lunes, 5 de noviembre de 2012

Carta del futuro

las esperanzas de una vida
Querida Lorena:
Temo informarte que el futuro no es como lo imaginaste, todo por lo que te han preparado, no sirve para nada. ¿Recuerdas que tenías la ilusión de casarte con un "principe"? Un hombre bueno, amable, buen padre y demás cualidades que cualquier joven busca en un hombre al casarse. Pues se hizo sapo. Todo lo que parecía una persona divertida, no son más que pantallas. No hay prisa en casarse, busca con calma porque ese que parece no es. Sigue mirando, sigue buscando.

Sin embargo, el no encontrar el amor que esperabas, me ha mantenido buscándolo, volviendome romántica y creativa. No esperes nada del amor, ese llega y se encuentra tras la experiencia y el trabajo, en el buen trato a uno mismo.  Nadie en la tierra es lo que esperas, ni tus hijos son los niños perfectos que tu ibas a tener. Ni siquiera ellos tienen el amor perfecto para ti, tu no has podido crear el amor que necesitas para poder sentir que has hecho un buen trabajo.  Ni siquiera ellos tienen el amor perfecto para ti, no son la creación que hubieras deseado.

Lo que yo cambiaría sería eso. Todo lo demás te ha salido muy bien. Ojalá encontraras los cuentos que escribiste a los 8 años, hoy me serían muy útiles para contárselos a los niños, y ellos verían que es posible fincarse su verdadera vocación desde pequeños.

Te faltó mas empuje, te faltan relaciones que te hubieran ayudado a lograr seguridad y fama en el medio. Yo se que la timidez es tu estandarte, que nada funciona porque la vergüenza de dar el paso y de equivocarse son mayores que el descubrir el sueño realizado. Yo se que la timidez es muy buen lugar para vivir y una hermosa casa, pero hoy te digo que la timidez solo sirve...... para dormir. La timidez es una barrera para buscar tus sueños. Mis sueños son lo que te faltó de joven. Te faltó estructurar y escribir tus sueños, porque hoy me cuesta lograr mis objetivos presentes.

Quiero que escribas tus sueños y cada dia hagas algo para que te acerques. Perdiste mucho tiempo realizando los sueños ajenos, aquellos del amor y del matrimonio, aquellos de la familia perfecta a través de la diaria educación. Hoy me ha costado iniciar los sueños de la vida que comenzaste. ¿Recuerdas que tendrías una confitería? Pues no. Aquello de las ventas no se dió. Eres excelente repostera pero mala vendedora y tus creaciones las disfruta tu familia porque nadie las compra.

Hoy tengo 20 años, y hoy empiezo a realizar mis sueños, la única que me puede vencer, que me puede detener, es la muerte y pues que ella me encuentre trabajando.

Con Cariño,

Zafiro Azul

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