Esa noche era especial, se pintaba el ambiente de emoción, mostrábanse las horas largas y eternas como para deliberar y explayar la mente hacia los confines de la creatividad. Así, mi mente encontró con quien arreglar el mundo, actividad que me fascina por demás estimulante. El hombre me expresaba el caso de un amigo suyo, que sufría el divorcio como si fuera el primer día. Yo me quedé expectante y dije que no comprendía, cómo un hombre podía sufrir algo emocional, yo siempre he tenido la idea que los hombres no tienen corazón, que no sienten con la pasión de una mujer; sobre todo si con facilidad superan a una y la cambian por otra.
Me explicó que cuando un hombre se casa, viene a ocupar su esposa el lugar emocional que ocupaba su madre, porque ella le enseña cómo le gusta su proceder y qué espera de él en su nueva casa, en otras palabras lo educa como ella espera se comporte. Mientras que ella a su vez, le provee con la comodidad de ropa limpia, comida sana, cariño y compañía seguras. El hombre empieza a cansarse de esta nueva madre, llamada esposa y busca inflar su ego.
Es entonces cuando senbusca distracciones: Él puede ver mujeres desnudas, tener amantes, pero con cuidado de que su mujer no se entere. Cuida no llegar tarde ni pasarse de copas, porque "ella se molesta". Para una mujer, esto es una actitud desleal, provoca que ella se sienta usada y desprotegida; pero él no lo ve así, él solo busca una pequeña distracción. Cuando ella, tras sentirse abandonada, pide el divorcio y lo consigue, él siente este hecho como una traición, porque para él, perder a su mujer ha sido como perder su corazón, como perder el eje emocional, que le daba la parte afectiva que necesita. "Por eso pasan 2 años y el hombre sigue sufriendo como el primer día, porque sufre la traición de perder su corazón", me dijo mi interlocutor.
Por esa misma razón, ellos pueden y necesitan llenar el hueco de esa traidora y suplirlo con otra. No importa que la siguiente traidora sea más mala y superficial que la primera, necesitan llenar ese espacio indispensable para sentirse completos.
Me explicó que cuando un hombre se casa, viene a ocupar su esposa el lugar emocional que ocupaba su madre, porque ella le enseña cómo le gusta su proceder y qué espera de él en su nueva casa, en otras palabras lo educa como ella espera se comporte. Mientras que ella a su vez, le provee con la comodidad de ropa limpia, comida sana, cariño y compañía seguras. El hombre empieza a cansarse de esta nueva madre, llamada esposa y busca inflar su ego.
Es entonces cuando senbusca distracciones: Él puede ver mujeres desnudas, tener amantes, pero con cuidado de que su mujer no se entere. Cuida no llegar tarde ni pasarse de copas, porque "ella se molesta". Para una mujer, esto es una actitud desleal, provoca que ella se sienta usada y desprotegida; pero él no lo ve así, él solo busca una pequeña distracción. Cuando ella, tras sentirse abandonada, pide el divorcio y lo consigue, él siente este hecho como una traición, porque para él, perder a su mujer ha sido como perder su corazón, como perder el eje emocional, que le daba la parte afectiva que necesita. "Por eso pasan 2 años y el hombre sigue sufriendo como el primer día, porque sufre la traición de perder su corazón", me dijo mi interlocutor.
Por esa misma razón, ellos pueden y necesitan llenar el hueco de esa traidora y suplirlo con otra. No importa que la siguiente traidora sea más mala y superficial que la primera, necesitan llenar ese espacio indispensable para sentirse completos.
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