Gracias

gracias amor mío, gracias corazón porque parece que hoy si vamos adelante
gracias por tus ánimos y tus ímpetus
que me ayudaste a terminar lo que un día me impediste
te quiero con todo el alma y hoy
me demostraste nuevamente que nuestros corazones siguen juntos.

Tu Tristeza

Tu tristeza me pega, tu tristeza me llega
¿por qué vives tan triste?
qué ha pasado por tu vida que de pronto
te da por vivir en la tristeza?
¿Que sucede por tu andar que
me compartes tu sentimiento de infelicidad?
Me encantaría ayudarte. Me encantaría
desterrar tu tristeza de un zarpazo, pero no
puedo. Tu tristeza es tuya y solo tu, en tu
camino encontrarás la salida que te ponga feliz.

Me encantaría que siempre estuvieras feliz
me fascina cuando siento tu felicidad.
Tu felicidad me llena de emoción, de ternura
tu felicidad me llega con tanta fuerza
que me da la capacidad de volar.
Cuando estás feliz solo puedo sonreír
solo puedo sembrar a mi alrededor aquello
que nace de mi corazón; aquello que siembras
en cada sonrisa que me compartes.

Pero tu tristeza me pega, me pone triste
me acaba, me hace arrastrar los pies y me
provoca que todo a mi alrededor sea tristeza
y soledad.

Quisiera contarte que yo estoy muy feliz. Hay tantas cosas
que me han pasado por las que estoy
feliz que solo tu tristeza me puede estar llegando.

NO entiendo por qué te quiero
no entiendo por que comparto tu vida
desde tan lejos. No entiendo como sin estar
fisicamente juntos, estamos energeticamente
cerca. Te quiero con todo el corazón y
por eso amor de mi vida te quiero sentir
contento y centrado como siempre estás.

Si te sirve de algo la felicidad que en este momento
traigo, te la comparto. Quiero que igual que yo tu estés
feliz. Quiero que igual que yo vivas feliz
quiero que mi felicidad te llegue para que así
destierres toda esa tristeza que hace dias
me vienes compartiendo.

Por favor corazón, ya no puedo cargar tu tristeza
toma mi alegria, toma mi felicidad, toma todo aquello
que me provoca alegría y saca la tristeza de todo tu ser.

1000 PUNTOS

Rosa María entró al consultorio muy nerviosa. La observé era una mujer de alrededor de 40 años de clase media baja. “¿En que te puedo ayudar?” le dije con calma. “Tengo un problema, estoy embarazada de un hombre que no es mi marido” Este tipo de casos era muy común en la clínica, por lo que le pregunté “¿lo sabe tu marido?” “estoy divorciada” me respondió rápidamente “cuál es el problema, cásate con él y el niño ya tendrá papá” Rosa María frustrada me miró como si yo no comprendiera “lo que pasa es que mi primer marido era un “bueno para nada” y al conocer a este me di cuenta que también es “bueno para nada”. “A qué te refieres con bueno para nada?” Le pregunté tratando de comprenderla, a lo que ella respondió “no trabaja en nada, ni le duran los trabajos, gana muy mal y materialmente, yo lo mantengo” entonces contesté “entiendo a lo que te refieres” le dije con calma “pero algo si debe hacer bien, como que te enamoraste de él, y más aún si sostuviste relaciones, y no creo que de una sola vez” apenada, bajó la mirada pero se quedó pensativa “es muy comprensivo, tanto conmigo como con mis hijas” contestó al final “tus hijas son del otro matrimonio?” le pregunté para constatar la información “si, con mi primer marido duré 10 años y tuvimos dos hijas, pero como todo el tiempo estaba sin trabajo y de paso la suegra metida en mi casa, ya no aguanté y nos divorciamos”. Comprendí el triste de caso de esta mujer, el clásico caso de todos los seres humanos; hombres y mujeres, que se dejan llevar por un espejismo de aquello que parece su salida a su vida de miseria emocional para toparse con un ser que no se parece a lo que ellas querían. “Mira”, le dije tristemente “cuando nacemos, en cada una de nuestras acciones vamos juntando algo así como “puntos”; cuando somos bebés y recibimos atención mucha o poca de papás, cuando crecemos y convivimos con familiares, amigos, cuando en la escuela aprendemos a convivir, a adquirir seguridad a interactuar con la sociedad todo esto nos da “puntos” hasta el momento de casarnos, de hacer nuestra propia vida. Cuando tu vas conociendo parejas vas descubriendo qué te gusta o no y cuando finalmente alguno te parece y te casas, ocupas todos tus puntos. Imagínate que juntaste 1000 puntos y el hombre que te gustó valía 3000, como no te alcanza tienes que conformarte con uno que vale mil puntos. Esto es lo que corresponde a lo que atraes.

Tu solamente has trabajado para 1000 puntos y en el momento que te separaste de este seguías con tus mismos 1000 puntos  por lo que nuevamente atrajiste a uno de ese precio. Puedes dejar a este  nuevo, puedes perder a tu bebé, pero tu misión es seguir haciendo puntos para ser una mejor persona. Si la gente que has atraído solamente es esto ,es en esto en quien tienes que trabajar.

Elabora un plan de misión si el solo es bueno para cuidar niñas y ser comprensivo, entonces tu sales a trabajar y el se queda cuidando a tus hijas, y cada día que llegue le vas a aplaudir lo bien que ves a tus hijas y a tu casa. Si ves algo que no te gusta, enséñale que es lo que esperas. Ya verás que con el tiempo el adquiere seguridad y va a conseguir trabajo y será el hombre que tu quieres que sea. En parte si es un bueno para nada, es porque tu todo el día se lo recuerdas. Una persona sin autoestima, no puede dar más de lo que tiene: solo puede darte nada.” Así Rosa María dejó el consultorio con un ánimo un poco más feliz, pero con la gran preocupación del gran trabajo que tenía por delante.

Como conclusión a esta historia puedo decir que lo que tenemos es lo mejor porque es lo que desde el principio así nos pareció. Si ahora no es lo que esperábamos, está en nosotros buscar las cualidades ocultas de esta persona. Hay que tomar en cuenta que la vida nos va cambiando y va escondiendo aquello que nos gustaba, o resaltando lo que más nos disgusta, pero depende de cada uno la persona maravillosa o espantosa con la que vivimos.  Solo de esta forma podremos crecer como personas y hacernos mejores para ir ganando más sabiduría . 

Dopamina

canta corazón canta corazon que el amor de mis amores esta aquí
ha pasado por mi vida, ha pasado porque en un día
como hoy que amanecí con la tristeza de bandera
necesito una canción como esta, necesito un abrazo
de un gran amor. Mi dopamina que es como mi cocaína en mi cuerpo
esta muy desestimulada. Hoy necesito de un gran amor
que me ponga feliz que me haga comprender cuán hermosa es
la vida, cuán bello significa amanecer cada día.

Yo quiero cantarle a este triste corazón para que la dopamina de mi
cerebro se ponga a trabajar, se estimule para que me de el sentido de
amor que mi corazón y mi cuerpo necesitan.

La dopamina, esa sustancia que están conociendo en este siglo
la sustancia que hace que mi cerebro comprenda la felicidad del amor
que engaña a mi cerebro haciéndolo sentir feliz, haciéndolo provocar
la sensibilidad que el amor le puede generar, eso es hoy mi estandarte.

Cuando la busco sin encontrarla voy picando flores, como abeja que va
dejando polen en cada una. Voy de flor en flor, voy de amor en amor
buscando aquél que me haga sentir eso que pone a mi cuerpo y a mi corazon
al unísono, que pone a mi persona a vivir. Voy de amor en amor sin encontrar
ninguno que me genere la felicidad que mi cuerpo requiere. Voy destapando
botellas, bebiendo de ellas dandoles todo el amor que yo tengo, para sacar de
ellas todo lo que necesito para descubrir que ninguna de ellas me sabe a lo que
necesito. Todos esos amores son falsos; son amores creados, son amores engañados
que mi cerebro ha buscado para conseguir esa cocaína que lo mantenga andando.

Hoy les pido perdón a todos esos amores que dejé colgando, a todas esas
botellas que destapé buscando, el placer que yo no comprendía. Yo no comprendía
que mi cerebro era quien me ponía las trampas. mi cerebro necesitaba de esa sensación
de vida, de amor, de felicidad, de emoción, esa sensación que mi cuerpo requiere
para sentirse vivo. Todos esos amores que dejé colgados, y aquellos que también así me
dejaron, solamente buscando aquello que hoy entiendo, aquello que solo en mi existe
aquello que solo yo genero y que depende de mi. La dopamina que me pone a vivir
la dopamina que me estimula el amor, la dopamina que alguna vez tu generaste en mi
y que dejé colgado por no encontrar lo que yo necesitaba.

A ti, mi gran amor, te pido perdón por darte tanto, por quererte con todo el corazón,
siendo que era a mi a quien más tenía que querer, siendo que sin saber, a ti te daba
todo el crédito y era a mi a quien descuidaba, a ti mi gran amor que debo soltar
para seguir caminando conmigo encontrando aquello que ponga mi dopamina a trabajar.