He escuchado recientemente la expresión "El amor de tu vida sos vos. No hay que otro es el amor de tu vida, porque el amor no es eterno, el amor no vive por siempre y si descargás todo el amor en otra persona te apegás a él". Es un hecho que el apego es de evitarse cuando hay amor. El apego es cuando uno asume que esa pareja con la que está, va a darle todo lo que uno desea, va a hacerlo feliz, a darle momentos inolvidables, risas, regalos, besos, abrazos y cosas embelesadoras que harán del cuerpo un monumento. Es verdad que el apego hace que la gente pierda el piso y dependa sólamente de "su ser amado". Es un hecho que la sociedad de antes obligaba a la mujer a perderse por el marido, y no importando qué acciones hacía él, ella debía ser dócil y amable y agradecida por todo lo que él la cuidaba. El podía maltratarla, pegarle, tener amantes, llegar ebrio, y ella no podía quejarse, debía comprender que el hombre necesitaba desahogarse y esa era la forma que se sabía.
Afortunadamente hoy ya tenemos las mujeres, voz y voto, podemos reprender al marido y decirle sus verdades. Sin embargo se ha ido al extremo "yo soy el amor de mi vida" convierte a las mujeres en seres egoístas.
Imaginemos la escena:
Ella está aburrida de él, está cansada de su compañía y le dice "andá con tu madre que yo no te necesito". El hombre molesto, herido la pone a prueba, ella sola debe cargar con los chicos, la manutención de la casa, con las refacciones, mientras él, paciente espera que ella le venga a pedir perdón. Eso no sucede porque ella es orgullosa, ella es autosuficiente, ella no lo necesita, él es un pobre diablo que por error se cruzó por su camino. Él, se cansa de esperar su perdón, y se va con otra a hacerle más chicos o a buscar el amor que lo valore y lo haga sentir bien. ¿Quién sufrió más? ¿La mujer enamorada de su persona? ¿En una que se tornó egoísta y autosuficiente? o ¿el hombre liberado de sus responsabilidades? La mujer tan enamorada de sí misma es ahora un repasador gastado, cansado de moverse, molesta y resentida con ese irresponsable marido que no la supo valorar. El estar enamorado de uno mismo no significa llenarse de rencor y hacerse el héroe, porque somos seres gregarios que necesitamos de todos para vivir en armonía. Significa saberse humilde para encontrar las fortalezas que tiene ese pobre diablo para usarlas en el beneficio propio.
En paralelo, si esa mujer inteligente y autosuficiente está consciente que no es superhéroe, con un poco de humildad podría decirle a su marido "ché, ayúdame con los chicos. Dame un abrazo", el resultado será más simple y engrandecedor. El hombre se sentirá felizmente mirado por una gran mujer, se sentirá útil y con un sentido de vida. La mujer al mirarlo y solicitarle sus fuerzas, le ayuda al hombre siempre tan disperso en su mundo, a centrarse en lo que importa: desarrollar a la familia, y a sí mismo recibiendo las fuerzas que ellae tiene. Al ella mirarlo y solicitar su ayuda, ella contribuirá con la autoestima de él, y a su vez, ella se liberará de sus propias cargas. Cuando un ser humano no se apega a su pareja, sino que pide ayuda en el sentido de lo que ése le falta, toda la familia tendrá una visión más sencilla y enriquecedora, que la de una "mujer enamorada de sí misma".
Una persona enamorada de sí misma suele perder el piso, llevarse al egoísmo, a la prepotencia del engreimiento de quien sabe que no necesita de nada. Esa actitud va haciendo una barrera en donde nadie le ayuda, nadie le apoya, ella es tan fuerte, que la gente quiere probar que en verdad lo es. Cuando va en actitud de superhéroe, hay diferentes reacciones: alguien se pone para que lo salves, otro se opone a que te muevas, y el resto te mira, te observa, te quiere emular, pero antes quiere verte caer, quiere verte como ser humano normal, que termina pidiendo ayuda. Al ser el "amor de tu vida" te creas esa barrera impenetrable que te saca de los demás. Cuando pedís ayuda a aquél que tenés al lado, no estás siendo codependiente, simplemente actuando como ser humano, gregario. Cuando mirás a otro lo querés y le entregás el corazón pero no tu dominio, conseguís aligerar tu carga, ser importante para esa persona y al mismo tiempo el que quiera ayudarte y hacerte feliz.
Al querer y considerar al otro tu amor, le estás dando el poder de ayudarte de aligerar tu carga, de ser importante, de alimentar su autoestima, de hacerlo un ser importante por el simple hecho de existir. Decirle a otro que es tu amor, no es deshacerte vos por él, es hacerse ser humano, es hacerse ser sentimental.
No es bueno exagerar, no es bueno el apego, pero tampoco ser individualista. El ser individual, el mundo virtual están descomponiendo al mundo, lo están haciendo egoísta, que nadie se preocupe por el vecino, el estar solo frente a un ordenador, te hace bastante aislado: soy yo con mi ordenador, mi laburo, mis amigos virtuales, mi música. Todo soy YO con MI. No hay desarrollo emocional. Al quererte a vos y mirar al otro genera que al menos la vida real si tenga un compañero que te apoya, te asista y sea feliz gracias a vos.
Creo que si actuamos naturalmente como nos lleva el instinto de conservación, si actuamos como seres gregarios como naturalmente hemos sido hechos, haremos de nuestra vida real, de nuestro mundo real, un espacio de armonía, de felicidad, de ternura que se expandirá a todo el mundo real.
El tener un amor al que mirar, y al que decirselo, hace el mundo más sencillo que cuando uno sólo se mira a sí mismo.
Afortunadamente hoy ya tenemos las mujeres, voz y voto, podemos reprender al marido y decirle sus verdades. Sin embargo se ha ido al extremo "yo soy el amor de mi vida" convierte a las mujeres en seres egoístas.
Imaginemos la escena:
Ella está aburrida de él, está cansada de su compañía y le dice "andá con tu madre que yo no te necesito". El hombre molesto, herido la pone a prueba, ella sola debe cargar con los chicos, la manutención de la casa, con las refacciones, mientras él, paciente espera que ella le venga a pedir perdón. Eso no sucede porque ella es orgullosa, ella es autosuficiente, ella no lo necesita, él es un pobre diablo que por error se cruzó por su camino. Él, se cansa de esperar su perdón, y se va con otra a hacerle más chicos o a buscar el amor que lo valore y lo haga sentir bien. ¿Quién sufrió más? ¿La mujer enamorada de su persona? ¿En una que se tornó egoísta y autosuficiente? o ¿el hombre liberado de sus responsabilidades? La mujer tan enamorada de sí misma es ahora un repasador gastado, cansado de moverse, molesta y resentida con ese irresponsable marido que no la supo valorar. El estar enamorado de uno mismo no significa llenarse de rencor y hacerse el héroe, porque somos seres gregarios que necesitamos de todos para vivir en armonía. Significa saberse humilde para encontrar las fortalezas que tiene ese pobre diablo para usarlas en el beneficio propio.
En paralelo, si esa mujer inteligente y autosuficiente está consciente que no es superhéroe, con un poco de humildad podría decirle a su marido "ché, ayúdame con los chicos. Dame un abrazo", el resultado será más simple y engrandecedor. El hombre se sentirá felizmente mirado por una gran mujer, se sentirá útil y con un sentido de vida. La mujer al mirarlo y solicitarle sus fuerzas, le ayuda al hombre siempre tan disperso en su mundo, a centrarse en lo que importa: desarrollar a la familia, y a sí mismo recibiendo las fuerzas que ellae tiene. Al ella mirarlo y solicitar su ayuda, ella contribuirá con la autoestima de él, y a su vez, ella se liberará de sus propias cargas. Cuando un ser humano no se apega a su pareja, sino que pide ayuda en el sentido de lo que ése le falta, toda la familia tendrá una visión más sencilla y enriquecedora, que la de una "mujer enamorada de sí misma".
Una persona enamorada de sí misma suele perder el piso, llevarse al egoísmo, a la prepotencia del engreimiento de quien sabe que no necesita de nada. Esa actitud va haciendo una barrera en donde nadie le ayuda, nadie le apoya, ella es tan fuerte, que la gente quiere probar que en verdad lo es. Cuando va en actitud de superhéroe, hay diferentes reacciones: alguien se pone para que lo salves, otro se opone a que te muevas, y el resto te mira, te observa, te quiere emular, pero antes quiere verte caer, quiere verte como ser humano normal, que termina pidiendo ayuda. Al ser el "amor de tu vida" te creas esa barrera impenetrable que te saca de los demás. Cuando pedís ayuda a aquél que tenés al lado, no estás siendo codependiente, simplemente actuando como ser humano, gregario. Cuando mirás a otro lo querés y le entregás el corazón pero no tu dominio, conseguís aligerar tu carga, ser importante para esa persona y al mismo tiempo el que quiera ayudarte y hacerte feliz.
Al querer y considerar al otro tu amor, le estás dando el poder de ayudarte de aligerar tu carga, de ser importante, de alimentar su autoestima, de hacerlo un ser importante por el simple hecho de existir. Decirle a otro que es tu amor, no es deshacerte vos por él, es hacerse ser humano, es hacerse ser sentimental.
No es bueno exagerar, no es bueno el apego, pero tampoco ser individualista. El ser individual, el mundo virtual están descomponiendo al mundo, lo están haciendo egoísta, que nadie se preocupe por el vecino, el estar solo frente a un ordenador, te hace bastante aislado: soy yo con mi ordenador, mi laburo, mis amigos virtuales, mi música. Todo soy YO con MI. No hay desarrollo emocional. Al quererte a vos y mirar al otro genera que al menos la vida real si tenga un compañero que te apoya, te asista y sea feliz gracias a vos.
Creo que si actuamos naturalmente como nos lleva el instinto de conservación, si actuamos como seres gregarios como naturalmente hemos sido hechos, haremos de nuestra vida real, de nuestro mundo real, un espacio de armonía, de felicidad, de ternura que se expandirá a todo el mundo real.
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