domingo, 27 de abril de 2014

EL DEMONIO DRENANTE

Este día algo extraño me ha sucedido. Hace tiempo estaba muy feliz, porque había encontrado algunas compañeras de una escuela. De esa escuela me salí rapidísimo, no me gustaba, mis compañeras tampoco, el ambiente no era algo que me hiciera feliz, era pesado. No extrañé a nadie. Es más mi mejor amiga me había cortado hacía unos meses, y ya no había nada que me juntara a esas mujeres.

Pasaba el tiempo y yo necesitaba compañía femenina. Los hombres son muy divertidos, pero siempre las mujeres son más parecidas a mi. Finalmente, mi sueño se hizo realidad, me encontré algunas amigas, aquellas de las que algún día huí, hoy eran un bálsamo de compañía. Yo estaba contenta, esas amigas eran suficientes y me llenaban aquella parte que necesitaba.

Sin embargo las cosas no eran tan bellas, el pasado me regresaría, como una mano negra, que yo pensaba olvidada en el tiempo, y que ya había pasado. Esta mañana quedé de verme con una amiga, eran las 10 de la mañana cuando acordamos vernos al medio día. En mi distracción, asumí que dos horas se detendrían a mi voluntad y no me di cuenta que ya habían pasado. En un momento, mi amiga me llamó, "ya llegué a tu casa". Dejé lo que estaba haciendo y terminé de arreglarme para ir al encuentro con ella. No me di cuenta que había dejado abierto un canal de comunicación, por el que mi energía se drenaría. Caminé, charlé, compré y mi amiga se despidió. Cuando ella así lo hizo, yo me derrumbé de cansancio. Es algo normal, tras caminar mucho, derrumbarse para descansar, solo bastan unos minutos para nuevamente levantarme y seguir como hormiguita. Sin embargo, las cosas no mejoraban. Almorcé, tomé azúcar y nada. Yo estaba cansada, tenía sueño.

Dormí plácidamente después del almuerzo y durante éste medité quién me habría quitado la energía. Había sido mi pasado. Aquella huida que hice y no cerré hoy me drenó y me tiró. ¿Por qué ahora? ¿Por qué no fue hace dos años cuando me reencontré con los buenos amigos? Porque mi ciclo va en 8 y dentro de uno más será el fin de este corto ciclo de 9 años. Es una tarea que no terminé y que debo cerrar para resolver algún conflicto presente. Las malas vibras, son cadenas que empiezan a formarse en algún lado, y al ir avanzando se van juntando eslabones interminables. Seguramente esta cadena que dejé inconclusa, me ha formado cierto tipo de malas compañías, o tal vez de malos momentos, o cosas desagradables que yo solita me he atraído por no saber cerrar el problema de tajo.

Para poder avanzar, debo aprender la lección, y al huir, no lo hice. Es hora de enfrentar un demonio. Ya veré cómo lo confronto. 

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