martes, 25 de diciembre de 2012

Un pensamiento de Navidad

Era una hermosa noche de Navidad. Hacía calor y la familia se dirigía felizmente a la iglesia, era la hora de la fiesta. El más emocionado era el medianito, el pequeño niño autista de la casa. Desde el día que se habían sacado las figuras  del portal, el chiquito había literalmente "secuestrado" la figura del niño Jesús. "Yo lo voy a poner" decía. En esa casa era una costumbre que alguien elegido al azar el día de Navidad acostara al niño, pero el no dejaría al azar, el lo habría apartado desde antes previendo que sus hermanos o sus papás le ganaran el papelito ganador. Por supuesto que aunque hubiera dejado al azar esa decisión, Jesús lo habría elegido a él, cuando uno tiene muchas ganas de algo El no nos defrauda. De manera que ya estaba decidido.

Angel insistía en ir a la iglesia, su mama le había dicho que después de misa acostarían al niño y el no quería perderse la primera parte, el tendría que ir a misa a como diera lugar para después poder acostar al niño en su casa. Todos los día había preguntado ¿ya pongo al  niño en su cama? y se le había retrasado el momento dia con día, hora tras hora. Cuando se había hecho de noche nuevamente dijo "ya es de noche, ya lo puedo acostar?" Faltando tan poco tiempo para la hora de misa, se aguantaba las ganas y quería adelantarse. Dada la condición del niño, en que de la nada empieza a portarse mal, a correr y a molestar a la gente se le dijo que no podría ir a la iglesia. El insistía no se cumpliría su esperanza si no asistía. -"de verdad que me voy a portar bien", decía con seriedad. La mamá se le partía el corazón ella sabía que el niño se portaría como corresponde pero con tanta gente, música ruido, ¿que pasaría si no lo hacía así? ¿que pasaría si no cumplía? Cualquier movimiento fuera de control lo haría rmper su promesa. -"No pequeño, no puedes ir"le dijo la mamá con decisión. Así el pequeño, triste se baja del coche, -"aquí los espero" decía con lágrimas en los ojos. 

Al llegar su familia inmediatamente procedieron a acostar al niño. -"Qué le vas a regalar al niñito Jesús, Angel?" le pregunta su madre para hacer una especie de ceremonia -"recuerdas que rasguñaste a tu cuidadora? Que tal que prometas que no la vas a rasguñar mas" -"está bien, le regalo que no voy a rasguñar a nadie" y así acostó al niñito que con tanto cuidado habría cuidado durante todo el mes de diciembre. 

Mami ¿Qué es amor?, preguntaba el pequeño
- Es la ausencia total del miedo, hijo mío
- a que le tenemos miedo?
- al amor. 
- Como al amor?
- Siempre el entregar el corazón implica renuncia, implica que te lastimen y por eso tememos
- pero si yo te doy mi corazón tu no me vas a lastimar, verdad, mami?

Solo un corazón infantil ingenuo que desconoce la situación en qué está viviendo, es capaz de confiar en que nadie lo va a herir. Solo ese puede amar, solo ese puede atraer hacia si la gente que ha de rodearlo de bien. Solo ese entrega sin miedo el corazón, porque nadie se atrevería a lastimar a un niño indefenso. 

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