Hoy tengo ganas de escribir. No tengo un tema o un sueño, o un símbolo. Son las cosas que han sucedido: el sentir que la gente que me ama, a quien importo, lo sienta presente. De pronto siento un abrazo, un beso, o me dan ganas de flirtear y cada sensación le corresponde a alguien diferente.
El abrazo puede ser de mi mamá, el beso, de mi Corazón y el flirteo de algún buen mozo que esté pasando por mi vida y que por algo está presente, para luego irse. Sin embargo, a veces hay una confusión de sensaciones que tengo y no se de donde o de quien vienen.
Estoy escribiendo sin sentido y me llena la urgencia de ir a comer, debo imperiosamente ir a comer, siento una gran ansiedad y eso es premonitorio a algún suceso importante. Por lo que sigo mi instinto de hambre, enciendo la tv y encuentro un aburrido juego de futbol, pero algo me obliga a quedarme. Tras un rato de mirar sin mirar, pasan a la gente: hay dos hombres que reconozco uno bien parecido, no tan feo, y otro moreno que me recuerda a una abuela que me cae muy mal. Pongo atención a los comentarios, y comprendo, el no tan feo me recuerda a un medico argentino que quise mucho, que me ayudó mucho y que como tanta gente algún día se fue. Pero me gusta recordarlo.
Sin embargo el apremio por todo lo anterior no era mirar al gemelo de mi doctor, sino que en las siguientes tomas, entre la gente, había alguno que otro parecido con mi Corazón. Ese era mi mayor interés, esa era la razón de mi ansiedad: encontraría una señal de mi querido amor.
Cuando escucho lo que mi ansiedad quiere decirme, me dice tanto, pero realmente es muy poco, son demasiados eventos para un segundo de comunicación. Es como una fiesta, un matrimonio, uno pasa meses organizándolo y todo pasa tan rápido que no es justo ni corresponde a todo el trabajo que nos tomamos en hacerlo. Por eso para mi es importante "ver" cada escena, cada símbolo, porque de esta forma lo viviré en los cinco sentidos, en el momento y en la forma en que se presentan.
Eso a mucha gente le parecerá muy tonto, uno va por la vida conociendo gente y olvidandola. Pero para mi este hombre marcó mi vida, vino en un suspiro y se quedó como si hubiera llegado en una vida, como si se hubiera quedado junto a mi. Eso es lo que me impresiona. Algo en mi, lo sigue encontrando aunque ya solo el viento quede como recuerdo.
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