Cuenta la historia de un hombre muy bien parecido, su cara color olivo, suave, con unos hoyuelos alargados que se le forman al pensar en cierto tema, su mano recargada en su cabeza, en el aire, como si de allí del aire, de la nada, fuera a recibir respuestas. sus ojos claros detrás de unos lentes elegantes, de aluminio, de vidrios redondos, perfectos para su cara ovalada. Su camisa blanca y su pantalón jean que denotaba la simplicidad de quien no le importa el vestir.. Su pelo rizado con algunas canas, muy alto, alargado, pero con movimientos apacibles y calmados. Este hombre bien parecido se llamaba Paul. Era francés, y su idioma era el francés. Todos lo miraban, las mujeres impresionadas por su buen parecido, y los hombres de envidia, todos quisieran tener las miradas que este hombre lindo robaba.
Su carácter era apacible, feliz, no tenía problemas, no había algo que no pudiera solucionar, porque como un jardín de rosas, sólo era cuestión de esperar a que el problema madurara, y así al abrirse, como una bella flor en medio del jardín, se dejaba cortar, decorando su estancia. El hombre no tenía problemas, sabía y tenía la paciencia para encararlos con la frialdad necesaria. Su rostro apacible, simplemente marcaba el momento en que una rosa acababa de ser cortada, y encontraba en ese problema una oportunidad de crecimiento. Los problemas que tenía Paul, eran de fácil solución, y por esa razón, su rostro era apacible.
¿Dinero? No tenía mucho, sólo el suficiente, el necesario para tener una vida completa, llena de amigos, de compartir y de ser, de estar para los amigos, porque siempre hay quien requiere estar acompañado por una persona tan estable y segura como Paul. Su casa estaba abierta, su presupuesto contenía el vino y los pasapalos para aquellos que inesperadamente venían a visitarlo.
Significa que mi vida apacible no contiene algún tema de conversación interesante, estoy a la deriva, sin una preocupación real, lo poco que pasa lo soluciono fácilmente, pero debajo de esa facilidad, está la situación real de aquello sin solución inmediata, que la vida misma me dará para mejorar.
Su carácter era apacible, feliz, no tenía problemas, no había algo que no pudiera solucionar, porque como un jardín de rosas, sólo era cuestión de esperar a que el problema madurara, y así al abrirse, como una bella flor en medio del jardín, se dejaba cortar, decorando su estancia. El hombre no tenía problemas, sabía y tenía la paciencia para encararlos con la frialdad necesaria. Su rostro apacible, simplemente marcaba el momento en que una rosa acababa de ser cortada, y encontraba en ese problema una oportunidad de crecimiento. Los problemas que tenía Paul, eran de fácil solución, y por esa razón, su rostro era apacible.
¿Dinero? No tenía mucho, sólo el suficiente, el necesario para tener una vida completa, llena de amigos, de compartir y de ser, de estar para los amigos, porque siempre hay quien requiere estar acompañado por una persona tan estable y segura como Paul. Su casa estaba abierta, su presupuesto contenía el vino y los pasapalos para aquellos que inesperadamente venían a visitarlo.
Significa que mi vida apacible no contiene algún tema de conversación interesante, estoy a la deriva, sin una preocupación real, lo poco que pasa lo soluciono fácilmente, pero debajo de esa facilidad, está la situación real de aquello sin solución inmediata, que la vida misma me dará para mejorar.
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