Este día todo iba maravilloso, mis actividades empezaron temprano y pese a un poco de tránsito, llegué a casa en el momento indicado.
De pronto empecé a sentir ansiedad, pero la ignoré. Era temprano. Intentaba escribir el Angel y me fui a mis notas. Hice un médium al doctor para que me explicara y me ampliara todo aquello que yo tenía escrito, pero no podía. De pronto me aburrí y me cansé como cuando uno caminó horas en un centro comercial buscando algo y cuando llega a casa, en vez de revisarlo y probarlo, lo bota; de la misma forma yo lo hice. Leí y leí y cuando se trató de ponerme a trabajar, ya no tuve creatividad y lo dejé para mas tarde.
Decidí ir a hacer deporte, que me cansa físicamente y me permite estimular mi lado intuitivo, pero me sentía extraña, como demasiados besos. No me podía concentrar en el doctor y en su respuesta porque esa sensación me sobrepasaba. Trataba de recordar lo poco que me venía en mente y .... nada. Yo solamente veía rosa bugambilia y .... verde. Pero eran sensaciones que se cruzaban.
Mi mente no quiere recordar el bugambilia porque me siento tonta al recordarlo, porque mis sospechas y símbolos de un proyecto de ese símbolo, tomaron forma. Era demasiado para soportarlo. No puedo recordar un símbolo que me molesta o que me trae un sentimiento negativo. Cada vez que se aparecía un bugambilia, yo me volteaba y no comprendía. Había telepatía, pero yo la rechazaba, sentía que era mi propia creatividad y que mi decepción me estaba reafirmando, como "dice el refran: quien no quiere caldo, doble ración". Sentía que mi deseo por alejar a ese símbolo generara su atracción. Hubo una gran telepatía y los besos venían de aquél símbolo.
Mi querido doctor verde, me dejó otra vez esperando, otra vez con la misma información y mi intento de médium se vio confrontado y cruzado con una telepatía que es más fuerte porque hace más tiempo que la practico. Mi médium no funcionó y mi bugambilia pese a mi decepción se quedó y una vez más me acompañó, como cada día que lo necesito, aunque ahora mi sensación no fuera emocionante y feliz, sino de frustración y decepción.
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