martes, 9 de septiembre de 2014

MEMORIAS DE UNA GEISHA

Acabo de terminar un libro nuevo para mi, "memorias de una Geisha" es uno muy antigüo, yo diría ya es un clásico, porque pese a que es una historia de la segunda guerra mundial, todavía sigue vivo, aún habemos mujeres interesadas en leerlo. Tristemente lo he terminado, y me quedo abrumada, porque nuevamente el personaje me ha conquistado, me ha introducido hasta toda su intimidad y, ahora que ya no está en mi día a día, de pronto extraño toda la historia, toda la emoción que ésta me despertaba. La curiosidad diaria de pensar en qué seguiría la historia y cómo resolvería la japonesita la situación en que me había quedado.

Debo confesar que  la razón que lo inicié, fue por curiosidad cultural. En el mundo occidental no veo la razón de que una geisha venga a entretener a los maridos. No me da ningún razonamiento lógico el que una mujer muy suave y delicada, pueda tener el don de bailar, tocar música, y además servir sake con tal delicadeza que pudiera ser más importante que la esposa. Por supuesto que siempre hay quien se encuentra su amante que le proporcione estos favores, pero no existe esta cultura de aceptar a otra mujer que venga a hacer las veces de animadora, de algún marido aburrido en casa.

El autor, conviene en que la persona que le dictó el libro, le pidió que antes de publicarlo, pasaran algunos años, para dar tiempo a que murieran todos los nombrados en el libro. Tras leer toda la historia y en la última página, al final de éste dice que los personajes no existen, y que todos lo ha inventado él, que no hay tal geisha Sayuri y que sólamente su amiga japonesa geisha, le ha ayudado a escribir la forma correcta de mirar a una geisha.

Sin embargo, yo no estoy de acuerdo ni le creo nada, yo, tras leer el libro y meterme en él, creo que la japonesa le ha dictado el libro y algunas partes, él las interpreta en su forma occidental, y las acomoda en la forma novelesca. El libro tiene tantos adjetivos tan creativos y femeninos, que me parece casi imposible que un hombre pueda describir con tal precisión atractiva. La cultura japonesa, tiene el don y la paciencia de colocar los adjetivos correctos y pertinentes a la frase que desea expresar, porque ellos son así. Los orientales, tienen la paciencia de observar una flor del cerezo día tras día, hasta que éste florece. Tienen la paciencia de caminar en silencio con parsimonia tal, que a cualquier occidental nos puede enervar.

El uso de adjetivos es tan delicada y deliciosa como la que sigue: "yo nací en Yoroido, en una casita de puntitas. Estaba casi por caerse del risco, toda inclinada como asomándose, esperando que alguna ráfaga de viento la empujara y le quitara el equilibrio". Todo su trabajo es una metáfora tras otra,  metiendo toda la emoción en la explicación de cada suceso.
Mi interpretación del libro es la siguiente: El Sr. Arthur Golden vivía en Nueva York, y un día conoció a Nitta Sayuri. La mujer japonesa, llevaba un kimono. Ella esperaba en una esquina a la misma hora en que él todos los días pasaba por allí. Un buen día el destino lo llevó a hablarle, y fue así como ella lo invitó a su casa de thé. Ella, hacía varios años había venido desde Japón a Nueva York, con la emoción de poner una casa de thé como las que ella conocía y atendía en Japón, pero que las circunstancias la alejaron de ella. Fue así como la curiosidad lo llevó al autor a la casa de thé, donde él encantando encontró no sólo a Sayuri, sino a otras muchas geishas sirviendo thé, sake y algunos platos japoneses. Las admiraba bailar sus bailes tristes, al sonido del shamisen; la forma delicada de mover su cuerpo y manos. Todas ellas, bellas y como muñecas delicadas, atendiendo y contando historias para su diversión. Fue tras varios años, de conocerla que él viajó a Japón, buscó Gion como se lo habría contado Sayuri, y para su tristeza, no era lo que él se había imaginado tras las historias de ésta. Sin embargo, él no podía quedarse con esas historias en la mente, era menester ponerlas en movimiento y fue así como Sayuri le dictara el libro. Ella con su imaginación siempre infantil, le describía todos los hechos con lujo de detalles, con aquellos que a él sublimaban y transportaban a Gion.

Es maravilloso, cómo describe  ella las cosas, "su padre era un hombre mayor, y su madre estaba agonizando desde hacía algunos meses. Ella iba y venía desde su casa en el risco hasta el pueblo que quedaba a algunas millas de distancia, pese a ello, ella, como pequeña de 7 años, no le quedaba más remedio que hacer ese trabajo. Había una fábrica que envasaba la pesca de Yoroido, y cuenta que había un señor Tanaka que a ella le llamaba mucho la atención. Tal vez era su caminar, o sus cejas levantadas, pero a ella le gustaba mirar a ese hombre cada vez que podía. Un día éste, señor Tanaka, la encuentra en mal estado, y la lleva a la pescadería a revisar, allí la conoce y la descubre inteligente y divertida; su forma de hablar, de describir su casa y de mostrar la forma en que ella veía la vida, lo conquistan y lo hace pensar que él puede ayudarle a esta pequeña a encontrar una forma de vida más feliz que la de un simple pueblo pesquero en Japón. Él le explica que cuando su mamá muera y su papá después, nadie podrá cuidar de ella, y le hace pensar que él la adoptará, a ella y a su hermana. Sayuri, que entonces se llamaba Chiyo, confiada, acepta todo lo que proviene de ese hombre maravilloso llamado Señor Tanaka. Una noche él las invita a dormir a ella y a su hermana, pero con la intención de hacerlas revisar por una buscadora de geishas. Sayuri observa con desagrado a la mujer cómo mira a su hermana, cómo la revisa y cómo al pellizcarle la entrepierna, le hace "sacar un río de agua". Hace lo mismo con ella, la revisa y tras hacerlo le dice que se vista. Sayuri perpleja se pregunta "¿cómo podría yo vestirme con ese río de agua que salía de mi?".

Cuenta que su hermana, era un poco mayor que ella, pero más fea, no se parecían, ya que Sayuri tenía los ojos azules y la hermana oscuros, la hermana era simple, incluso tonta, no sabía hacer thé, mientras que ella era muy lista y atractiva con esos ojos claros como agua. Ella, es llevada a una casa de geishas, llamada Okiya, mientras que su hermana es transportada a otra zona, de simples prostitutas. La mujer había pagado por ambas niñas  sabiendo que sólo una sería aceptada como geisha. Aquí me detengo a pensar ¿Qué le pudo decir el señor Tanaka al padre de las niñas que lo convenciera de venderlas?  "¿Quien cuidará de tus hijas cuando ambos mueran?" ¿Acaso el padre sabía al lugar que las estaba mandando? ¿Cómo un padre se deshace de sus hijas aún antes de que la madre haya muerto, antes de que ellas se puedan despedir formalmente de su madre moribunda, de él mismo, que aunque viejo, era su padre? Yo sé que es una novela, pero seguramente retrata con precisión una cultura obediente, que le da importancia a la persona que la ve más letrada que ella, porque el papá de Sayuri era un pescador, mientras que el Sr. Tanaka era todo un empresario envasador de pescado. Si yo lo tradujera al punto de vista occidental, diría que  "es una cultura que piensa que es un honor enviar a su hija a hacerse geisha, suponiendo que esa vida es hermosa o por lo menos más elegante, que la de un pueblo pesquero. Es como darle más clase a la pobre vida a la que estaría destinada en ese pequeño pueblo".

Ella nunca lo dice abiertamente, pero entre líneas uno entiende que toda su vida le guarda rencor al Sr. Tanaka por engañarla sin explicarle que sería enviada a Kyoto y nunca más vería a sus padres, o a su hermana. No le perdona la obsesión de engañarla y no permitirle cerrar el círculo familiar que corresponde a una niña de 7 años.  Por otro lado, ser geisha nace desde la más tierna infancia, se respira y se vive para que ella sea en verdad una geisha atractiva,  y si esperaba a que fuera más grande, tal vez el objetivo de hacerla "geisha de nacimiento" y la "mejor geisha de Japón" se perdería si se inicara a una edad mayor.

Continuando con la historia "Es  maravilloso adentrarse en el kimono, en las diferentes capas que lleva debajo y las diferentes partes de que está compuesto. Los imágenes que lleva la tela y los diferentes motivos que en ellos aplican. El significado de los colores, que si es aprendiz lleva un simple kimono negro y el pelo de cierta forma, y si es su hermana mayor, o sea una geisha "graduada" describe el tipo de kimono y mientras más elaborado, se ve mucho más fino y elegante".

Una parte divertida es cuando presenta a su hermana mayor, Mameha. Esta geisha es hermosa, tiene una cara de óvalo perfecta lo que aparentemente en la belleza japonesa es especial, lo demás no lo describe como hermoso, ni los ojos, ni las cejas, ni la voz. Ella es sumamente inteligente, le da tips para que se cotice alto, para llamar la atención de lo hombres, incluso para controlar a su peor enemiga, la geisha mayor que vive en su misma okiya y que la ve como una rival funesta. Mameha, le dice cómo controlarse contra la geisha enemiga; también cómo hacerla cotizada para que la dueña del okiya la adopte como hija y heredera de la casa y del negocio que ésta dirige.  Uno piensa que ellas son sólamente animadoras de los hombres, pero Mameha muestra cómo puede ella elegir al danna o amante, que la mantenga. Ella le aconseja cómo comportarse con cierto caballero que pretende conquistarla y que a ella, a Sayuri le disgusta. Aparentemente, las más cotizadas, son invitadas constantemente a las diferentes casas de thé cada noche. La gente que las alquila, les paga a las diferentes representantes de la geisha, pero nunca a la geisha directamente. Ella es como una muñeca, no sabe de finanzas, ni de compras, si va a una tienda, ella elige y la tienda envía la nota al okiya para que se le salde. Es un mundo de misterio, detrás de esa máscara de maquillaje blanco, debajo de ese peinado complicado.

La única parte que me parece novela, pero con ciertas dudas, es la parte romántica. Ella, siendo muy joven y todavía sirvienta del okiya,  conoce a un hombre que todos nombran como el presidente. Éste la trata con tanta amabilidad, que ella quiere hacerse geisha sólo para conocerlo y animarlo como le corresponde a una geisha. A través de la novela te da la idea de que el presidente la ignora, que no le interesa más que cualquier otra geisha. Él en efecto se cruza con ella porque Mameha , la hermana mayor de Sayuri, los presenta. Él en ningún momento parece interesado en ella ni como mujer, ni como animadora, sólamente la trata con la cortesía que un caballero trata a una hermosa dama. Ella lo describe como "ese hombre con la tez suave, con cutis terso y aroma de talco". En ningún momento puede acercarse a él, porque otro hombre de la compañía donde éste trabaja, y a quien el presidente le debe mucho, la busca mucho y ella no le queda más remedio que ignorar a su amor y atender al otro, un tal Sr. Nobu, quien se siente inferior porque pese a que es un héroe de guerra, ha quedado físicamente maltrecho: le falta un brazo y tiene la piel manchada por unas quemaduras; no se siente digno de ser danna o amante de una chica tan linda y cotizada como Sayuri. Toda la novela te muestra a una Sayuri que no quiere a Nobu como su danna, y parece que el destino se lo tiene reservado. Sin embargo entra la occidentalización de la obra y Sayuri lo traiciona, como lo haría cualquier occidental. Me dejó perpleja que ella, tan oriental y seguidora de esas costumbres, escapara una y ora vez de confrontar la realidad y decir abiertamente que él no le gustaba para danna.  Al final el amor que ella quería se la lleva a Nueva York donde ella pone su casa de the, al estilo Gion y se queda a vivir con su danna el presidente.

Asumo que Sayuri llego a Nueva York con otro danna que no era el presidente, pero para darle el final feliz que todas las novelas tienen, el autor le cambia al danna que la lleva a su destino lejos de Japón.

Me ha costado trabajo publicar esta crítica, porque es involucrarme con una obra importante en su género, con un autor desconocido por mi, pero tal vez importante en su época. Sin embargo me ha llamado la atención la doble personalidad de ésta, mi curiosidad intuitiva ha querido saber la verdadera historia detrás de esta afamada obra. Finalmente tras elaborarla, sea cierta o no, a mi me deja satisfecha. Tal vez en algún escrito posterior alguien haya explicado lo que a mi me atrae, pero como no la conozco ni la he leído es que me atrevo a presentar esto. 

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