"Hace días que nos tenemos olvidados y otro tanto tiempo en que no nos tomamos la molestia de saludarnos. ¿Cómo puede ser que de pronto nos hayamos olvidado?" -"No para nada", responde el amigo "simplemente es bueno alejarse un tiempo, así nos reencontraremos con mayor felicidad" -"vos pensás eso? que ya te has cansado de mi y por eso no querés saber un tiempo de mi?" lo recibe el otro amigo con sentimentalismo "bah, vos no sabes de amistad. Los hombres, los verdaderos hombres solamente con alejarse un tiempo y reencontrarse en otro, es suficiente, ¿por qué tanto sentmiiento?" -"Porque a mi me gusta saludarte todos los días y verte varias veces al día, para mi un amigo por más hombre que sea, lo necesito cerca, para reafirmar que no estoy solo, que voy por el buen camino, que... yo que sé, es importante mantenernos cerca". -"Lo siento, yo con unos pocos días tengo, y con unos tragos con vos también, tengo suficientes actividades para saber que mi amigo sos vos y que no requiero de reafirmarlo día con día, para estar seguro que no te he perdido"Así Fermín se despidió de Nicolás, dejando a Nicolás con el corazón en vilo esperando a que su amigo Fermin vuelva a contactarlo y a estar cerca para repetir la gran amistad que siempre los ha unido."
Cuan importante es la amistad, cuán generoso es el corazón que encuentra en quien verter su amabilidad y toda su fascinación por albergar al lado a alguien tan especial como su amigo. Un amigo en verdad debe frecuentarse, debe cuidarse, y acercarse. Un amigo que ha demostrado que lo es, debe cuidarse, así como las plantas, a las que uno las riega y las poda y les pone cerca de la luz, porque aunque Nicolás parezca muy femenino en su actitud de desolación porque Fermin se le ha ido, es simplemente una realidad para que la amistad permanezca. Y no es la amistad virtual de "un mensajito al día y una cadenita de mensajes" es un café, una foto con tu cara reciente, con tu familia reciente. Es charlar sobre la última vacación y cómo esta foto salió tan ridícula y como esta salió tan espontánea. Son esas banalidades que hacen a los humanos, eso, humanos. El cerebro va aprendiendo y recordando mediante más sentidos están implicados en esa relación. Cuando una relación es solamente virtual se queda en la corteza cerebral y con el tiempo se va a la memoria a largo plazo, donde guardamos los recuerdos menos importantes. Mientras que aquellas emociones que se sienten, se viven y se reúnen en el molesto reunirse en un café y en el tiempo perdido de contar y describir la foto, de contar con tristeza la última mala pasada de la esposa o la amiga o la cosa que tenga al lado, eso va metiéndose en los surcos cerebrales, haciendo que cada emoción se relacione con algo ya vivido o conocido, algo que algún día fue emocionante o simplemente tuvo un sentido. Son las emociones y sentimientos vividos con los amigos y familiares, conocidos a largo plazo y a corto, y personas que pasan y dejan huella, las que van formando los surcos cerebrales que nos harán humanos pensantes, con temas de conversación y fortaleza para enfrentarse a la cara de uno que está sentado conmigo.
Yo lo se, cuando los chicos no se frecuentan, temen ese momento, esos minutos frente a aquél que se siente tan temeroso como él de hablar y de gesticular, que es más sencillo meterse en el celular con el amigo virtual que con aquél que se tiene enfrente porque no sabemos usar las profundidades cerebrales para vivir y dejar recuerdos imborrables en nuestra vejez.
Cuan importante es la amistad, cuán generoso es el corazón que encuentra en quien verter su amabilidad y toda su fascinación por albergar al lado a alguien tan especial como su amigo. Un amigo en verdad debe frecuentarse, debe cuidarse, y acercarse. Un amigo que ha demostrado que lo es, debe cuidarse, así como las plantas, a las que uno las riega y las poda y les pone cerca de la luz, porque aunque Nicolás parezca muy femenino en su actitud de desolación porque Fermin se le ha ido, es simplemente una realidad para que la amistad permanezca. Y no es la amistad virtual de "un mensajito al día y una cadenita de mensajes" es un café, una foto con tu cara reciente, con tu familia reciente. Es charlar sobre la última vacación y cómo esta foto salió tan ridícula y como esta salió tan espontánea. Son esas banalidades que hacen a los humanos, eso, humanos. El cerebro va aprendiendo y recordando mediante más sentidos están implicados en esa relación. Cuando una relación es solamente virtual se queda en la corteza cerebral y con el tiempo se va a la memoria a largo plazo, donde guardamos los recuerdos menos importantes. Mientras que aquellas emociones que se sienten, se viven y se reúnen en el molesto reunirse en un café y en el tiempo perdido de contar y describir la foto, de contar con tristeza la última mala pasada de la esposa o la amiga o la cosa que tenga al lado, eso va metiéndose en los surcos cerebrales, haciendo que cada emoción se relacione con algo ya vivido o conocido, algo que algún día fue emocionante o simplemente tuvo un sentido. Son las emociones y sentimientos vividos con los amigos y familiares, conocidos a largo plazo y a corto, y personas que pasan y dejan huella, las que van formando los surcos cerebrales que nos harán humanos pensantes, con temas de conversación y fortaleza para enfrentarse a la cara de uno que está sentado conmigo.
Yo lo se, cuando los chicos no se frecuentan, temen ese momento, esos minutos frente a aquél que se siente tan temeroso como él de hablar y de gesticular, que es más sencillo meterse en el celular con el amigo virtual que con aquél que se tiene enfrente porque no sabemos usar las profundidades cerebrales para vivir y dejar recuerdos imborrables en nuestra vejez.
No hay comentarios:
Publicar un comentario