Este día ha sido muy extraño. No me han dado ganas de levantarme temprano. Cuando se fueron los niños, yo me metí en la cama de regreso. Pensaba que la luz me despertaría, y que como otros días, a las 9 estaría con el ojo bien abierto. Sin embargo ahora fue diferente. Cuando me di cuenta ya eran las 10 de la mañana, y yo todavía tenía sueño, me despertó la luz, pero no estaba descansada. Habían pasado demasiadas cosas y mi cuerpo todavía estaba cansado, pese a que ya la luz llenaba mi habitación. Mi estómago me duele, señal de coraje, de que algo sucedió que no me deja descansar o relajarme. Empecé a hacer un recuento del fin de semana. Me he desvelado hasta las 2, algo poco común en mí, yo necesito dormir a la hora y el tiempo correspondiente para descansar. El domingo amanecí a la hora de siempre, todavía no había luz, y yo ya estaba despierta haciendo valijas, tal vez el nervio de tomar un avión y de hacer varias cosas antes de dejar esta ciudad, me despertaron muy temprano. Eso se sumaba al excesivo cansancio que yo cargaba en mi cuerpo.
Al revisar el dolor de estómago, recordé la triste historia de una conocida. Su marido la dejó. Ella se casó para toda la vida, y ahora él se justificaba de que ella no le dio nada y se merecía quedar sola, sin dinero y sin apoyo alguno. Ella no merecía más. Esa injusticia me aflige. Cómo puede un hombre despojar a su esposa de 30 años de lo que le corresponde? Qué clase de hombre niega el valor de tantos años de fidelidad? en mi intuición, comprendí que él está buscando una razón para dejarla, tal vez se haya enamorado de otra desde hace algunos meses o tal vez años, tal vez no encuentra el valor para dejarla y así prefiere decirle que ella es una mala mujer y ella merece ser dejada.
También recordé mi propia situación, el verme rechazada por mis cuñadas, el descubrir lo feo que es viajar con personas que no te quieren, o que te envidian tanto, que prefieren ignorarte y tolerarte, hacer “como si” les importara estar contigo, cuando en su actitud son poco amables, son dobles y falsas. Cuando yo decido querer, la quiero para siempre, por eso elijo a mis cariños, para no gastar tiempo queriendo a la gente equivocada. Tal vez yo las idealicé y no quise ver que "a la cuñada se le envidia”, yo pensaba que ellas me querían por tener la cualidad de quererlas, pero me equivoqué y no lo comprendo. Eso también me desgastó mi energía.
Después la electrónica. El GPS no funcionó y perdí mucho tiempo suponiendo que los mapas se habían actualizado y que llegaría yo al lugar indicado. Demasiadas cosas fuera de mi control, que me fueron mermando mi energía.
El ver el poco apoyo que recibo de la gente para que mis proyectos funcionen. Eso realmente no es intuitivo. Eso es una receta del FengShui. El año 2016 promete que si decoras tu casa con ciertos objetos, atraerás la energía para realizar tus proyectos. Veo con tristeza que eso no se cumple, que son cuentos que pueden corresponder a cierta energía, pero que si la energía no está para mi, por más que me esmere, no la recibiré. Mi don es la intuición, los cuentos que ella me da, el lobulo frontal que se mueve cada vez que invento alguno, para sentirme tranquila, de que las cosas así son.
Así, al describir cada una de mis circunstancias, pude encontrar la unidad para cerrarme, para resolver lo que estaba en mis manos, para dar lugar a que las cosas empiecen a funcionar, para no sentir que “Dios me ha olvidado”.