martes, 1 de abril de 2014

EL AVION PERDIDO

Cuenta la historia de un avión perdido, que iba zurcando el cielo y de pronto  desapareció en el infinito. La gente no sabá que allí iba gente poderosa, tal vez extraterrestres, gente que todos ignoraban, eran sólamente ciudadanos de tierras lejanas. Ciudadanos desparcibidos. Tenían papariencia simple, vana, de baja estatura  pero sanos. No resalataban por atléticos, pero sí por delgados. Al momento de pasar aduana, tuvieron problemas por los alimentos que intentaban pasar, hubo que envasarlos de forma especial para que pasara los estándares de seguridad. Los aduaneros los miraron seres simples, de mirada oscura, con ropajes ordinarios, nada ostetoso, llevaban collares de canívales. Al mirarlos, los hipnotizaron por un instante, no les infundieron miedo, de otra forma, los habrían detenido. Eran tres hombres, que con seriedad y simpleza abordaron el avión. Una vez a bordo, y una vez que hubo alzado el vuelo, ya en el aire, fueron con los pilotos y los convencieron de cambiar la ruta. ¿Cómo? Ellos era extraterrestres, seres de mente poderosa, sus mentes pasaron murallas de límite de la cabina y entraron en ella, sellada con doble pared y así, entraron en la mente de ellos, haciendo que superaran el límite y llegaran a otro mundo.

Los pasajeros asustados, metidos en un mar de dudas, observaban cómo subían y subían hasta llegar al triángulo del magnetismo, en esa zona de la galaxia, no requerían propulsión, sólo el magnetismo los empujaba a otra galaxia. Los extraterrestes, descendieron en su casa, invitaron a los asustados pasajeros a bajar. Algunos, dudosos de miedo, la rechazaros. Esos, junto con los pilotos, tomaron rumbo a su destino, sin saber que la fuerza mental de los extraterrestres, no los ayudaría. Vagarían por la galaxia, buscando una salida, sin jamás encontrarla. Así, perdidos en el megnetismo terestre, quedarían los osados pasajeros que a su destino intentaban llegar. 

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