martes, 4 de septiembre de 2012

Otro corazón herido - Ia. parte

Aquella tarde yo escribía en el cafetín de cada semana, yo miraba y escribía,  los mismos clientes, las mismas caras y las mismas situaciones. Sin embargo este día sucedió algo especial. Siempre a mi lado se sientan mujeres que cuentan sus tristezas de su vida en pareja, a veces abuelas, a veces jóvenes pero siempre el tema son: los hombres. Este día se sentaron a mi lado dos amigas de alrededor de cuarenta años. Se notaba que se conocían de tiempo  atrás porque no hubo un preámbulo en su charla, pareciera que se había quedado pendiente desde el último café: -"es que yo lo quiero y el no se ha dado cuenta, o pareciera que nunca me quiso, o que ya me olvidó y que lo que alguna vez hubo entre los dos, se lo llevó el tiempo y a él se le olvidó" -"Pero Cecilia ¿Vos no le has dicho nada? Recuerda que es hombre, ellos viven en su mundo y un buen día salen de `caza` y `descubren`que esa mujer siempre estuvo allí". -"¿Que le puedo decir? Vos ya no me das bola y entonces me responde "pero estoy aquí tomando café con vos" -"che, Cecilia, pero vos sos adulta, vos sabés cómo estimular a un hombre" -"pero no a ese que amo.. Como soy adulta, se lo que es amar a un hombre con todo el corazón y que un flirteo de un rato termina en "uf perdona, esto es un error, somos amigos, y esto no es lo correcto" y así no lo vuelvo a ver porque está muy avergonzado por lo acontecido aquella vez. No, yo no puedo flirtear con un hombre que he amado porque mi corazón le pertenece, porque nosotros somos más que amigos o mas que amantes,  somos una luz en un momento que quisiera mantener encendida y que no quiero tocar, para que por lo menos ella permanezca". -"uff hija, sos tan anticuada, eso ya no existe. Hoy tomás o soltás, pero no podés quedarte esperando que regrese a lo que era". "Por eso me conformo con un café, porque mientras lo tenga cerca, puedo confiar en que tengo algo de él, aunque sea su escaso tiempo". -"che, quien pudiera amar como vos, ojalá te sea útil en algún momento".

De pronto se callaron, "ahí viene" dijo una de ellas. Discretamente volteando hacia la puerta vi entrar a un joven con un gran porte, con un sonrisa hermosa y una energía llena de vitalidad. Justo vino a sentarse en la mesa de mis vecinas -"como está mi hermosa amiga?" -"bien" dijo Cecilia  con esa voz que guarda un sollozo "y tu cómo vas?" -"me gustaría ir mejor" respondió el joven tras solicitar un café, instalarse y voltear a su alrededor observando cada mesa y cada persona que a su alrededor estaban. -"Vos sabés la poca audiencia la noche de la primera función. El contratista que nunca llegó por un aparente retraso debido al tráfico. La audiencia poco motivada pese a nuestro gran trabajo". Así Cecilia le explicó a la otra amiga los detalles que el actor había obviado por haberlo platicado ya una vez. -"Hasta el clima me cancela las presentaciones. ¿Recordás la inundación que mojó el teatro y que obligó a cancelar casi por empezar la función?" Los tres rieron tras recordar la noticia en primera plana y mirar las fotos que mostraban la alfombra empapada y a los empleados sacando el agua y secando la alfombra para evitar el costo de cambiarla.

Yo terminé mi escrito y me salí, me dolió tanto esa expresión de desamor, de conformismo, de amor del que ya no hay, del amor que ama por el hecho de aceptar a esa persona tal y como es, por no querer cambiarla ni esperar conquistarla pese a su definitivo enamoramiento. Por el coraje de que ese actor no tuviera la delicadeza de mirar en un corazón honesto. No se por qué me tocó esa historia, por qué me cimbró. Yo iba dando vueltas a lo que acababa de escuchar y como sincronicidad, como casualidad un joven apuesto me dio un papel con una larga historia impresa. Yo miré al joven,  me impresionó su mirada profunda, sus cejas pobladas y su expresión de "juventud a la expectativa". Iba caminando recordando todos los detalles de ese joven hasta que todo quedó en un recuerdo. Así empecé a leer esta historia que me hizo estallar en lágrimas:

No hay comentarios:

Publicar un comentario