miércoles, 23 de abril de 2014

EL CEREBRO

Ya de noche, nuevamente me entra la ansiedad de algo, una sensación de que estoy en falta y que me es debido y no consigo suplirlo con nada. Me tomo una taza de café, y deseo una factura para acompañarlo, pero me doy cuenta que ello no me llena. No es el estómago, es algo que me ponga feliz, que me dé emoción, que me dé mucha alegría y eso no lo consigue: ni la comida ni el estómago me calman esa ansiedad.

Tengo una picazón de algo que tengo que hacer, me hace falta una actividad, y no percibo qué; claro, mi mente necesita un desfogue. Hoy hice tantas cosas, observé el patio triste sin árboles, pregunté a toda la gente qué había sucedido con los árboles, nadie sabía; reclamé al manager, yo tenía razón: estaban dando plaga y no crecía nada alrededor, traerán otros pequeños de unos dos metros para suplir estos de 50 años de vida. Vino un cerrajero para reponer las llaves, hice las compras. ¡Cuantas cosas que uno hace que la agotan y que consumen tiempo! Pero era menester ganarle al tiempo y aprovechar los minutos; como hormiguita seguí mi rutina, haciendo varias cosas, revisando el trabajo de la gente, marcando los nombres de las puertas que mis llaves recién copiadas abren. Con toda prolijidad, me puse a colocar colores y nombres en cada una, para que no sufra buscando nuevamente más llaves.

El tiempo corría y yo tras él. Hasta que me cansé, hasta que mis piernas dijeron "basta" y entonces, escuché a mi mente, ella me decía, "necesito moverme yo, necesito un poco de aceite, un poco de creatividad", fue así como llegué a mi paraíso, llegué a mi lugar feliz donde mis sueños se hacen realidad, a mi casa de lavandas y piedra.

Visité un museo interesantísimo. Uno que habla sobre el cerebro, por supuesto que no es actual, los experimentos son un poco antiguos, pero no por ello menos interesantes. Algo hermosamente didáctico. En una pared están los dos  hemisferios cerebrales gigantes pintados de colores,  cada color representa  la parte del cuerpo que mueve esa región del cerebro o las partes del cuerpo que sienten en esa región. Yo fascinada mirando cómo trabaja mi órgano favorito del cuerpo.
Más adelante fotos de  experimentos, neuronas haciendo sinapsis y otras renovándose en el hipocampo. La única parte del cerebro que si se regenera es el hipocampo, el que guarda las emociones y los recuerdos que los sentidos le enseñan.
Catedráticos que en los 60´s ganaron premios nobel al descubrir las funciones neuronales, y las partes del cerebro. Es increíble que tan solo en los 60´s hayan empezado a aprender sobre el cerebro. Seguramente hubo primero que desarrollar mejor los rayos X y las máquinas de resonancia magnética para tener herramientas que investigaran sobre esta parte del cuerpo tan interesante, tan importante.

Cada sala, cada información todo mostrado con la didáctica moderna, audiovisual, tocar y montar artefactos que explican qué le pasa a las partes del cuerpo que éste controla, cuando hay algún movimiento en la tierra, qué movimientos realiza el cerebro para compensar lo que está fuera de él.  Explica el efecto de los diferentes medicamentos en un audio. También algunas enfermedades mentales comunes como la epilepsia, esquizofrenia, esclerosis lateral éstas en audivisual con ciertas fotografías que explican qué provoca esta enfermedad y qué sucede en el cerebro cuando éstas se manifiestan. Muestran las sinapsis, o la falta de ellas, la enramada neuronal con sus axones y sus dendritas, todo el mundo que está dentro de nuestra cabeza que todavía tiene muchos misterios por resolver. Esa parte que la damos por hecho, porque al igual que el brazo o la pierna, funciona y asumimos que quiere mantenerse en el anonimato porque no se muestra y no lo vemos a simple vista, no le ponemos atención; sin embargo si esa parte no funciona correctamente,  si sufre de alguna anormalidad, todo el cuerpo lo resiente.  

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