Estoy impresionada y maravillada, hacía mucho tiempo que no vivía en sincronicidad. Ayer todo se fue presentando como un collar de perlas, se fue dando solo. Primero, mediante escribía sobre las pérdidas, pensaba en esa amiga que ya venía yo mirando perdida desde hacía tiempo, aquella de la que una vez escribí, que después me avergoncé de mencionar, esa amiga que sentía perdida desde hacía meses, en efecto se fue sin despedirse, y al recordarla pasaba un camión de mudanzas frente a mis ojos. Cada vez que su imagen aparecía, y yo la mencionaba, el camión pasaba frente a mi. Más adelante escribí el mago, mi primer hijo que próximamente aparecerá en librerías. Su tema es también sobre física cuántica. Al terminar su revisión, me fui a ver una conferencia de Enric Corbera, y él habla mucho sobre este tema, en sincronicidad, su persona y sus tema se acercó a mi y pude, felizmente creer que dentro de poco, este proyecto será una realidad. Varias cosas sucedieron a lo largo del día, y pude comprobar todos estos conocimientos de física cuántica, que así como un chispazo se presentaban en forma de sincronicidad. Al final del día también como sincro leí una historia que habla sobre la paciencia, y que quedó como anillo al dedo en mi explicación del 9. Yo en este tema hablo de los cierres, y de la limpieza. Por ejemplo en el mes de febrero caí en una triste depresión causada por una herida de infancia, y decidí que era un buen momento para elaborarla ya que se estaba presentando justo en el año 9. Según el escrito de esta persona, con la paciencia es como se hacen realidad nuestros proyectos y también con ella se vive este número. Lo muestro aquí como descripción patente de lo que hablo, porque con la paciencia, al final del puente, su proyecto se hará realidad. Es sólo cuestión de paciencia, cuestión de esperar a que lo demás se materialice, a saber que no todo depende de nosotros, sino que también depende de Dios y de su tiempo, que es lo más difícil de aceptar. Termino con un cuento que viene al caso.
Un hombre se acerca a Dios y le pregunta "¿Señor, para vos cuánto es un minuto?" A lo que Dios responde 6 mil millones de años." El hombre impresionado por la métrica Divina le viene la avaricia y nuevamente pregunta y "¿Cuánto es un centavo para vos, Señor?" "6 mil millones de dólares." El hombre siente una avaricia tremenda y con toda la bondad que puede le pide "Señor necesito 1 centavo, yo se que para vos no es nada" A lo que Dios responde "Con mucho gusto hijo, te lo daré en 1 minuto."
Un hombre se acerca a Dios y le pregunta "¿Señor, para vos cuánto es un minuto?" A lo que Dios responde 6 mil millones de años." El hombre impresionado por la métrica Divina le viene la avaricia y nuevamente pregunta y "¿Cuánto es un centavo para vos, Señor?" "6 mil millones de dólares." El hombre siente una avaricia tremenda y con toda la bondad que puede le pide "Señor necesito 1 centavo, yo se que para vos no es nada" A lo que Dios responde "Con mucho gusto hijo, te lo daré en 1 minuto."
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