.....No lo podía entender, mi cabeza estaba ofuscada; sin embargo mi amor propio, mi honor femenino debían cuidarse. No te busqué.
Pese a todo mi honor, mi corazón se corroía, moría de celos y de envidia ¿Que tiene ella que yo no? ¿Que hizo ella para ser tan especial que siempre la busques? Pasó un día, y yo segura, no te buscaría. Pasaron dos y estaba preocupada, ¿No piensas regresar? ¿Ya me olvidaste tan pronto? Yo estaba por regresar a mis viejos patrones, a mis actitudes de antes y en ese momento llegó mi salvador.
Por la radio escucho un mensaje de Jahuda Berg. Este hombre es, si no el fundador uno de los pilares del Kabalah. El dijo lo siguiente: "Toda la gente que atraemos está junto a nosotros por alguna razón, para que aprendamos algo. Si por ejemplo tu jefe te trata mal y por esa razón dejas el trabajo, en tu siguiente trabajo te irá peor, tu jefe te tratará mal y encontrarás mas razones para irte. Cuando uno encuentra algo desagradable, la tarea es enfrentar, preguntarse ¿que hace esa persona en mi vida en ese momento? ¿Que me viene a enseñar?
En ese momento me vino a la mente esa mujer. Abrí mi mente y mi conciencia. Así con la suerte que llevo en estos días me la cruzo. Yo la vi y me la quise comer, mis ojos se hicieron dos puñales que se clavaron en los de ella cuando amablemente se acercaba. "Como no va a estar contenta, si está con mi amor", yo pensaba furiosa. Por educación la saludo y pregunto qué hace tan lejos de su casa: estoy de paseo, fue su respuesta. y ¿Cómo está tu Corazón? Me pregunta con amabilidad irónica. La vuelvo a mirar con ojos de muerete y con la calidez de una mujer mayor me dice "ese hombre es tuyo, el no tiene ojos mas que para ti. Todos sus pensamientos van alrededor de ti" Me quedé de una pieza cuando escuché esto "No me temas, a mi el ya no me interesa. Tu me enseñaste que cuando un hombre te quiere, no tendrá mas ojos que para ti. A ti te debo el descubrir eso. Yo charlaba con él, y a cada frase te sacaba como ejemplo. ¿Qué le diste?" Me quedé sin habla, yo pienso lo contrario de ella, yo pienso que ella siempre me lo quita y me viene a decir lo contrario, no entiendo. En ese momento ella desapareció. Es más si estuvo con mi Corazón, no lo noté, no me importó. Mi gran temor había desaparecido, el era mío aunque no estuviera junto a mi.
Entonces como decía Jahuda Berg "cuando aprendas la lección que ella te viene a dar, se ira". Y ella se fue.
Mi corazón debía seguir su camino y por eso se alejó de mi. Al cabo de unos días, me buscó y me explicó que su desaparición nada tenía que ver con mi proyecto pero que se acordó que tenía cosas que hacer. Yo estaba feliz hablando con mi amiga y su asunto era tan largo que no nos molestaría y por eso no me dijo nada. Yo no estaba feliz con su explicación, pero ni modo, descubrí en él el don de la desaparición.
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