adversidad". Mi reacción automática hubiera sido, llamarle, contestarle en gratitud. Pero como estaba en estado de quietud por la otra escena de injusticia, tuve la calma de no hacer nada. Así como llegó, se fue, mi amiga reciente, no me ha vuelto a hablar, cosa que agradezco, las amigas no dan la espalda sin una razón o un perdón pronto.

Quedarse quieto ante una humillación, ante un abandono, ante un rechazo, traición, injusticia y dejar que el mundo se mueva, le da a uno la fuerza y la voluntad para seguir adelante. Cuando uno no reacciona ante estas heridas, tiene tiempo para pensar en un golpe de respuesta acertivo. No es que uno se quede congelado y no responda, no es falta de confrontación, sino falta de herramientas para hacerlo. Si toda mi vida he recibido injusticias, la única reacción que tengo es la rigidez, y si decido no moverme, en vez de aumentar la rigidez, busco en mi cajón de herramientas, cuál puedo usar para resolver este problema en particular.

Cuando uno se queda quieto, es como quien atrapa balas, son las pruebas que venimos a trabajar en la vida, y cuando uno ya no se engancha, la prueba misma se va, se aleja por si sola, porque hemos superado la prueba. No es fácil, no es de una sola vez, es consistentemente, día a día y escena a escena, observar si me está atacando o me estoy proyectando. Es como detectar aquel alimento que te hace daño, una vez que lo conoces, ya no lo pruebas, y resuelves el problema.

Saltar y esconder un pedazo de vida, puede ser perjudicial para el propio crecimiento. 

sábado, 17 de mayo de 2014

CEREBRO: DISPLACIA CORTICAL 4, CONVULSIONES

En el tema del cerebro y la displacía cortical nos quedamos en que la pared que se ha formado del cerebro no está bien cimentada, no tiene la misma fuerza que las otras paredes del órgano. Todas las paredes, forman en sí una especie de líneas verticales con dendritas y axones que se comunican, llevando la información que el cerebelo emite. Como información general, estas líneas se van haciendo más profundas, mediante vamos aprendiendo, mediante más información llega a la corteza cerebral, y mayor cantidad de información debe guardar, se van profundizando las rayas haciendo convoluciones. Por esta razón, los cerebros de hoy no tienen tanta memoria guardada, porque antes había que recurrir a la memoria a largo plazo para armar nuestros conocimientos y expresiones, para recordar algún tema importante de nuestro trabajo. Hoy, el internet recuerda nuestras consultas, el navegador como google que siempre usamos, mantiene marcado en otro color las páginas que hemos consultado e incluso nos recuerda la última vez que la consultamos, así nuestra memoria, se debe limitar a recordar las palabras que usamos aquella vez que necesitábamos esa información, reduciendo el trabajo del cerebro y evitando que las rayas de memoria se profundicen.

Regresando al tema de la formación de los lóbulos, cuando esta pared está mal formada, el cerebelo envía información y no la recibe, es como si fuera flojo, como si amaneciera con pereza y no tuviera deseo de moverse a la par del resto del cerebro. El cerebelo, al observar que el cuerpo no está reaccionando como esperado, al recibir el feedback de un funcionamiento erróneo o no reacción del cuerpo, envía más energía a esa parte del cerebro que debe elaborar esa función, pero como está descompuesta, no recibe la información con la intensidad necesaria. Todo el cerebro, ha recibido un exceso de energía, ha reaccionado con presteza a la orden del cerebelo y como no hay una orden de ayudarle al lóbulo descompuesto, sigue en su camino. El resultado de esta energía excesiva, genera una convlusión en el cerebro y en todo el cuerpo. El cerebro trabaja al unísono, todos van a la misma velocidad para que la información llegue al cuerpo en forma armónica. Los axones y dendritas de que está formado, son obedientes a la intensidad que el cerebelo ha enviado, y al recibir ese exceso de energía enviado al lóbulo descompuesto, chocan entre sí, por decirlo de alguna forma. Es como cuando estamos apurados en la ruta y una lenteja se mete en nuestro camino sin mirar si hay espacio o si yo vengo a toda velocidad. Si hay espacio, podré yo hacer el movimiento para que no haya choque, pero si no hay espacio, esta lenteja provocará que yo le choque o que se lo haga al auto de al lado. Es algo inevitable para el cuerpo reaccionar y defenderse de un exceso de información y energía para moverse. Es en este momento cuando entran en acción los anti-epilépticos, estos estimulan las neuronas del lóbulo descompuesto, emitiendo la señal para engañar al cerebelo. Los medicamentos le dicen al cerebelo que no envíe más energía, que el lóbulo lenteja está funcionando correctamente.

Yo estoy hablando de axones y dendritas y términos que todos conocemos, pero habrá quien se confunda. El cerebro tiene forma de coliflor. El tallo de la verdura se puede observar muy grueso en la base y empieza a ramificarse hasta terminar en hojitas duras. Los axones en el cerebro son como el tallo de la coliflor, gruesos, se van extendiendo y adelgazando formando dendritas, que son las hojas de la orilla. Las dendritas se conectan entre si, haciendo sinapsis. La sinapsis es la energía con que se comunican, las que llevan la energía entre una y otra para que la acción se realice en el cuerpo. Si no hay dendritas fuertes, las sinapsis serán muy lentas o muy vagas. Al no estar bien formadas, no contendrán la fuerza para conectarse entre sí como una dendrita sana.  La apariencia física de una displacía cortical es como de axones cortados, de dendritas delgadas o faltantes, de huecos muy espaciados que impiden que la energía llegue con fuerza a la vecina, o que acaso haya la comunicación requerida para que la acción se realice en el cuerpo.

Cuando se dan los medicamentos correctos, el cerebro sano ayuda al enfermo. Algunas partes del cerebro sano, hacen funciones que el enfermo no puede o no tiene la fuerza para realizar. Con ayuda de medicamentos, el cerebro funciona mejor dandole a la persona una vida más sencilla porque las reacciones del cuerpo han sido compensadas por el cerebro sano. 

jueves, 8 de mayo de 2014

EL CEREBRO: DISPLACIA CORTICAL II

Esta mañana de paseo con la gente me encontré, al lechero al cartero, al policía saludé, con más gente  que vi, vi mucha gente que antes, ni siquiera la vi,, Por eso viva la gente, la hay donde quiera que vas,, viva la gente, es lo que me gusta más.

Esta canción la aprendí en algún momento de mi vida, y cada vez que digo "esta mañana", me distrae a mis pensamientos reales. La indigestión no me deja, sigo sin aceptar aquello a lo que estoy destinada, porque ello no me genera felicidad, porque con ello nací, y ya no me genera placer; me genera felicidad hacer lo que mi mente y mi personalidad y mi nueva realidad han forjado. Sin embargo, a veces pienso, ¿Vale la pena arriesgar la salud, por seguir un sueño? ¿Será que mi sueño está muy lejos de mi realidad? No comprendo todavía qué y dónde, cómo y cuando, tal vez todavía se encuentre muy lejos, y yo estoy presionando para que sea una realidad inmediata. Hay cosas que no se pueden cambiar, sólo aceptar y esperar.

Continuando con la historia de la displacía cortical en el cerebro, nos habíamos quedado en la formación, en los primeros 10 días de concepción del bebé, cuando aún la madre no sabe que está embarazada, es cuando las células se extienden, para formar la corteza cerebral. Cuando alguna célula no hace su trabajo, de extenderse al unísono con las otras, ésta forma una costra, o una dureza que promueve  que la parte del cerebro que origina esa célula, salga descompuesto. Esa región cerebral, quedará deforme como una pared que no está fuerte.

Cuando el bebé nace, las partes que primero se desarrollan son las de movilidad, que están en la parte superior de la cabeza, lóbulo superior. Si la displacía se presentó en esta parte, el niño no aprenderá a caminar bien, o le costará tomar las cosas con sus manitas, o se retrasará su desarrollo natural.  Tal vez sea este momento, donde los padres empezarán a visitar neurólogos, para resolver el problema de movilidadd de su pequeño.

Todo el primer año de vida, se desarrolla esta parte superior de la cabeza, los lóbulos frontal y parietal, sse  requieren más adelante   dentro del desarrollo del pequeño, y los problemas de la displacía, se mostrarán después del primer año de edad.

Cuando observo un adulto en silla de ruedas, pienso cuál será el camino que siguieron sus padres hasta que terminó guardado, allí en una silla donde solo recibe la miseriordia de la gente, y desde allí aprende a desarrollar una personalidad maravillosa, como la de un físico nuclear que algún día estudié, o la de un pobre mendigo que no encontró la orientación correcta para hacer de él una gran persona. 

lunes, 5 de mayo de 2014

EL CEREBRO: DISPLACIA CORTICAL I

Hoy, es de esos días de ansiedad, en que no puedo sentarme a descansar, porque la cabeza está volando en algún espacio virtual, no de la computadora, pero sí de las galaxias en las que navega mi mente. Este momento, lleno de lejanía y de disparidad necesito poner los pies sobre la tierra.

Empiezo recordando la frase de un poeta enamorado, que cuenta en una frase, que está enamorado, y más adelante que está triste, y es que el amor provoca tristeza. Yo antes pensaba que era mi proyección infantil, mi inmadurez como persona, que quería y amaba a través de la tristeza y que sólo así había aprendido. Leyendo el blog de un neurocientífico, me entero que la dopamina que trae al amor, es un estado que no lo soporta el cerebro, es como vivir drogado, y entonces el mismo cerebro como método de defensa, genera oxitocina, que trae al cuerpo a la realidad y la mente a un piso que corresponde. Por eso es importante no perderse en el amor, porque el cerebro de todos, hará que regrese a una triste realidad. Por eso en mi caso, el amor etéreo, me hacía llorar porque el cerebro no comprende eso y lo tira a lo que sí reconoce. Es curioso saber esto. Por eso, como el amor no perdura por siempre tiene una corta vida de 4 años, es lo habitual y la rutina de trabajar con las cualidades de la persona, lo que hace a una pareja perdurar. Hoy en día, donde el amor es virtual, las relaciones reales pasan mucho tiempo en una computadora, pierden esos 3 ó 4 años maravillosos de amor real, en suponer que será eterno de esta forma y por eso no perdura, porque la cruda realidad de cuando el amor se va, nos muestra al ser horrible que nos proyecta todos nuestros defectos y tristezas. Cuando en cambio, en esos años nos concentramos en dedicar realmente, a vivir, a esa persona a nuestro lado, la cruda realidad, no lo será tanto porque estaremos con un ser conocido y conquistado, elaborado y nuestro.

Hablando del cerebro, estoy comprendiendo lo que llaman "DISPLACIA CORTICAL". El cerebro está formado por "rayas", por decirlo así,  en forma de circunvoluciones, que se hacen mientras más aprendemos y más recordamos, estas rayas, se van profundizando, forjando mejores recuerdos que se pasan al cerebro de largo plazo, dentro de estas profundidades. La memoria de corto plazo se queda en la corteza, y mediante leemos y releemos la lección, esta información se irá profundizando a la circunvolución. Hay veces que el cerebro se forma con defecto, en algunas zonas malfuncionará.

¿Cómo sucede esto? A los 10 días de creado el ser humano, cuando ni la madre sabe que está embarazada, se forma el cerebro. Es una bola con una colita. Las células de la bola, se abren para formar la corteza cerebral, y la colita formará el resto del cuerpo. Cuando estas células no se extienden correctamente, dejan en la cabeza de la persona una pequeña cicatriz. Las células que no hacen su trabajo, se ponen duras dentro del cerebro. Esto con el desarrollo en los próximos 9 meses, forman una deficiencia llamada displacia cortical. Esta parte del cerebro estará descompuesta. Será como una pared deforme, hecha de diferentes materiales. Es como si una casa pobre, la montamos con escombro, ladrillos y pedazos de loza, la apariencia será fea, y la construcción no será tan rígida como se espera.

El desempeño de esta pared del cerebro será pobre. Se cree que el déficit de atención, el autismo  y otros comportamientos extraños, están relacionados a esta malformación... continuará. 

viernes, 2 de mayo de 2014

HERIDAS DE INFANCIA: LA HISTORIA DE UN GRAN HOMBRE

Esta mañana mirando el techo, me he encontrado con otro agujero. No es uno de humedad o de descuido, es sólo el aire acumulado en el cemento, que forma una burbuja y luego se rompe dejando un caprichoso hoyo, en un espacio donde debiera ser plano y bien formado. Eso me recuerda a las heridas de infancia.

Estoy leyendo un libro de un hombre que conozco muy bien. El señor es  muy importante, un ser sumamente inteligente, ameno, simpático. Tiene la sonrisa abierta y franca, los ojos iluminados y una gran frente bien amplia mostrando su inequívoco origen español. Poca gente me entretiene tanto como él. Es tan inteligente, tiene la capacidad de mantenerlo a uno atendiendo sus palabras, que bien pueden ser sobre concursos de sus nietos de spelling-be, o de su historia personal dirigiendo un sindicato. Sabe llevar la parsimonia de la voz y las palabras, tan amenamente, que es un placer charlar con él.

En su libro cuenta su historia personal. Él cubano, de extracción muy humilde, hijo de padres españoles, subsistiendo con sus dos hermanos de sangre y tres medios hermanos, conviviendo en un sólo ambiente, y más tarde siendo abandonado por su padre, un taxista ojo alegre, que enamoraba muchas mujeres. Cuenta que su origen humilde, le obligaba a hacer pequeños laburos para la gente mayor de la zona elegante, a ahorrar el costo del pasaje, y caminaba kilómetros y kilómetros diarios, de lunes a domingo. Entre semana trabajaba desde los 14 años, y los domingos, jugaba en la liga de béisbol, esperando que algún cazador, los encontrara y los contratara. Es este esfuerzo de caminar, y de sufrir penurias y faltas materiales, lo que le hizo el carácter terco, de objetivos cumplidos.

Durante su escrito, se muestra un hombre de gran voluntad, de soluciones y perspicacia, y sobre todo honesto. Prefería meterse en problemas y delatar algún movimiento extraño de sus compañeros, antes que dejar mal las cosas. Buscaba la justicia, aunque el no tuviera el derecho ni el grado que correspondía en la jerarquía.

Parte de su estrella radicaba en llegar siempre al lugar indicado, con la gente de alto rango, que admirara su inteligencia y le ayudara a superarse, para lograr un mejor puesto. Cuando llegó a EU de inmigrante, el tío de su novia, le paga estudios de administración para que termine de prepararse los previos, que tuviera en Cuba.

El único defecto que se le encuentra a este hombre, es: no saber superar sus propias heridas. El fue abandonado y en su libro, a sus hijos, él mismo los abandona. No es el abandono físico, porque a todos los lleva a todos los países donde lo envían, todo el tiempo cuida de ellos; es el abandono moral. Los menciona el año en que nacen y los suma a los que ya había en la cuenta: "ahora con 2 hijos, mi señora hacía..." en ningún momento menciona algún paseo que hiciera con ellos. Por el contrario, se queja de las semanas de trabajo fuera de su casa en que no podía convivir con ninguno de ellos. Es en estas líneas donde tiene el momento de meditar sus errores que lo llevaran a fracasar con su señora. Recién hombre de 70 años, con toda una vida, pudo mirar un gran error y ya muy tarde para enmendar.

Es triste darse cuenta que un joven no tiene la capacidad de resolver sus heridas, le faltan  herramientas que da la experiencia, para superar aquellas que se han pasado por generaciones. Sólo cuando son grandes, abuelos, segundas nupcias, se toman el cuidado de hacer las cosas bien, de no abandonar a los seres queridos, de tenerlos presentes. Qué triste que de joven, uno sea tan cobarde y tan inmaduro que no sepa afrontar su propios dolores y busque la forma de corregirlos. El problema con esto, es que los propios hijos, repiten el patrón, repiten el mismo trato que recibieron de su padre.

Afortunadamente, esta generación superficial de tablets y juegos electrónicos, ya tiene el cuidado de mirar a sus hijos, de observar la forma de reprenderlos. Esta generación, ya no piensa en sólo trabajar, como lo pensaban nuestros abuelos, en que el trabajo enaltece. Como en estas épocas hay tanto desempleo, el valor de la persona está en ella misma, en proteger su descendencia y en atender sus dolores para hacer mejores hijos de lo que fueron ellos.