sábado, 10 de marzo de 2012

Viaje a Venecia 3

Yo estaba feliz hablando con mi amiga y su asunto era tan largo que no nos molestaría y por eso no me dijo nada. Yo no estaba feliz con su explicación, pero ni modo, descubrí en él el don de la desaparición. El día llegó en que a mi casa regresar tuve. ¡Que dolor irme! Realmente tu, mi Corazón se adelantó, saliste antes que yo. Te fuiste como siempre, con tus ojos clavados en los míos y tu Corazón en mi pecho. Con tristeza, me despedí de mis seres mas cercanos y tome el avión de regreso a Buenos Aires. Aquí en Venecia, hace mucho frío, este invierno húmedo no me gusta nada. Llego a Buenos Aires.... ufff pero, ¡Qué calor! Aquí hay una humedad espantosa. Regreso a mi vida real, a mi rutinaria vida. Algo siento que ha cambiado. No alcanzo a percibir, pero mi ansiedad no me engaña. Algo ha pasado. Eso es, ya lo descubrí, lo mas triste: mi lugar esta ocupado. No soy mas su proyección del ánima. No entiendo, yo estaba segura que no pasaría nada si viajaba a Venecia, pero me equivoqué. Mi lugar está ocupado. No soy mas la especial, no soy mas aquella por la que ama. Alguien ha ocupado mi lugar. ¿Será posible? ¿Solo un mes después y ya no importa mas mi presencia? Mi orgullo femenino no me lo permite. Tal vez todavía tenga esperanzas. ¿En verdad me importa? Creo que no.. De hecho, que haga lo que quiera, que se vaya lo repito "el amor no es a fuerza".... Sin embargo está mi orgullo de mujer. El estilo femenino es recordar y permanecer en el pasado, es vivir el pasado como si fuera presente, el no se puede ir. Asi una vez mas, planeo otro viaje, esta vez siguiendo a mi hombre actual. ¿Será que me ausenté mas de un mes? ¿Será que fueron un par de años y no me percaté? Este nuevo viaje debe tener permanencia. El corazón inestable no es mi fuerte. Yo necesito permanencia, yo se que si regreso a aquellos años en que el y yo éramos uno, en que nada se había roto, podré cambiar el futuro, podré mejorar mi presente. Mi Corazón nuevamente me abandonó, pero mi Presente es eso, el no puede irse sin avisar. Mi Corazón puede ir y venir, hacer y deshacer, por eso es un Corazón porque siempre será, siempre estará. Su presencia será siempre mía. Sin embargo, mi Presente el, no tiene ese poder. Todavía no tiene permiso de irse, todavía tiene mucho que trabajar. Dios todavía no lo llama y por eso tiene mucho que trabajar. Dios me lo encargó y a El no le puedo fallar. A mi Presente ya no lo quiero, pero si Dios me está pidiendo que permanezca, no puedo hacer mi libre albedrío; El es mas fuerte que Venecia, mi Corazón o mi Presente. El me ha puesto una misión y no le puedo fallar.... pese a mi. Yo quiero irme con mi Corazón, quiero vivir con él, pero Dios tiene otros planes para mi. Hola Presente, ¿qué haremos hoy? ¿quieres cenar y charlar?

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