Pasa la vida, pasan los días y las noches y voy descubriendo las grandes mentiras de los señores. Hoy tenemos de visita a una señora de Alemania, todos en la mesa la atienden y la organizan. Mi abuelo es quien mas habla, se ríe, bromea, todos al unísono ríen a su palabra. Yo soy pequeña y no recuerdo nada, además hablan en alemán y tampoco comprendo todo. Ellos hablan ríen, se divierten y yo solo los miro.
Mi abuelo es lo que mas quiero. El es tan simpático, siempre entreteniendo a la gente, siempre con sus ojos azules llorosos de tanto que se ríe. Recuerdo esa noche que juntos mirábamos tevé: pasa un comercial donde un abuelo presenta panqué de nueces y de pasas. Este abuelo no tiene dientes y con sus labios pronuncia tan divertido que tanto el como yo empezamos a imitarlo. De pronto me pide."me repetís el comercial? ¿como dice el abuelo?" yo con mis escasos 6 años lo imito y lo oigo a mi abuelo reír divertido, "me lo repetís nuevamente"? yo obediente se lo repito. Así pasamos los días y cada persona con la que nos encontramos me pide que cuente el comercial. Yo no comprendo que para un abuelo, escuchar a una pequeña hablar así es lo más dulce, yo solo lo repito porque me llena de ternura como me lo pide, que el me lo pida.
Regreso a la mesa de la visita y la mujer ya está muy feliz de todo lo que harán juntos y todos los lugares que visitarán con mi abuelo. Sin embargo al despedirse de mis padres les dice:"de lo hablado, no hay nada eh?" Recuerdo la cara de enojo de mi madre y el silencio sepulcral de mi padre. Yo no entendía nada. ¿Por qué se enojan con mi gran abuelo? ¿Qué significa la frase que les dijo? No recibo ninguna respuesta solo observo las caras serias de mis padres y el problema en que los metió y que ahora ellos deberán resolver. La mujer de Alemania no entiende de bromas ni mentiras piadosas, ella solo toma lo que se habló como un hecho y al no ir mi abuelo, mis padres deberán llevar a la mujer a aquellos lugares que el abuelo ofreció.
"Mi abuelo es lo máximo y el no puede herir a nadie, es mi conclusión final"
Al pasar de los años voy comprendiendo que es muy fácil, como mi abuelo, ir contando planes y dando esperanzas, lo difícil es cumplirlo.
Como es fácil decir palabras al viento sin poner una fecha o un límite.
Cuán ingenua permanece el alma que cree que todas las frases emitidas serán reales.
Cuan infantil puede un alma ser que puede todavía creer que nadie es capaz de mentirle.
El ser humano no aprende de sus errores, siempre creerá lo emitido por aquello que idolatra, mientras la idolatría dure.
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