sábado, 20 de julio de 2013

el motor del amor

Algo tan maravilloso como el amor puede ser algo prohibido. Ese momento en que uno decide meterlo en una caja para que no sienta el corazón, para que la persona que tengo enfrente no reciba nada de lo que yo tengo para que solamente yo viva y perciba lo que yo requiero. Es una medida muy egoísta. El amor está en el aire se contagia como gripe, como virus en primavera que la lleva a uno con una horrible alergia. Es algo difícil encerrarlo en una caja para que no funcione.

Es delicioso percibir la mirada, la sonrisa, el perfil del placer cuando hay alguien que verdaderamente lo disfruta. Yo no comprendo como puede haber quien no ame a todo el mundo y a todos de besos y abrazos. Es una necesidad amar, el corazón es como una jarra colmada, rápidamente tiene que vaciarse y empieza a gotear. El amor es algo inevitable. El corazón es como un perrito sin dueño, que donde va le mueve la cola con la esperanza que le de una caricia o una palmadita, tal vez tambien le comparta de su sandwich, o un rato de diversión con la pelota que lleva en la mano. El amor no se detiene a pensar si aquel que tengo enfrente me conviene, me va a lastimar, si tiene plata o si me va a beneficiar. El amor, como perrito mueve la cola y entrega un momento de placer en una sonrisa una mirada, una voz, una charla. A veces el perrito mira a la persona irse y se queda triste, pero no importa porque el siempre tendrá a quien moverle la cola.

El amor es un sentimiento tan noble que no es justo limitarlo a algunos o solamente a aquellos que me convienen, uno puede dar el amor asi simplemente al pasar. La gente que lo recibe se va tan feliz se va encantada de haber recibido un sentimiento noble y gratuito.

El resto de los sentimientos son los que involucran una relación, y los que la rompen o la construyen. Como siempre es el amor el motor. Si sufren es el corazón el que llora, el que queda mal parado, el que vive llorando hasta encontrar una cura en el tiempo. Cuando la relación progresa es también el amor el más fortalecido y el que da la fuerza para aguantar los embates de los problemas.

Sin embargo yo creo que hay amores en corazones fuertes tolerantes, que pueden hacer a una persona vivir al lado de otra haciendola feliz y permaneciendo en lo que corresponde a una relación. Son los corazones valientes los que se quedan y soportan lo que venga, porque esos corazones necesitan sentir eternamente necesitan vivir fuertes y con una llama que los engrandezca. 

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