Corazón, he notado que nuevamente estás en tu centro, que nuevamente regresaste al lugar donde empezaste y me fascina la idea, no hay nada mejor que recapitular e irse al camino que nos estimula, que nos hace sentir mejor que nos lleva a nuestro destino. Y ¿como se que nuevamente estas? Por la melancolía que siento, por eso que me haces sentir cada vez que regresas al camino que te trazaste, porque pareciera que ese camino te resulta tan difícil que la forma mas natural de reaccionar, es ponerse a "llorar". Ese camino que es el tuyo y no disfrutas me genera demasiada tristeza. Me proyectas toda tu tristeza toda tu desesperanza, toda tu frustración.
Corazón mío ese camino que elegiste has de disfrutarlo porque las elecciones buenas o malas hay que apreciarlas y recibirlas con los brazos abiertos. No es justo que vivamos sufriendo ni llorando ni quejándonos, porque a la larga esta actitud solamente nos traerá mayores tristezas. Esa elección de estar en tu centro no es la mas sencilla, pero si la que te llene de vida, la que te haga mejor persona y la que finalmente debías elegir.
Cuenta la historia que una madre de un hijo muy rebelde va con Dios y le dice "esta cruz que me pusiste es muy pesada, yo no puedo con este hijo rebelde, respondón, ausente e indisciplinado, quítamela". -"muy bien" le responde Dios "te la voy a cambiar porque alguna cruz debes cargar en la vida, esa es tu salvación. De modo que la lleva a un cuarto lleno de cruces donde las encuentra de todos tamaños, empieza a mirarlas la mujer y a leer la descripción que cada una de ellas contiene. "mmm veamos, esta dice que me quedo viuda pero sin dinero y muchas deudas. No esta no me gusta. A ver esta habla de un marido alcohólico y agresivo. Nooo. Esta, puff, está pesadísima, no tampoco. Esta corresponde a un hijo drogadicto que se mata en un accidente, tampoco. Así va mirando de una por una hasta que encuentra una que corresponde a su estatura, una que no le pesa como las otras y es la que elige. Cuando Dios ve su cruz le dice "esta es la que yo elegí para ti, esta es la que tu puedes aguantar".
Nunca Dios nos pondrá algo que no soportemos ni podamos aguantar. Siempre nos dará la opción de elegir y de cambiar pero al final si somos sensatos, maduros y nos importa un poco el ser mejores, regresaremos a lo que Él ya había decidido porque sabía que eso era nuestro mejor destino.
Por eso corazón no reniegues de tu elección, vívela con júbilo, disfrútala porque es el regalo de Dios y los regalos siempre serán hermosos porque son de alguien que quería hecernos felices.
Mi Corazón, vive feliz, vivamos juntos con aplomo todos los momentos, buenos y malos, para que juntos vayamos sonriendo por la vida para que así en equipo, como hemos decidido podamos pasar momentos inolvidables.
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